La Región de Los Ríos es un mágico destino para visitar en el invierno. La zona cordillerana con su accidentada geografía marcada por lagos, volcanes, ríos y la selva milenaria nos otorga el escenario perfecto para disfrutar de la nieve, las termas y caminatas en medio de la abrazadora humedad de la lluvia sureña. La carretera panamericana que cruza el corazón de la región nos permite acceder a pequeñas localidades para sumergirnos en la calidez del invierno, su gente y su irresistible gastronomía local.
También, las ventosas costas de la región en invierno nos otorgan espacios únicos en los que se encuentran la vetusta Selva Valdivia y la majestuosidad del Océano Pacífico con cielos grises y lluviosos que, lejos de ser un obstáculo, nos permiten vivir experiencias únicas en las pequeñas caletas costeras. Por lo demás, las temperaturas frías y la oscuridad de la tarde se compensan con la delicia innegable de un acogedor chocolate caliente o una buena cerveza artesanal en compañía de los amigos al calor de la “chimenea” de algún pub o restaurante.
Pese a la magia que nos proporciona el turismo en invierno, por alguna razón nos obsesionan las imágenes de trajes de baño, short y polera, en días soleados junto al mar, lagos, ríos y bosques. Parece ser que cuando se piensa en conformar una oferta turística para la región, de forma instintiva la condicionamos a altas temperaturas o al mal llamado “buen clima”. Sin embargo, ante los devastadores impactos del cambio climático con mortíferas olas de calor en el verano europeo y de escasez hídrica en el país y en vastas zonas del planeta, el turismo en invierno adquiere otro significado y es aquí donde es bueno replantearnos esos desafíos y tareas pendientes.
Pese a que ha habido avances y esfuerzos, en la Región de Los Ríos, todavía no contamos con una oferta de turismo de invierno lo suficientemente consolidada para atraer a los amantes del frío a nivel nacional e internacional. Promover el turismo en invierno nos permitiría mitigar los impactos de la estacionalidad en la industria de los servicios turísticos en los destinos de la región, más aún, tomando en cuenta nuestros privilegios y fortalezas, que nos hacen un territorio único y valioso.