Este profesor y gestor cultural llega hasta Valdivia, a la Facultad de Filosofía y Humanidades, por recomendación de un colega radicado en Santiago. No conocía Chile, pero deseaba cruzar el Atlántico. El nuevo académico del Instituto de Filosofía y Estudios Educacionales, Vicente Serrano, arribó hace pocos días desde Madrid para hacer clases de filosofía en los alumnos de Bachillerato.
Serrano estudió Derecho y Filosofía, de esta última carrera se doctoró en la Universidad Complutense de Madrid. El Derecho es otra de sus pasiones, área que desarrolló a través de un Diplomado en Derecho Constitucional y Ciencias Políticas en el Centro de Estudios Constitucionales de Madrid.
Su trabajo le ha llevado a realizar estancias como investigador en diversas universidades alemanas, país donde fue director del Instituto Cervantes de Munich, Instituto dedicado a la difusión de la cultura española y latinoamericana en los cinco continentes.
Autor de numerosos artículos especializados en el área de filosofía clásica alemana y ética, se ha destacado también como traductor y editor de autores como Hegel (Fe y saber. Madrid, Biblioteca Nueva, 2000), Fichte (Ensayo de una crítica de toda revelación. Madrid, Biblioteca Nueva, 2002), Schelling (Panorama general de la literatura filosófica más reciente. Madrid, Abada, 2006) o Nietzsche (El pensamiento trágico de los griegos. Escritos póstumos 1870-71. Madrid, Biblioteca Nueva, 2004). Igualmente fue editor de obras colectivas como Ética y globalización. Cosmopolitismo, responsabilidad y diferencia en un mundo global (Madrid. Biblioteca, Nueva, 2004) o Formes de rationlité et dialogue interculturel. (Hildesheim/New York, Olms Verlag, 2006).
Interesado en aspectos político-culturales de las sociedades contemporáneas, publicó en colaboración con Guiomar Salvat, «La revolución digital y la sociedad de la información» (Sevilla/Zamora, Comunicación social, 2011). Actualmente es director de la colección de ensayo en español Hispanica Legenda de la editorial hispano-mexicana Plaza y Valdés.
Vicente Serrano:»Si tengo que hacer un primer balance es muy positivo, Valdivia es una ciudad agradable, acogedora».
¿Cuál es el aporte que vislumbra, tanto desde sus conocimientos como desde la Universidad?
Los conocimientos que he adquirido en tantos años de dedicación, de estudio, de trabajo, de esfuerzo, de vocación y también como docente, son los rasgos distintivos de mi vida, me he dedicado tanto a la filosofía, como al derecho, mundo desde donde provenía en cuanto estudios. Sobre el aporte, creo que es mucho. Soy de los que piensan que siempre se aprende de los alumnos, te hacen revisar y sentirte vivo. Sin duda que será un gran aporte tanto de los estudiantes, como de la propia Universidad que me ha acogido.
¿Cómo se anima a venir hasta el sur de Chile a enseñar?
Llego por una convocatoria, tuve conocimiento a través de un colega que actualmente está en Santiago. Tenía interés en desplazarme al otro lado del Atlántico. Es la primera vez que vengo a Chile. De hecho pasé directo a Valdivia, sólo conocí el aeropuerto de Santiago y, además, el avión atravesó la cordillera de noche, por lo que apenas pude ver. Antes estuve en Alemania, para el proceso de tesis de doctorado y desarrollando tareas de gestión de cultura en el mismo país, pero me interesaba venir a este lado del mundo.
¿Qué asignaturas enseñará este semestre?
Tengo tres módulos sobre pensamiento crítico e historicidad, una reflexión sobre la idea de historia y la idea de la modernidad; el otro es un curso sobre la información y la comunicación, donde uno de los textos bases es «El árbol del conocimiento» del gran chileno Humberto Maturana. Y el tercero es sobre bioética, es una introducción para alumnos de Bachillerato.
Por último, ¿Qué le ha parecido Valdivia?
La impresión que tengo de Valdivia es, cierto modo, la que había imaginado y había visto en fotos. Mucha naturaleza, muy exuberante, muy agradable, sólo llevo aquí pocos días, pero si tengo que hacer un primer balance es muy positivo, Valdivia es una ciudad agradable, acogedora, aunque no han llegado todavía las lluvias que todo el mundo me dice que marcan mucho.