A propósito de la reciente nominación a los premios Óscar del documental de Maite Alberdi “La memoria infinita”, donde se registra la historia de los últimos años de esta pareja, Augusto Góngora y Paulina Urrutia, se habla del miedo de Paulina a que llegue el día en que Augusto no la reconozca producto del Alzheimer que él padece desde hace ocho años.
En Chile como en el mundo, las enfermedades crónicas no transmisibles son un problema en aumento, tanto en complejidad como en magnitud. Nuestra realidad muestra una población que ve aumentado el número de adultos mayores y, por consiguiente, los problemas de salud asociado a demencias.
Los síntomas mas frecuentemente conocidos son de tipo cognitivo, psicológicos y cambios conductuales, lo que repercute en la calidad de vida, pudiendo requerir apoyo de terceros, llegando a comprometer su autonomía y participación familiar y social.
¿Y si pudiéramos adelantarnos a esta condición?
Diversos estudios han manifestado que una disminución del sentido del olfato a lo largo del tiempo se relaciona con una pérdida de la función cognitiva que también pudiese prever cambios estructurales en regiones del cerebro importantes en el desarrollo de la enfermedad, como en el bulbo olfatorio, siendo uno de los primeros síntomas clínicos observados; lo que se podría considerar como un marcador clínico de la gravedad y progresión de esta enfermedad. Lograr integrar una batería de exámenes olfativos dentro de los programas de salud del adulto y del adulto mayor a nivel primario de salud, se traduciría en un gran aporte para la conducción y tratamiento efectivo de esta y otras patologías neurodegenerativas; adicionar este criterio de sospecha a los ya existentes, podría ser una herramienta importante para la pesquisa de este tipo de enfermedades.
Es aquí donde un equipo multidisciplinario bien capacitado, incluyendo al Tecnólogo Médico ORL, pudiese cumplir un rol sumamente importante en la ejecución de este tipo de exámenes del área nasorespiratoria, en la promoción y prevención, como también en la investigación local de la eficacia de los test olfativos en nuestra población, y por qué no, ser un ente importante para el futuro del pronóstico de las patologías neurodegerativas.
Esta columna fue publicada en El Calbucano, La Estrella de Chiloé y su versión impresa, así como en El Insular.