Una ciudad especial es Valdivia para el Dr. Iván Díaz, académico de la Facultad de Ciencias Forestales y Recursos Naturales de la UACh. La cantidad y diversidad de árboles nativos y exóticos que tiene le evocan “un pedazo de bosque en la ciudad”. Esto mismo fue lo que lo animó a indagar más sobre las especies centenarias que aún quedan en parques, plazas y algunos jardines de casas antiguas. Es así como en el año 2020 se adjudicó el proyecto Fondart “Arboles Patrimoniales de Valdivia”, el cual finalizó esta semana con una ceremonia en el Parque Urbano El Bosque.
La actividad congregó a diversas personas interesadas en conocer más sobre la naturaleza y familias que asistieron junto a niño/as para disfrutar de la charla y posterior recorrido por el parque.
¿Qué son los árboles patrimoniales?
El Dr. Díaz los definió como “árboles destacados por su tamaño, valor histórico, estético y cultural. También se destacan por su edad y ubicación, entre otros aspectos”, señaló.
En Valdivia, el docente ha encontrado numerosos de estos individuos desde que comenzó a hacer un catastro, recorriendo la ciudad e identificando aquellos que cumplieran con ciertos requisitos, como un tronco mayor de 95 cm de diámetro, más de 100 años, su biodiversidad asociada, etc.
“Encontramos más de 700 árboles centenarios en Valdivia, la mayoría con troncos mayores a 95 cm de diámetro. Muchos de estos ejemplares nacieron en el bosque nativo; otros fueron árboles exóticos plantados hace más de 120 años”, afirmó.
Todos estos árboles fueron identificados en lugares como el Parque Saval, Parque Prochelle, Parque Santa Inés, Parque Harnecker, sector el Bosque, General Lagos, Centro Experimental Forestal, Plaza Simón Bolívar (en este último sitio todos los árboles tienen sobre 100 años), etc.
Así también en la larga lista de ejemplares, el académico mencionó algunos de los más destacados. Entre los nativos se encuentra un roble de 350 años ubicado en el barrio El Bosque; otro de la misma especie en la Facultad de Ciencias Agrarias y Alimentarias de la UACh, de 150 años y un diámetro de 1,65 cm. En el Parque Urbano se puede observar un enorme laurel de 2,4 metros de diámetro, mientras que en el CEFOR habita un maitén de 1,4 m de diámetro.
Las especies exóticas también poseen individuos de gran tamaño en nuestra ciudad. Es el caso de una sequoia gigante de 150 años de la Facultad de Ciencias Económicas y Administrativas de la UACh, un encino de 120 años en el CEHUM y una araucaria de Nueva Zelanda de la misma edad cerca del Museo Histórico y Antropológico Maurice van de Maele.
“La ciudad es como un jardín botánico con árboles centenarios nativos y exóticos. Los invito a mirar hacia arriba y observarlos, donde viven pájaros, plantas. Los árboles nos dan sombra, son parte del ambiente natura que nos rodea”, enfatizó.
Los asistentes pudieron disfrutar de un recorrido por el parque junto al académico observando diversos árboles en el trayecto. Se produjo una interesante y amena conversación, donde la comunidad pudo expresar su preocupación por la inexistente regulación para la protección de este patrimonio, poniendo en evidencia la necesidad de contar con mecanismos para cuidar y conservar este valioso legado del pasado.