* Otras fortalezas de la investigación son su vinculación internacional, el número de publicaciones (en el 2013 un total de 423 artículos de alto impacto) y los proyectos en ejecución (456).
Anualmente la Universidad Austral de Chile se adjudica un promedio cercano a los 10 mil millones de pesos para llevar a cabo la actividad de investigación, contribuyendo al desarrollo regional y nacional. “Es imposible concebir el desarrollo de la macro zona sur austral del país sin reconocer el enorme impacto de la investigación desarrollada por la UACh en sus 60 años de historia. La Universidad aporta el 85% de la producción científica de la Región de Los Ríos y el 73.1% de la producción de la Región de Los Lagos”, destacó el Director de Investigación y Desarrollo, Dr. Hans Richter, en una publicación de El Mercurio.
En ese contexto, y tal como se ha venido diciendo desde hace años, en una economía del conocimiento la receta de los países más prósperos ha sido invertir más en investigación, desarrollo e innovación. Por ello no es casualidad que la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE) haya mencionado, entre las cinco prioridades de Chile para impulsar el crecimiento, el fortalecer la innovación. Concretamente, la institución recomienda que el Gobierno aumente el gasto para formación avanzada de profesionales de ciencia y tecnología y que se fomente la alianza público-privada para la explotación de los recursos naturales, de acuerdo a lo informado en una nota del portal www.t13.cl
Siguiendo esta misma lógica, la publicación “La transferencia de I+D, la innovación y el emprendimiento en las universidades/ Educación superior en Iberoamérica-Informe 2015”, del Centro Interuniversitario de Desarrollo (CINDA), plantea que “es manifiesta la creciente importancia de la innovación y los activos intelectuales como motor del crecimiento económico y de la competitividad en el largo plazo. Más aún, las soluciones a los grandes retos a los que se enfrentan las sociedades actuales y futuras (cambio climático, energías limpias o pandemias, entre otros) necesitan de un gran esfuerzo en investigación y desarrollo de nuevas tecnologías (BID, 2010). Como resultado, la creación de conocimiento científico-tecnológico y su transferencia a la sociedad constituyen elementos clave en el desarrollo de las regiones y países (Arrow, 1962; Lucas, 1988)”.
En tanto uno de los textos de la serie “En foco”, editada el 2010 por el Instituto de Políticas Públicas Expansiva UDP, consigna que la capacidad de crecimiento de largo de plazo de las economías se vincula con su potencial de crear, desarrollar y usar conocimiento en sus procesos productivos. “Esta capacidad está íntimamente vinculada con el potencial de generar ciencia y tecnología (pura y aplicada) al interior de estas economías, la que a su vez se deriva de los esfuerzos de inversión en I+D de los países. Los miembros de la OCDE son líderes en esta dimensión”, plantea.
El estudio agrega que “Chile ha mostrado un avance sostenido en indicadores de generación de conocimiento y de ciencia y tecnología durante la década del 2000. Sin embargo, los niveles que exhibe son muy bajos respecto del grupo de países de la OCDE, situándose en el lugar 30 entre los 31 países”.
Lo anterior cobra aún mayor relevancia a la luz del anuncio presidencial de crear un Ministerio de Ciencia y Tecnología en la cuenta pública del pasado 21 de mayo. «Estamos elaborando junto a la Comisión Asesora Presidencial una propuesta para crear un Ministerio de la Ciencia y Tecnología. Necesitamos avanzar en hacer de la ciencia un verdadero pilar del crecimiento y fortalecer nuestras áreas estratégicas de desarrollo, así como expandir nuestra vocación por el conocimiento», enfatizó la Presidenta Michelle Bachelet, según indica el portal de radio Cooperativa.
Más de 60 años de investigación
Desde su fundación en 1954, la investigación en la Universidad Austral de Chile ha constituido una de las actividades académicas fundamentales del quehacer institucional. Ésta se encuentra respaldada en los estatutos y en las políticas de desarrollo difundidas al interior del cuerpo académico y por una estructura organizacional adecuada a las exigencias que la Institución se ha planteado.
Reflejo de este esfuerzo histórico son los positivos indicadores que posee la UACh. Por ejemplo, actualmente se encuentran en ejecución 456 proyectos de investigación, financiados a través de fondos externos concursables, competitivos y abiertos, tales como Fondecyt, Fondequip, Cooperación Internacional-Conicyt; programa PAI y PIA de Conicyt; Fondef y Fondef-Viu; Innova Chile de CORFO, FIC-R, INACh y Fonis, entre otros. En forma paralela, cada año la UACh registra la suscripción de más de 80 convenios de investigación con instituciones nacionales y extranjeras.
Asimismo, los recursos obtenidos en el periodo 2009-2014 han alcanzado, en el caso de los proyectos FONDECYT (Regular, Iniciación y Postdoctorado), sobre los $25.000 millones de pesos y en el caso de las demás fuentes de financiamiento sobre los $18.000 millones de pesos.
Esta labor genera numerosos artículos para revistas especializadas de nivel nacional e internacional (423 publicaciones ISI y 134 publicaciones SciELO en el año 2013), como también publicaciones de libros y capítulos de libro, en las diferentes áreas del conocimiento. Cabe recordar que a comienzos del 2000 solo se producían cerca de 100 publicaciones/año, mientras que el 2007 el número de publicaciones ISI fue de 205 y en el 2009 subió a 332.
Buen posicionamiento
“La Universidad, en términos relativos en el contexto nacional, ocupa un sitio de privilegio en todos los rankings nacionales e internacionales -QS 2014 y Universitas 2014-: en cuarto y quinto lugar dentro de las Universidades de Chile tanto en investigación como en postgrado. Esto responde a que disponemos de una comunidad de académicos e investigadores que son extremadamente productivos, hay una gran dosis de talento y compromiso en ello y nosotros como Dirección de Investigación básicamente lo que hacemos es apoyar”, explicó el Director de la DID en el programa “República de Los Ríos” en Radio UACh.
La actividad de investigación que realiza nuestra Universidad mantiene una importante colaboración internacional, que se refleja principalmente en publicaciones científicas conjuntas, en su mayor parte con Estados Unidos, Argentina, Alemania, España, Canadá e Inglaterra. “Ello es testimonio de la excelencia y el alto impacto de los resultados de esta actividad de investigación. La UACh es una universidad globalizada en términos de su capital relacional: alrededor del 40% de los investigadores están vinculados a instituciones extranjeras”, asegura el Director de Investigación y Desarrollo.
Hoy los proyectos se focalizan en I+D+i, generando nuevos conocimientos fundamentales; pero también participando en investigación aplicada con numerosas iniciativas contratadas por el sector productivo. El rango de influencia más directa de la UACh abarca desde la Región de Los Ríos hasta la Antártica, entorno privilegiado para desarrollar estudios en recursos naturales, biodiversidad, cambio climático, turismo de intereses especiales, estrategias de sustentabilidad, restauración de bosques, protección de cuencas, flora y fauna, conservación y conflictos entre especies autóctonas e introducidas, productividad acuícola, actividad silvoagropecuaria, entre otras. “La asociatividad con entidades público-privadas y la transferencia del conocimiento, sirven de motor de desarrollo para la región y el país”, destaca el Dr. Richter.
Desde los laboratorios
Para el investigador de la Facultad de la Medicina Dr. Carlos Figueroa (Director del Instituto de Anatomía, Histología y Patología), “en este momento, siendo nuestra casa de estudios una Universidad joven, destaca por el desarrollo de múltiples áreas de investigación: silvoagropecuaria, biología marina, ciencias ecológicas y sistemáticas, y ahora la Facultad de Filosofía y Humanidades, que es la segunda en la UACh, considerando el número de académicos, proyectos y publicaciones. Por lo tanto, hay una masa crítica importante en prácticamente todas las áreas”.
No obstante, advierte sobre la importancia de determinar “qué áreas quiere desarrollar la Universidad en mayor medida y qué esfuerzo realizará para ello, basada en el lugar donde nos encontramos y en el ambiente que nos rodea… Para poder captar fondos de mayor tamaño es necesario producir mayor integración que permita que los académicos interactúen y tengan la posibilidad de desarrollar proyectos de mayor envergadura que beneficien a la Universidad y le den mayor prestigio. La DID ha creado fondos especiales de proyectos de mayor envergadura y que vinculan a académicos de distintos grupos de investigación, lo que probablemente será un paso previo”. También menciona la necesidad de considerar una evaluación de los criterios de renovación académica, asegurando retener a investigadores con gran experiencia que aún pueden aportar a la Universidad.
Por su parte, la académica del Instituto de Bioquímica y Microbiología (Facultad de Ciencias), Dra. Ilona Concha, sostiene que la UACh, en sus 60 años de trayectoria, ha incrementado su cultura de investigación y su productividad científica, lo que, entre otros factores, “se debe también al crecimiento económico que ha tenido el país y a los avances tecnológicos”. En su opinión, los cambios igualmente se han producido por la renovación de la planta académica, lo que va de la mano con la creación de programas de postgrado hace más de 30 años. Por lo anterior considera que es tan importante “la anhelada Vicerrectoría de Investigación y Postgrado porque eso va a permitir crecer aún más en estos ámbitos”
La científica, a su vez valora que los estudiantes de pregrado se titulen con un plus para la vida laboral futura porque aprenden a desarrollar análisis crítico y a pensar como científicos. Destaca además la “creación de los núcleos de investigación de excelencia que se adjudicaron recientemente porque permiten que investigadores interactúen entre distintos grupos y facultades, se conozcan y hagan un proyecto común”.
Sin embargo, al igual que el Dr. Figueroa, menciona algunas debilidades como la presencia de gente joven que podría desarrollar investigación pero que requiere de un acompañamiento; la falta de actividades conjuntas como ferias y exposiciones; y la necesidad de que la Universidad incentive el desarrollo de proyectos de interés regional en el sur austral y también de iniciativas internacionales que aborden temas como bioenergía.
Autoevaluación: hacia una visión compartida
Al revisar el informe de autoevaluación de la UACh, se menciona que en abril de 2012, se crea un programa de 6 Centros Virtuales de asociatividad interdisciplinar, junto con consignar que la Universidad dispone de 187 laboratorios actualmente en operación. Asimismo cuenta con Centros Experimentales vinculados directamente a la Universidad; administra tres predios de gran importancia para investigación ecosistémica, biodiversidad y conservación de bosques prístinos; y posee 11 revistas científicas en distintas áreas del conocimiento.
Igualmente pone en relieve que equipos de investigadores se han adjudicado diez iniciativas en las tres versiones del Programa Equipamiento Científico y Tecnológico Mediano, FONDEQUIP de CONICYT, entre los años 2012 y 2014.
El informe agrega que en los últimos años se han desarrollado sostenidamente líneas específicas para estrechar el vínculo de la investigación con la docencia de pregrado y postgrado.
Respecto a los desafíos y planes de mejora, dicho documento también informa sobre la necesidad de crear una Vicerrectoría de Investigación y Postgrado, la cual fortalecerá la operatividad institucional de ambos sectores.
Asimismo, el Director de la DID se refirió en una entrevista en el programa “República de Los Ríos” de Radio UACh a la instalación de un campus innovador en la Universidad, con apoyo de CORFO, para el desarrollo científico-tecnológico. A su vez, dio a conocer el desarrollo del concurso «Núcleos de excelencia», que financiará la Dirección de Investigación y que abordará temas multidisciplinarios transversales de alta complejidad y envergadura.
“Lo más importante de los procesos de autoevaluación para acreditar es que la comunidad universitaria hace una reflexión de qué es lo que ha venido haciendo los últimos años respecto de la acreditación anterior, en qué pie está y cuáles son los desafíos y los planes de desarrollo que tiene que hacer. Todo esto nos ayuda a ir construyendo una visión compartida a futuro”, planteó el Director de la DID.
De esta manera, la UACh se hace cargo de gestionar responsablemente su calidad, además de asumir los desafíos que impone nuestro país en materia de educación superior y aporte al desarrollo, sobre todo en la zona sur austral.