La Semana Mundial de la Lactancia Materna conmemora la Declaración de Innocenti sobre la Protección, Promoción y Apoyo de la Lactancia Materna, firmada en Florencia, Italia en el año 1990 y como todos los años se celebra del 01 al 07 de agosto.
La leche materna es el alimento vital por naturaleza de recién nacidos y lactantes, recomendada por la Organización Mundial de la Salud de forma exclusiva durante los 6 primeros meses y hasta los 2 años de edad en forma complementaria.
La lactancia materna no sólo constituye nutrición para recién nacidos y lactantes, sino también genera protección inmunológica, potencia el desarrollo de habilidades cognitivas y psicosociales de niños y niñas, favorece el apego madre/hijo, además de ser un factor protector materno al estar asociado a la disminución del riesgo de padecer cáncer de mama y ovario, diabetes de tipo 2 y enfermedades cardiacas. El acto de amamantar es un aporte en la economía global y a la protección del medio ambiente al prescindir de consumo energético contaminante para su produción, almacenamiento y administración. Son muchos los beneficios que consolidan y fundamentan esta iniciativa. Es importante para la humanidad preservar la lactancia y acompañar a las madres y/o padres en este proceso.
¿Cómo la sociedad apoya este proceso fisiológico? Actualmente, en Chile se promulgó la ley N° 21.155, publicada el 2 de mayo del presente año que protege la lactancia materna y el amamantamiento libre, reconociéndolo como valor fundamental de la maternidad y derecho de la niñez, además de sancionar a quienes priven, perturben o intimiden hacer uso de este derecho.
Es un desafío para los profesionales de la salud, apoyar y asegurar la continuidad de la lactancia cuando existen inconvenientes para realizar el acto de amamantar. En este sentido, la tecnología y la información disponible invade la opinión de la población y cada vez surgen alternativas de alimentación que buscan sustituir la leche materna para facilitar el estilo de vida actual. Es relevante generar estrategias públicas y privadas que favorezcan el empoderamiento de la población a través de la educación contínua para que las madres y/o padres prefieran amantar a sus hijos y como sociedad apoyar la lactancia materna, la crianza y la generación de vínculos durante la primera infancia.