La Escuela de Obstetricia y Puericultura e Instituto de Salud Sexual y Reproductiva de la Universidad Austral de Chile (UACh) lamentan el reciente fallecimiento de la ex académica y directora de esta carrera, Matrona Gladys Seguel Imholz (Q.E.P.D.).
Junto con enviar sus condolencias a familiares, amigos, amigas y cercanos, reconocen el aporte de la ex académica en la formación de matronas y matrones teniendo como sello la humanidad, empatía y mirada holística en el trato diario con estudiantes y usuarias.
La Matrona Gladys Seguel Imholz nació el 28 de septiembre de 1938, realizando sus estudios profesionales en la Universidad de Chile, e ingresando a la Universidad Austral de Chile el 1 de junio de 1968 como docente del entonces Instituto de Enfermería y Obstetricia.
Entre sus diversos aportes como formadora en la UACh, ejerció como Directora de la Escuela de Obstetricia y Puericultura desde 1974 a 1996, año en que se acogió a retiro.
Su funeral se realizará este miércoles 17 de abril en el Cementerio General de Valdivia, después de una misa a las 10.30 hrs. en la Parroquia Santa Inés, Isla Teja.
Para Gladys con cariño…
Conocí a Gladys cuando ingresé como académica, Categoría V, hablo de 26 años atrás por lo menos. Apenas entrar al entonces Instituto de Enfermería Materna, Gladys me acogió y asumió por su cuenta la función de tutora y mentora. Cada cierto tiempo ella me orientaba a tener una mirada crítica de la realidad, me hacía mirar los problemas de las mujeres que atendíamos en esos años. La pobreza, la desnutrición e incluso la experiencia de las mujeres que habían sufrido maltratos en los tiempos de la dictadura. Nada se le escapaba, y de todo ello me transmitía los valores, la fortaleza y el rol de la Matrona.
Un día, inolvidable para mí, vino a mi pequeña oficina, de esas de las casitas antiguas que formaban la Facultad de Medicina y me dijo, “Myriam, venga. Deje lo que está haciendo, póngase la chaqueta, que nos vamos a ir a caminar al Jardín Botánico”. Ciertamente me pareció raro e inusitado dejar la oficina para ir a caminar.
Salimos, me tomó del brazo y comenzó a hablarme de la maravillosa belleza del Jardín, de cómo los académicos se perdían este lugar de inspiración y luego dijo la frase que me conmovió para siempre: “Myriam, sepa usted, que un académico no se construye sentado en la silla de oficina, la academia se construye así, caminado, conversando con otros, conociendo a los otros caminantes”. Esta frase cambió mi vida porque, como dijo ella, este no es solo un lugar para “ganarse el pan”, es un lugar de encuentro con la Ciencia y lo humano.
Sabia maestra, dulce, delicada, elegante, católica ferviente y respetuosa de otros credos, sensible ante los problemas sociales, acogedora con los estudiantes, inteligente, líder de procesos que posicionaron e instalaron al Instituto de Enfermería Materna, adelantada a su época, madre y esposa amorosa… Te despido MAESTRA, colega, eterna inspiración que los ángeles y tus seres queridos te reciban en el Reino de los Cielos. A nosotros nos quedan los regalos de haberte tenido y conocido en esta vida, de haber transitado juntas por los caminos del saber de la Matronería y por sobre todo, porque nos enseñaste con amor, con sabiduría, con experticia técnica, y amorosamente el rol de las Matronas y Matrones. – Escrito por Dra. Myriam Márquez Manzano, Académica Instituto de Salud Sexual y Reproductiva UACh.