Hablar sobre el rol de las ciudades en el desarrollo urbano sostenible no es una tarea fácil. Hoy nadie discute que el futuro de la tierra es urbano. En este sentido, el papel de las ciudades en el desarrollo sostenible es potencialmente crucial. Un acercamiento consiste en argumentar que todos los desafíos globales necesitan ser localizados y tratados transversalmente. Si bien esta es una visión muy racional, se pierde la oportunidad esencial que un objetivo de ciudad sostenible podría ofrecer: ciudades y comunidades empoderadas de todos los tamaños; y al mismo tiempo, hacerlas responsables de formar parte de los enormes cambios sociales, económicos y ambientales que son tan importantes para sostener nuestro futuro.
Hoy en Valdivia podemos ver, leer y escuchar diariamente la palabra «sostenible» o «sustentable», por parte de nuestras autoridades, consorcios, instituciones públicas y municipio. Valdivia cuenta hoy con un plan de acción para ser capital sostenible. Sin embargo, vemos hoy acciones que se alejan completamente del discurso: un plan regulador que fomenta la expansión urbana, la baja densidad y aumenta la huella de carbono en una ciudad que no supera los 150 mil habitantes; proyectos de conectividad fallidos, y soluciones «parches» como plazas activa y «mini-parques» que no se hacen cargo de los problemas reales que afectan a nuestro centro urbano. ¿Cuántas de estas acciones se traducen como sostenibles? Valdivia hoy es una ciudad de contradicciones: una ciudad que a pesar de los discursos carece de todo tipo de planificación urbana, en donde sus autoridades no han sabido entender el real significado de la palabra «sostenible». Además, la carencia de capital humano preparado en disciplinas de planificación en los departamentos que gestionan las acciones y toma de decisiones en nuestra ciudad, es un tema que refleja el estado hoy de Valdivia.
Entonces, la forma en cómo la ciudad responde se puede constituir como una posible solución o problema. El rol de las ciudades es traducir el concepto de sostenibilidad hacia acciones específicas, dentro de plazos que generen cambios en nuestras generaciones y no dentro de tiempos que alcancen únicamente para cumplir periodos electorales. Sin lugar a dudas cabe reflexionar sobre si realmente nuestras autoridades y oficinas públicas están preparadas para llevar a cabo las acciones y las misiones, que nuestra ciudad demanda hoy.
LEER COLUMNA EN EL DIARIO AUSTRAL REGIÓN DE LOS RÍOS