Como Instituto de Neurociencias Clínicas, unidad académica de la Facultad de Medicina de la Universidad Austral de Chile, abocada a la promoción de la Salud Mental, nos sentimos llamados e interesados a pronunciarnos acerca de la paralización de estudiantes de nuestra casa de estudios.
En primer lugar, reconocemos el derecho de las y los estudiantes a plantear sus demandas y buscar que ellas sean oídas por parte de las autoridades universitarias. Asimismo, vemos la movilización como una oportunidad para todos los estamentos de la Universidad para favorecer transformaciones institucionales que permitan mejorar la calidad de vida de sus estudiantes. De igual modo, valoramos el sentido de confianza que las y los estudiantes depositan en la Universidad para enfatizar y construir espacios de diálogo que permitan implementar políticas institucionales en salud mental.
En segundo lugar, compartimos la preocupación por la salud mental de toda las personas que conforman la comunidad universitaria, sean estudiantes, docentes o funcionarios. El bienestar de cada uno de estos estamentos redundará siempre en una mejor calidad del proceso educativo. Reconocemos que existen elementos de intervención que promuevan la salud mental de los estudiantes que escapan a la capacidad de las autoridades de la UACh para ser resueltos y que son resorte de políticas públicas.
En tercer lugar, ateniéndonos a los planteamientos señalados en el Petitorio Unificado UACh 2019, compartimos la visión de que en la génesis del deterioro en la calidad de la salud mental de las y los estudiantes, influyen no sólo factores psicológicos individuales, sino también por otros de orden familiar, cultural, ambiental, organizacional y sociológico, siendo el estrés académico, las falencias de infraestructura y los conflictos de relaciones sólo una dimensión del problema.
En cuarto lugar, respecto al ítem del Petitorio que solicita un fortalecimiento del protocolo de Salud Mental, deseamos señalar que la Universidad Austral de Chile ha sido reactiva respecto al cuidado de la salud mental de los estudiantes. Al respecto, el Instituto de Neurociencias Clínicas ha colaborado, entre otras, a través de las siguientes acciones: sensibilización y prevención de la conducta suicida por la Alianza Chilena contra la Depresión, talleres de promoción de la salud mediante mindfulness, realización de estudios diagnósticos anuales del escenario de factores de riesgo en salud mental, participación en el trabajo de la Mesa de Salud Mental, formación de psiquiatra para dirigir el CESU y coordinación con el sistema público de salud.
En quinto lugar, creemos que el abordaje para promover la salud mental siempre debe considerar la promoción, la prevención y la intervención en una mirada de salud pública. En ese sentido, vemos en la solicitud de una optimización de la carga académica un paso favorable para reducir factores de estrés académico que pudiesen ir en detrimento de la salud mental.
En sexto lugar, deseamos señalar que el paro estudiantil, paradójicamente, puede favorecer el deterioro de la calidad de la salud mental de las y los estudiantes mediante el estrés que genera el riesgo de pérdida de beneficios estudiantiles y la desorganización del calendario de actividades académicas. Asimismo, no compartimos que las medidas de fuerza como las tomas sean métodos válidos para la reivindicación de las demandas estudiantiles.
Finalmente, como Instituto nos ofrecemos a participar activamente en la discusión para la concreción de medidas que promuevan el bienestar de las y los estudiantes. Por lo anterior, haremos llegar a la Decanatura de la Facultad de Medicina de la Universidad Austral de Chile, una lista de propuestas de prevención e intervención en salud mental que pueden contribuir a la resolución de este proceso.
Valdivia, 28 de junio del 2019