Este 2021 tres nuevos docentes se integraron a la Escuela de Artes Musicales y Sonoras, y contaron acerca de sus motivaciones para ser parte de esta carrera, sus impresiones acerca de ella y los desafíos actuales que trae la pandemia en el contexto universitario.
Dr. Igor Coelho
Compositor y académico brasileño Igor Coelho A. S. Marques, quien trabajó anteriormente como profesor asistente visitante (Clinical Assistant Professor) del Departamento de Música de la Universidad Estatal de Nueva York en Buffalo (SUNY Buffalo, EE.UU.).
Obtuvo su doctorado en filosofía (PhD), mención Composición Musical en SUNY Buffalo, bajo la dirección de David Felder; su magíster en música, mención Composición Musical, en la Universidad de Utah (EE.UU.), bajo la tutoría de Morris Rosenzweig; y su bachillerato en música, mención Teoría y Composición Musical con distinción (Cum Laude) en la Universidad Brigham Young (EE.UU.).
Su música se enfoca en la intersección entre artificialidad y organicismo, incluyendo la utilización de sonidos y conceptos relacionados a fenómenos naturales y oriundos de la actividad humana. Ha sido interpretada por grupos renombrados como ELISION, the Arditti Quartet, Ensemble Linea, mise-en y Quatour Bozzini, entre otros, en Estados Unidos, Brasil, Canadá, Japón, Francia y Holanda. Además, su música ha recibido los siguientes honores: premio en el llamado de obras de Rosetta Ensemble (Japón), 2º lugar en Alba Rosa Viëtor Competition (Holanda), mención de honor en el primer Concurso de Composición Sinfónica Internacional de Paraguay, finalista de 7th Mivos/Kanter Prize de Mivos Quartet (EE.UU.), finalista del 4ª Concurso Nacional de Composición Música Hoje (Brasil), entre otros.
Con respecto a sus motivaciones contó que “lo primero que me llamó la atención fue el enfoque que es de una cobertura amplia e inclusiva. Lo segundo fue el nivel de actividad y éxito de mis futuros colegas del cuerpo docente; se ve que hay un esfuerzo colectivo hacia la producción artística de la más alta calidad y yo deseé incorporarme a ese grupo para contribuir hacia sus logros”.
Por otra parte, destacó que “lo que veo que es único de esta carrera UACh es su enfoque en una diversidad de idiomas musicales y modos creativos para habilitar a sus alumnos a especializarse en sus respectivas áreas de interés, lo que creo aumentará su empleabilidad y realización artística y profesional”.
Natán Ide
Ingeniero Acústico y egresado del Magíster en Acústica y Vibraciones, UACh.
Comienza a estudiar bajo eléctrico a la edad de 14 años. En 1999 ingresa a estudiar contrabajo en el Conservatorio de Música de la Universidad Austral de Chile, donde permanece por dos años. El año 2005 toma clases de bajo eléctrico con el músico y compositor Jorge Campos.
Desde el año 2015 comienza a estudiar NTS (New Standar Tuning), bajo el contexto de “Guitar Craft”, que lo lleva a participar en diversos cursos y seminarios.
Sus intereses actuales incluyen registro de música en salas de concierto, grabaciones de campo, sonido espacial, psico- acústica y la exploración sonora por medio de instrumentos de cuerda eléctrica (guitarra, bajo y touchguitar).
Desde el 2015 ha sido docente de asignaturas, tanto en áreas de ingeniería como música en la Universidad Austral de Chile. Es compositor e intérprete de diversas piezas musicales y ha participado en proyectos, tanto como sonidista, músico e ingeniero.
Natán empezó a participar como docente en la carrera de Artes Musicales y Sonoras el año 2020.
Con respecto a las razones que tuvo para incorporarse a la carrera comentó que “en su génesis tiene una perspectiva innovadora y ecléctica, lo cual se ve reflejado en su equipo de trabajo y donde se percibe un espíritu de mejora continua. Además, para mí es interesante que una iniciativa con estas características surja desde la zona centro sur de nuestro país, aportando un grano de arena a la descentralización. Todos estos aspectos suman, brindando la posibilidad de estudiar y vivir el mundo de la música y el sonido con una mirada fresca y renovada”.
Además, puso en relieve que la carrera tiene varias particularidades. “La primera es su localización geográfica, donde Valdivia y sus alrededores se caracterizan por su naturaleza exuberante, la cual condiciona de forma ineludible las instituciones y el conjunto de personas que las conforman. También existe una perspectiva amplia y permeable a nuevas ideas del significado de la música y el sonido, ya que en la carrera se incentiva la exploración, lo que se ve reflejado en su malla académica. Esto permite que las y los estudiantes conozcan distintas perspectivas, dejando de lado sus prejuicios e ideas preconcebidas de la música; a ello se suma la visión y misión que tiene esta carrera, la que atrae a un cuerpo heterogéneo de estudiantes y docentes que enriquece aún más el que hacer de ella. La verdad resumiría todo en una sola palabra: diversidad”.
Rene Silva
Candidato a Doctor en Artes mención música de la Pontificia Universidad Católica de Chile, se encuentra finalizando una investigación artística que combina la composición musical con el patrimonio sonoro de los organillos chilenos. Es también Magíster en Artes con mención en Composición de la U. de Chile, Licenciado en Composición Musical de la misma universidad y Profesor de Ed. Musical de la Universidad Andrés Bello. Sus obras han sido interpretadas en Argentina, Alemania, México, EEUU, Francia, Corea del Norte, China y Japón. En Chile ha trabajado con sus principales orquestas, entre las que se encuentra: Orquesta Sinfónica Nacional de Chile, Orquesta de Cámara de Chile, Orquesta Clásica Usach, Orquesta Sinfónica U. De Concepción, Orquesta Sinfónica U. de La Serena y la Orquesta de Cámara PUCV. Cuenta con dos producciones discográficas: “Señales” (2014) y “Bitácora del Viento” (2018) y gran parte de su catálogo es publicado por la editorial Cayambis Music Press de EEUU. Desde 2016 se dedica a la docencia universitaria de diversas materias musicales, tales como armonía, análisis, contrapunto, composición y arreglos. Se ha desempeñado como docente en la Pontificia Universidad Católica de Chile, Universidad Academia de Humanismo Cristiano y Universidad Alberto Hurtado.
Respecto a sus motivaciones para integrarse, afirmó que la ubicación geográfica fue un factor relevante. “El sur de Chile siempre ha tenido una fuerte conexión en mi interior, y por lo mismo, varias de mis composiciones dialogan con sus paisajes y sus rincones. Me tocó venir varias veces a la Región de Los Ríos en los últimos años por algunos proyectos musicales y siempre volvía a Santiago con la idea (y el sueño) de algún día poder instalarme en una ciudad tan maravillosa como Valdivia”.
“Creo que la ciudad se ha posicionado en los últimos años como una especie de capital cultural del sur donde están ocurriendo muchísimas cosas importantes. En ese proceso, sin duda la Universidad Austral está cumpliendo una importante labor. La realización de festivales, concursos, así como la creación de ésta y otras nuevas escuelas relacionadas al ámbito de la creación, son una muestra tangible de que las artes tienen un espacio fructífero del cual estoy feliz de ser parte”, sostuvo, agregando que “el ámbito de la creación musical chilena ha estado sesgada a determinados lugares, festivales e instituciones. Por otra parte, las carreras ligadas a esta área siguen funcionando en una dinámica formativa muy similar a la que tenían hace ya varias décadas. Ante ese panorama, la carrera de Artes Musicales y Sonoras se alza como un programa innovador que vincula la música y el sonido en un perfil dinámico y mucho más acorde a los nuevos tiempos”.
Desafíos y oportunidades de las clases en pandemia
El profesor René Silva contó que “la combinación de ser nuevo el lugar, sumado a la distancia generada son un desafío significativo. Cuando uno llega a un nuevo trabajo, es importante establecer redes con los colegas y la comunidad en general. Muchos de estos vínculos se generan a través de un café entre clase y clase, en las reuniones y en el compartir día a día. Es muy diferente cuando ya eres parte de un lugar y te pilla una pandemia, ya que conoces a la gente. Si bien hoy en día la tecnología nos permite estar muy conectados, se extrañará ese vínculo más directo con la comunidad de la Escuela” afirmó.
Por otra parte, el Prof. Igor, resaltó que el principal problema es la mayor incidencia de desánimo entre los estudiantes, lo que influye mucho en su capacidad de ser productivos y lograr el éxito académico y, posteriormente, profesional. “Mi desafío principal de este año sigue siendo estimular a los estudiantes a que mantengan y crezcan la llama de su pasión por los temas explorados en clase, para que esa misma llama siga quemando fuera de clase y puedan así seguir perfeccionándose en sus áreas de interés de manera autónoma y eficaz”, finalizó.
Finalmente, el Prof. Natán Ide, destacó que “su principal desafío es aumentar de forma progresiva el dinamismo y la interacción en las clases telemáticas; pienso que siempre se debe aprovechar esta modalidad de hacer clases, para explorar nuevas formas de interactuar. Si pensamos con mayor detención lo que está sucediendo, hay aspectos bien particulares, como, por ejemplo, que en una clase virtual la o el profesor se encuentra tan cerca de la primera fila de la sala como de la última, es decir, todas y todos los alumnos están a la misma distancia, distancia virtual de menos de un metro y en la seguridad del hogar. Si eso lo llevamos a la presencialidad sería como tener un profesor particular y una relación mucho más cercana. Pienso que hay algo que se puede rescatar de esto en pro de mejorar las relaciones humanas, de cómo se comparte el conocimiento. Explorar este nuevo mundo se ha transformado en un bonito desafío”, concluyó.