En años anteriores la misma autoridad ha promovido el uso de leña seca y el recambio de calefactores…
Ha comenzado una nueva etapa de restricciones al uso de leña. Para variar las medidas son distintas a las del año anterior. Se ha disminuido el número de polígonos a dos y, en episodios de pre-emergencia y emergencia ambiental, no está permitido el uso de leña, independientemente de si está seca y/o certificada y el calefactor cumple las normas de emisiones y de eficiencia. En años anteriores la misma autoridad ha promovido el uso de leña seca y el recambio de calefactores, consagrando con estos cambios señales confusas a los usuarios. Muchos, este año, invirtieron en buena leña y en calefactores más eficientes que son claramente menos contaminantes. Sumado a ello la Municipalidad de Valdivia anuncia con bombos y platillos el reemplazo de todas las calderas de los establecimientos educacionales municipales a gas.
¿Qué es lo previsible que vaya a pasar con estas señales? Primero, una parte de los usuarios particulares el próximo año, presumiblemente, no comprará leña seca, dado que igual tendrá restricción y optará por comprar leña de peor calidad a menor precio y comprar/obtener/mantener una estufa, cualquiera, para los días de restricción. Segundo, otro segmento de usuarios con mayores ingresos se cambiará de combustible: a parafina, gas, electricidad lo que tendrá un importante impacto en su presupuesto dejándoles menos ingreso disponible para consumir otros bienes, impactando la economía local. No se descarta que aumente el mal confort y los problemas de salud asociado a menos calefacción. Sin embargo si la autoridad pensara sistémicamente se daría cuenta que si bien es cierto podría disminuir la contaminación, de esta forma aislada, tendrá asociada también, la contracción de la actividad económica regional.
Creo que somos muchos los que estamos cansados de insistir en que se deben promover sistemas de calefacción modernos a biomasa (no contaminantes) lo que además de atacar de raíz el problema de la contaminación tendría un gigantesco impacto en la actividad económica local.
La Municipalidad y otros entes públicos, tienen la opción de promover la instalación de calderas modernas a biomasa (chips o pellets) que además deberían estar subsidiadas por el Estado.
LEER COLUMNA EN EL DIARIO AUSTRAL REGIÓN DE LOS RÍOS