La Dra. Carolina Lizana es ingeniero agrónomo, con mención en fitotecnia, de la Universidad de Chile, donde posteriormente realizó un Magíster en Ciencias Agropecuarias, con mención en Producción de Cultivos. Realizó sus estudios de Doctorado en la Universidad Austral de Chile. Sus áreas de investigación son la producción de cultivos y su respuesta a estreses ambientales, en el contexto del cambio climático global, así como el rol de la diversidad genética en la sustentabilidad de la agricultura. Actualmente es Prodecana de la Facultad de Ciencias Agrarias y Alimentarias de la UACh.
Ha dirigido los proyectos FIA “Evaluación de líneas mejoradas de papas nativas de Chiloé (patrimonio fitogenético nacional) adaptadas a nuevas condiciones de estrés hídrico y térmico con una mayor valorización comercial del producto” y “Programa de Innovación y creación de valor en los sectores agropecuario, alimentario y forestal de la Región de Los Ríos”.
Junto a eso, ha dirigido los proyectos “Circuito de aprendizaje en innovación y emprendimiento para el sector agrario y agroalimentario de la Región de Los Ríos – Fase 1” de la Corporación Regional de Desarrollo Productivo de Los Ríos y FIC-R Los Ríos “Cadena de valor agroecológica en legumbres”.
Ella es parte del ciclo de entrevistas realizadas en el marco del proyecto INeS MinCiencia – ANID “Fortalecimiento, integración y proyección de capacidades institucionales para la innovación basada en I+D en la Universidad Austral de Chile”, que busca poner en valor el trabajo de las mujeres que lideran iniciativas de innovación en la UACh.
¿Qué la motiva a desarrollar su trabajo en el área de la innovación?
Una de las principales características de las personas que se dedican a la academia y la investigación es la curiosidad, los deseos de aprender, buscar y proponer cosas nuevas, en este sentido creo que la innovación es algo que se da naturalmente, como el siguiente paso cuando se desarrolla una línea de investigación. Muchas veces eso sí, este camino no es tan evidente, por lo que es muy necesario adquirir formación en innovación, para poder aplicar los descubrimientos científicos e innovar. Mi principal motivación es poder entregar productos que agreguen valor al sector agroalimentario y que impacten sobre el desarrollo económico y humano de las personas.
¿Cuáles han sido las principales dificultades que ha encontrado en este camino?
Afortunadamente las ciencias agrarias y alimentarias están directamente relacionadas con problemáticas aplicadas: la producción de alimentos, la adaptación al cambio climático, la sustentabilidad, la agregación de valor etc., son el eje de nuestro quehacer, por lo tanto, desde el punto de vista disciplinar estamos llenos de desafíos de innovación y no es difícil encontrar espacios para innovar. Las problemáticas actuales requieren de toda nuestra creatividad para superarlas.
En mi experiencia desarrollando proyectos de innovación las dificultades están más asociadas con las relaciones humanas y la conformación de los equipos de trabajo. La innovación obliga a relacionarse con un mayor número y diversidad de actores, comparando cuando realizas solo investigación. Hay que trabajar de manera transdisciplinaria, aprender lenguajes y formas diferentes de comunicación, lograr conectar con los interlocutores del sector público, privado, productores de diferentes tamaños y rubros, cada uno con problemáticas y entornos diferentes para entender y abordar las brechas que permitan generar y adoptar una innovación. Es muy desafiante. En estos espacios de trabajo se debe hacer un esfuerzo constante por lograr la validación tanto del equipo de trabajo como de los otros interlocutores en el ecosistema, y no siempre es fácil. Creo que hasta ahora hay una buena integración de mujeres a los equipos de trabajo, pero cuando toca liderar aún hay dificultades en el reconocimiento y el rol en la toma de decisiones.
Creo que es esencial seguir avanzando en impulsar y fortalecer los liderazgos femeninos que pueden aportar una mirada diferente para el desarrollo local y global.
¿A qué cree que se debe el que exista una menor cantidad de mujeres liderando proyectos de desarrollo e innovación?
Yo creo que se debe a la menor participación de la mujer en cargos de gestión, comités y toma de decisiones, sin dejar de considerar que el número de académicas en las casas de estudio es considerablemente menor al de los hombres y esto genera una brecha inicial de acceso que se debe superar. La inclusión de mujeres en estos espacios ha sido relativamente reciente. Para una académica que no posee redes o conexiones personales, es necesario participar de estos espacios para conocer personas y generar confianzas, trabajar con equipos transdisciplinarios, participar de la discusión y análisis de brechas que a la larga permiten identificar espacios de colaboración y generación de innovación. Creo que, a pesar de los avances, la participación de la mujer en cargos de gestión, en general, sigue supeditada a cargos de apoyo. Con solo cuatro decanas en la historia de la universidad y ninguna rectora, queda claro que hay que hacer un esfuerzo por generar los tiempos y espacios para lograr una mayor participación de académicas en la discusión, gestión y representación universitaria, instancias donde muchas veces se identifica, planifica y se toman decisiones para el desarrollo de la innovación. La presencia femenina en estas instancias sin duda abre las puertas a otras académicas interesadas en aportar en este ámbito.
¿Cómo se podría potenciar o estimular más esta participación?
Creo que, con lo indicado anteriormente, abriendo más espacios de participación efectiva a las mujeres en cargos de gestión, comités o representación de la Universidad en mesas de trabajo, donde se discute y toman decisiones para el desarrollo de innovación.
¿Cuál es su visión sobre la relación de la Universidad con los sectores productivos de los territorios y cómo cree que se pueden potenciar?
Creo que a pesar de que se repite que la Universidad no está bien conectada con los sectores productivos del territorio existen muchas iniciativas que demuestran lo contrario. La Universidad en general y especialmente en nuestra Facultad el 80% de las iniciativas que desarrollamos están relacionadas con el medio productivo. Quizás falta una mayor visibilidad de estas hacia la sociedad. Es necesario juntarnos para entender los plazos en que la empresa requiere la innovación y los indicadores del sector público sobre la inversión en innovación. Por otra parte, el financiamiento de iniciativas de innovación a través de fondos concursables de corto plazo dificulta el mantener una relación que asegure la adopción y sustento de la innovación en el tiempo, por lo cual es muy importante lograr un mayor involucramiento de las empresas en estos desarrollos y para ello el sector productivo debiera estar más abierto a reunirse con la academia de modo de aunar intereses y realizar esfuerzos mancomunados. Para potenciar la innovación se debe trabajar en generar estas redes de trabajo y muy especialmente poder generar instancias de co-creación con los usuarios y/o consumidores de dichas innovaciones para generar el impacto esperado.
¿Desea agregar algún otro comentario?
Todas las personas tenemos enormes aportes que realizar a la innovación. Creo que la diversidad es especialmente importante para innovar, las mujeres tenemos algunas cualidades como el ser directas, prácticas, buscar soluciones y comprender el entorno de una manera distinta, aspectos que creo pueden ser muy bien aprovechados para lograr innovaciones y desarrollo sostenible. Solo me gustaría invitar a más mujeres a formarse y recorrer este camino que es desafiante pero lleno de satisfacciones por las contribuciones que a través de él se puede hacer a la sociedad.