Transmisión de la ceremonia en YouTube en este enlace.
Como una acción de memoria y gesto de reparación, reflejo del compromiso de la Universidad Austral de Chile con valores como la democracia y el respeto por los derechos humanos, la casa de estudios hizo entrega de títulos y grados académicos a familiares y amigos de 10 estudiantes que fueron víctimas de la dictadura, ya sea que se encuentren en calidad de detenidos desaparecidos o que fueron ejecutados por organismos del Estado.
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Hasta el Aula Magna del Campus Isla Teja llegaron quienes recibieron los documentos oficiales de la Universidad de aquellos estudiantes que hace 50 años se formaban en la UACh para ser profesionales y aportar al desarrollo del país en tiempos convulsos y cuyas vidas fueron truncadas por la dictadura militar. A la emotiva y solemne ceremonia asistieron también organizaciones de derechos humanos y de la sociedad civil, autoridades universitarias, asociaciones gremiales, autoridades regionales y locales, estudiantes, académicos(as) y trabajadores de la institución.
Los títulos póstumos extendidos por la UACh corresponden a los exestudiantes José Luis Appel de la Cruz, José René Barrientos Warner, Carmen Angélica Delard Cabezas, Víctor Fernando Krauss Iturra, Gregorio José Liendo Vera, Mario Alejandro Mellado Manríquez, Sergio Raúl Pardo Pedemonte, Héctor Darío Valenzuela Salazar y Hugo Rivol Vásquez Martínez, quienes debido a las circunstancias de la época no pudieron finalizar su carrera. En tanto, también se entregó simbólicamente una copia del título de Rogelio Humberto Tapia de la Puente, quien lo había recibido en vida.
Los documentos entregados por el Rector de la UACh, Dr. Hans Richter Becerra, junto a los respectivos decanos y decanas de las facultades que imparten las carreras que cursaban los exestudiantes homenajeados.
El Rector Richter sostuvo en su discurso que “es necesario procurar y propiciar espacios para construir memoria histórica en nuestra Universidad, porque las instituciones de educación superior deben transmitir esta conciencia valórica, perspectiva de derechos humanos y educación ciudadana”. En ese sentido, añadió que la ceremonia “no es sólo un acto de memoria histórica, social, cultural y política de nuestro país, sino que además es un acto de justicia social y de recuperación de la memoria institucional”.
Asimismo, la autoridad valoró las gestiones y trabajo de la mesa interfacultades de la Universidad para la conmemoración de los 50 años del golpe de Estado, así como a todos los y las integrantes de la comunidad universitaria que hicieron posible realizar este acto de reparación.
A su vez, la coordinadora de la Mesa de Memoria y Patrimonio del Gobierno Regional de Los Ríos, Laura Ramírez, aseguró que “tenemos que relevar, justamente, la memoria, la reflexión y el diálogo que todos debemos tener para poder conciliar a nuestro país y poder avanzar de la mano todos juntos, mirándonos a las caras y, sobre todo, reconociendo lo que sucedió en Chile”.
La Delegada Presidencial Regional de Los Ríos, Carla Peña, planteó que “la decisión unánime del Consejo Académico de la Universidad Austral de Chile demuestra el compromiso de esta importante institución con la valoración y preservación de la memoria, el respeto a los derechos humanos y la democracia” y agregó que este tipo de acciones buscan generar diálogo, creando espacios para la diversidad y el intercambio generacional, “considerando que más del 70% de la población actual de Chile no había nacido para el 11 de septiembre de 1973”.
Tras la entrega de los títulos y grados académicos póstumos, en representación de las familias de las y los estudiantes víctimas de la dictadura tomó la palabra Camila Krauss Ruz, hija de Víctor Krauss. Junto con agradecer la presencia de autoridades, comunidad universitaria y organizaciones de derechos humanos, especialmente a la Agrupación de Familiares de Ejecutados y Detenidos Desaparecidos y al Colectivo Sur Memoria y Dignidad, recordó que las víctimas de la dictadura buscaban construir una sociedad más justa, lo que les significó incluso la muerte.
Así también, recordó pasajes de su propia historia ligados a los hechos que afectaron a su entorno familiar y social. «Fernando era tan joven, apenas 24 años, pero en los últimos días de su vida pudo dejarnos un mensaje tan hermoso como este: la vida es linda y hay que vivirla con alegría, cualesquiera sean las circunstancias”.
Testimonios
Elisa del Carmen Hernández, viuda de Rogelio Tapia, dijo que es un “gran honor” recibir el título póstumo de su marido de parte “de nuestra Universidad”, a la vez que recordó que “compartimos junto a todos estos compañeros en los tiempos previos de la dictadura y durante la dictadura también, por verdad, por justicia, por un pueblo más unido, solidario y fraterno”.
En tanto que Ida Sepúlveda, Presidenta de la Agrupación de ex Presos Políticos y Familiares de Valdivia – Casa de la Memoria, comentó sentirse emocionada debido a que en la jornada también se conmemoraron 50 años de la ejecución en Valdivia de más de 10 personas –entre ellos algunos de los homenajeados con títulos póstumos–. “Creo que es parte de la justicia social que nosotros esperamos, porque la justicia no es solamente los tribunales, sino que tiene que haber una justicia social y moral por los compañeros ejecutados políticos y detenidos desaparecidos”, aseguró.
Finalmente, Rubén González Lefno, escritor valdiviano y exestudiante de la UACh, quien conoció personalmente a cada uno de los 10 homenajeados, aseguró que su aproximación a la ceremonia es significativa e intensa: “Ver las imágenes de cada uno de ellos en la pantalla gigante, los nombres, las familias de ellos –después de 50 años en algunos casos– es como recibir de golpe, en un segundo, una cantidad enorme de vivencias, de información, de emociones y la inevitable reconstrucción” de distintas situaciones y circunstancias compartidas con ellos en un período en que, dijo, “la actividad política era prioritaria”.
Memoria, Universidad y reparación
El Consejo Académico de la UACh –la instancia superior de toma de decisiones en materia académica de la institución– adoptó en forma unánime otorgar excepcionalmente la distinción universitaria de título y/o grado académico, según corresponda, a las personas que, habiendo sido estudiantes de pregrado de la Universidad, fueron víctimas de desaparición forzada o de muerte en virtud de actos de violencia política entre el 11 de septiembre de 1973 y el 11 de marzo de 1990.
La decisión del cuerpo colegiado fue tomada luego de la solicitud recibida de parte de la Corporación Colectivo Sur Memoria y Dignidad, que entregó un listado de exestudiantes. A partir de ello equipos de la UACh corroboraron la situación académica de las personas incluidas en la lista, así como antecedentes respecto de la fecha y circunstancias de la muerte o desaparición, además de su calificación por parte de la Comisión Nacional de Verdad y Reconciliación (la llamada Comisión Rettig).
Cabe destacar que tras la ceremonia realizada en el Aula Magna, el público se trasladó al memorial que recuerda a las y los estudiantes de la UACh víctimas de la dictadura, ubicado en el sector Patio de las Banderas. Allí se realizó un acto de puesta en valor de este espacio de memoria, trabajo que contó con la participación de docentes, estudiantes y trabajadores de la Universidad, instancia en la que también hubo distintas palabras y música (ver nota relacionada).
Estas actividades fueron parte de una mesa interfacultades de la Universidad Austral de Chile para la conmemoración de los 50 años del golpe de Estado de 1973, instancia que integran Filosofía y Humanidades, Ciencias Jurídicas y Sociales y Arquitectura y Artes, en coordinación con la Rectoría y las direcciones de Comunicaciones y de Vinculación con el Medio.
Ver transmisión de la ceremonia de entrega de títulos póstumos en YouTube.