Iniciativas presentan distintos grados de avance y van desde la fabricación e impresión 3D de elementos de protección personal hasta el diseño y testeo de prototipos de ventiladores mecánicos, además de innovadoras indagaciones con anticuerpos de alpacas para tratar el coronavirus.
En el marco de la emergencia sanitaria, las universidades del G9 se han constituido en actores relevantes en sus territorios. En sus instalaciones se realizan diagnósticos de PCR, sus equipos han distribuido EPP en centros asistenciales y mantienen contacto con sus comunidades a través de la continuidad de programas de salud, ahora por vía telemática.
Las instituciones de educación superior han dispuesto lo mejor de sus capacidades para enfrentar al coronavirus. De ello dan cuenta las iniciativas en materia de innovación e investigación que en este ámbito han desarrollado las casas de estudios que integran la Red de Universidades Públicas no Estatales G9, que van desde la producción de elementos de protección personal en 3D para ser distribuidas entre el personal de salud hasta el diseño de ventiladores mecánicos.
Se trata de sumar esfuerzos y poner al servicio del país el capital científico tecnológico y la experiencia acumulada de estas universidades, para avanzar en las soluciones que requieren los desafíos derivados del COVID-19, como lo demuestra la implementación por parte de la U. Católica del Norte de un laboratorio móvil de toma de muestras para el diagnóstico del virus en zonas rurales.
Igualmente, las instituciones del G9 han puesto a disposición del país sus laboratorios en distintas regiones, aumentando así las capacidades de procesamiento de muestras. Incluso se han aliado entre sí, como en el caso de las universidades de Concepción (UdeC) y Católica de la Santísima Concepción (UCSC), que dieron origen al Laboratorio Diagnóstico Interuniversitario de Covid-19, permitiendo descomprimir y apoyar a los de la Región Metropolitana.
Apoyo a centros asistenciales
Un aspecto significativo del trabajo de estos meses tiene relación con elementos de protección personal (EPP) que equipos integrados por estudiantes, profesionales y docentes se han encargado de diseñar, prototipar y producir, para luego ser distribuidos en distintos centros asistenciales de los territorios circundantes.
En el caso de la Universidad Católica de Temuco, el equipo UCT Active Protection fue uno de los tres ganadores del concurso Open Bridge COVID-19, de Know Hub Chile junto a otras instituciones, siendo además la única representante de regiones en adjudicar fondos en dicho certamen.
La Pontificia Universidad Católica de Valparaíso, por su parte, adjudicó el proyecto “Retos de Innovación COVID-19, Elementos de protección para el personal de salud”, a través del Valparaíso Makerspace, y desarrolla -al igual que otras casas de estudio- protectores faciales vía impresión en 3D.
Varias instituciones han producido elementos de protección personal, en ocasiones incluso en alianza con otras entidades. Es el caso de la U. Técnica Federico Santa María, que en colaboración con la Asociación de Fabricantes por la Emergencia Sanitaria (AFES), elabora escudos faciales mediante un sistema que agiliza su producción. Asimismo, destaca el diseño de una tórula desarrollable en Chile para la realización de los exámenes.
Análisis de datos
De igual manera, ha sido relevante el estudio de la evolución de la pandemia en el país. Desde el Doctorado en Modelamiento Matemático Aplicado de la Universidad Católica del Maule se están levantando modelos para predecir y orientar con respecto al comportamiento de los casos de COVID-19 y su impacto en el sistema hospitalario, en el aplanamiento de la curva y en la capacidad de testeo.
Por otra parte, el Instituto Milenio de Fundamentos de los Datos de la Pontificia Universidad Católica de Chile, asesora al Ministerio de Ciencia TCI y al MINSAL, para habilitar sistemas de levantamiento, recopilación, análisis y proyección de la evolución de la pandemia. Asimismo, el Centro Data UC cuenta con una plataforma que presenta en forma gráfica información sobre la evolución de la enfermedad en el país.
Avances en telemedicina
Si antes del coronavirus no estábamos acostumbrados a las clases y trabajo virtual, menos lo estábamos a las consultas médicas remotas o telemedicina, que en el marco de la pandemia ha debutado con experiencias importantes. “Telecovid UdeC” es una herramienta en línea que permite la consulta gratuita a pacientes de todo el país, con el objetivo de reducir las visitas de pacientes con síntomas de COVID a los servicios primarios.
Otra iniciativa corresponde a la UC Temuco que, a través de profesionales y estudiantes en proceso de práctica de sus carreras del área salud, ofrecen telerehabilitación abierta a la comunidad en fonoaudiología, kinesiología y terapia ocupacional. Es más, desde junio imparten un curso nacional de Telepráctica en Fonoaudiología, con el objetivo de desarrollar competencias teórico-prácticas sobre la utilización efectiva de esta herramienta como modalidad remota de intervención centrada en el paciente y su familia.
Respiradores mecánicos
Debido a la alta demanda de respiradores mecánicos para hacer frente al virus, parte importante de los esfuerzos han sido destinados en el diseño y testeo de prototipos de estos aparatos, que hoy son de primera necesidad.
Así, de los cinco proyectos preseleccionados en la iniciativa público-privada “Un respiro para Chile” tres corresponden a desarrollos asociados a las instituciones de la Red G9.
Se trata del Ambumatic (LeufüLab UACh), el Aparato de Asistencia Ventilatoria (UdeC en alianza con ASMAR) y el Ventilador Mecánico Invasivo (USM) que, debido a que cumplen con los criterios de seguridad, factibilidad de abastecimiento de materiales, madurez técnica y capacidad de los equipos humanos, pasaron a la etapa de validación por un consejo de expertos y la Sociedad Chilena de Medicina Intensiva (SOCHIMI).
“Un respiro para Chile” es una plataforma liderada por SOFOFA Hub, Socialab, el Banco Interamericano de Desarrollo y los ministerios de Economía y de Ciencia, Tecnología, Conocimiento e Innovación.
Buscando mejoras en testeo y alternativas de tratamiento de coronavirus
En tratamiento del coronavirus, por ejemplo, la UdeC investiga la seguridad y eficacia del Interferón alfa -2b recombinante humano, que ha sido utilizado como bioterapia experimental y proporciona una acción protectora frente al contagio viral; un convenio con la Asociación Chilena de Farmacias Populares facilita el paso desde producción piloto a producción farmacéutica.
En la misma línea, el Laboratorio de Biotecnología Médica de la Universidad Austral de Chile, que cuenta con uno de los microscopios más modernos de América Latina, avanza en su investigación con alpacas, determinando que el anticuerpo de este animal es “el mejor del mundo” en afinidad para el combate del coronavirus.
En la misma institución, a través de distintas facultades y del Centro de Genómica y Biotecnología AUSTRAL-omics, se desarrolla un proyecto de vigilancia epidemiológica masiva de coronavirus que ya ha logrado la validación técnica del muestreo, individual y grupalmente; la aplicación en plan piloto con 450 personas testeadas; y la generación de un modelo de trabajo replicable.
Desde la USM, en tanto, el Centro de Tecnologías Ambientales (CETAM), en colaboración con proyecto anillo Gambio, lidera una campaña de monitoreo de contaminación atmosférica en Temuco y Santiago, para dilucidar si acaso el material particulado puede o no ser canal de propagación, buscando esclarecer si bajo condiciones de contaminación por material particulado fino se podría favorecer la duración e ingreso del virus al organismo.
En la PUCV, por otra parte, el Laboratorio de Patógenos Acuícolas evalúa el impacto de péptidos sintéticos ya diseñados y sintetizados, en su potencial capacidad protectora para el control de la expresión de SARS-CoV-2 y su asociación en el desarrollo de Covid-19. Este ensayo podría ser de gran utilidad desde el diagnóstico precoz de la enfermedad hasta la generación de eventuales antígenos para potenciar vacunas.
Finalmente, en las últimas semanas se ha visto cierta inquietud sobre la ventilación mecánica en posición “prono” (boca abajo), que en tiempos prolongados puede generar escaras en el cuerpo y heridas en el rostro del paciente. Para paliar estos efectos, académicos y estudiantes de Ingeniería de la UC, apoyados por Fablab IDI, diseñaron un soporte facial para pacientes de COVID-19 con insuficiencia respiratoria, que mejora la calidad de la atención y la efectividad de este procedimiento.
Indicadores G9 en investigación
Un aspecto importante es la capacidad que las universidades del G9 han demostrado en materia de investigación y formación de capital humano avanzado en forma sostenida en el tiempo, destacando en el contexto de las instituciones de educación superior del país. Entre las cifras relevantes que dan cuenta de este posicionamiento se encuentran las siguientes:
• Las universidades de la Red G9 obtuvieron el 49% de las adjudicaciones por concursos de Fondecyt y Fondef, correspondiente al periodo 2017-2019. Esta cifra es en relación con el total de proyectos adjudicados en estas categorías, por universidades del Consejo de Rectores. (Fuente ANID)
• Los graduados de los programas de doctorados de las universidades G9 representan el 46% del total de doctorados de las universidades que forman parte del Consejo de Rectores (CRUCh). Al año 2018 se registraron 339 titulados. (Fuente: SIES)
• Los graduados de especialidades médicas de las universidades G9 representan el 31% del total de graduados de estas especialidades de las universidades que forman parte del Consejo de Rectores (CRUCh). Al año 2018 se registraron 433 titulados. (Fuente: SIES)
• Las universidades G9 representan el 60% de las solicitudes de patentes de las universidades nacionales para el año 2019 y, en materia de registro de patentes de las universidades nacionales, representan el 49%, año 2019. (Fuente: Inapi)
• Respecto al ranking THE Latinoamérica 2020, el 44% de las universidades del G9 se encuentra entre las mejores 50 universidades de Latinomérica.