<p align="justify"><em>* La iniciativa apunta a evaluar cuál es el efecto de las fluctuaciones de los caudales del estuario del río Valdivia en el desempeño de un área de crianza de jaibas.</em></p><p align="justify">El Dr. Luis Miguel Pardo, Biólogo Marino, PhD en Biología, académico del <a href="http://www.ciencias.uach.cl/instituto/biologia_marina/index.htm">Instituto de Biología Marina</a>, <a href="http://www.ciencias.uach.cl/">Facultad de Ciencias</a>, de la <a href="http://www.uach.cl/">Universidad Austral de Chile</a>, <strong>se adjudicó un Proyecto de Iniciación Fondecyt</strong>. En dicho certamen esta casa de estudios superiores se adjudicó 10 iniciativas, tres de las cuales corresponden a jóvenes investigadores de la Facultad de Ciencias.</p><p align="justify">Respecto a la adjudicación de dicho proyecto, el profesional señaló que "para mí es especial, por un lado porque el financiamiento me permitirá seguir desarrollando investigación y porque nunca había tenido un subsidio estatal. Me da un relajo, porque podré financiar de mejor forma las tesis de mis estudiantes y también me hace sentir bastante bien, por el hecho de acceder a fondos más grandes".</p><p align="justify">Estudió biología marina en la Universidad Católica del Norte en Coquimbo, donde comenzó a trabajar con crustáceos en general; hizo un doctorado en Canadá en la Universidad de Laval en Québec, donde trabajó en comportamiento, ecología e historias de vida de gastrópodos. De vuelta en Chile continuó el estudio de crustáceos, utilizándolos como un modelo biológico para ver los efectos de las variaciones ambientales en el reclutamiento al bentos (fondo marino). </p><p align="justify">Comenta que siempre le interesó la ciencia y que era evidente su atracción por esta área, ya que participaba en ferias científicas juveniles y otras actividades relacionadas. Le gustaban los insectos, muy cercanos a lo que son los crustáceos, así es que esa inquietud viene desde pequeño. "Soy de Santiago y no tenía una relación con el mar muy directa por lo que estudié biología marina por curiosidad".</p><p align="justify"><strong>Experiencia</strong></p><p align="justify">Siempre ha trabajado en crustáceos y desde que llegó el 2005 a la UACh está dedicado específicamente a los recursos explotables, principalmente las jaibas. Una de sus primeras líneas de investigación fue la detención de áreas de crianza de juveniles de jaibas, en un Proyecto de la Fundación Andes, con dineros del IFS (International Foundation for Science) y de la Dirección de Investigación y Desarrollo (DID).</p><p align="justify">"Dicha investigación me dio la base para empezar a ver los patrones que siguen mis organismos objetivo en el estuario del Río Valdivia, principalmente la jaiba marmola que representa casi el 90% de la pesquería en Chile, recurso muy importante y cuyo conocimiento es bajísimo. Con esos fondos pudimos detectar un área de crianza -en la cual estamos trabajando hoy en día- que es un hábitat específico donde hay una alta abundancia de juveniles de una especie y éstos tienen elevadas tasas de crecimiento y sobrevivencia en ese lugar. En términos de poblaciones estos son sitios claves, porque desde ahí se produce la exportación de los individuos que van a formar el stock pesquero", indica.</p><p align="justify"><strong>El Proyecto</strong></p><p align="justify">El académico señala que después de detectar el lugar, en el estuario del río Valdivia, cabe preguntarse qué pasa con este tipo de hábitat en el marco del cambio global. Qué sucede con el aumento de la pluviosidad o con los deshielos; qué efecto podría tener el cambio del caudal de los ríos en estas áreas tan sensibles en términos poblacionales. </p><p align="justify">La iniciativa adjudicada apunta directamente a evaluar cuál es el efecto de las fluctuaciones de los caudales del estuario en el desempeño de estas áreas de crianza, cómo afecta por ejemplo la salinidad en el crecimiento o en la sobrevivencia, qué pasa con la interacción con los predadores y las diferencias o variaciones de caudal en cuanto a la llegada de las larvas a este sistema.</p><p align="justify">Agrega que "en teoría el proyecto empezaría en noviembre y espero que sea sí porque coincide con los ciclos reproductivos. Se pidió por tres años, vamos a ver si lo financian por ese periodo, porque quiero ver algunos efectos a largo plazo". </p><p align="justify"><strong>Calidad Científica</strong></p><p align="justify">El Dr. Pardo, quien trabaja en el Laboratorio Costero de Calfuco de la Facultad de Ciencia<strong> </strong>UACh, considera que al hablar de la calidad de la investigación que se desarrolla en esta casa de estudios superiores hay que separar la capacidad humana de la infraestructura.</p><p align="justify">"En términos de capacidad humana yo creo que la Universidad está muy bien posicionada, ya que hay mucha gente buena, con buen nivel de conocimientos y buena formación. Probablemente es la infraestructura la que a veces hace que quedemos un poco más atrás; sin embargo con la construcción del Laboratorio de Calfuco esa carencia se ha soslayado de forma importante", recalca.</p>