Desde el jueves 25 de agosto, se encuentran secuestrados del datos del sitio web del Sernac. Según se ha informado desde el servicio, los análisis para revertir la situación, de momento, no completan su total objetivo. El caso se dejó en manos del Equipo de Respuesta ante Incidentes de Seguridad Informática (CSIRT), organismo que depende del Ministerio del Interior.
Ante este escenario, el Sernac comunicó el pasado jueves que entregaría al Ministerio Público los antecedentes para su investigación y determinar eventuales responsabilidades.
¿Qué es un hackeo?
El hackeo consiste en poner en riesgo sistemas informáticos, cuentas personales, redes de ordenadores o dispositivos digitales. En esencia, el hackeo consiste en la creatividad desenfrenada, la innovación sin miedos y la audacia necesaria para traspasar las formas de pensamiento estándar. Pero no todos los hackers lo hacen por amor al arte.
La comunidad de hackers se puede dividir en tres grupos amplios, según la legalidad de sus actividades. los de sombrero negro, los de sombrero blanco y los de sombrero gris.
Los hackers de sombrero negro son los que a los medios de comunicación les encanta describir: los ciberdelincuentes ocultos que quebrantan hábilmente un sistema informático para robar datos, alterar registros o realizar cualquier otra acción ilegal.
Si un hacker de sombrero negro descubre una vulnerabilidad en un programa de software, la aprovechará con fines delictivos.
Por su parte, los hackers de sombrero blanco realizan todo el hackeo a campo abierto. De hecho, los hackers de sombrero blanco son el contrario que sus homólogos de sombrero negro. Las empresas a menudo contratan hackers de sombrero blanco para hackear sus sistemas y software a propósito para identificar posibles vulnerabilidades o defectos de seguridad, una técnica conocida como prueba de penetración. De esa forma, las empresas pueden reforzar su seguridad antes de que un hacker de sombrero negro pueda quebrantarla. Es por eso que se dice que los hackers de sombrero blanco practican el hackeo ético.
Los hackers de sombrero gris se encuentran en los límites difusos entre el blanco y el negro. No son explícitamente altruistas, como los hackers de sombrero blanco, pero tampoco se centran exclusivamente en las actividades delictivas. Los hackers de sombrero gris tienden a hackear primero y pedir permiso después, a diferencia de los hackers éticos, quienes primero piden el consentimiento.
Muchos hackers de sombrero gris empiezan probando los sistemas o el software de una empresa para identificar un defecto de seguridad. Solo entonces contactan con la empresa para ofrecer una solución (por un precio, por supuesto). Otros usan el hackeo como herramienta para el activismo, al exponer públicamente vulnerabilidades para que la compañía objetivo no tenga más remedio que solucionarlas.
Fuente: www.avg.com