En cualquier confrontación es imprescindible tener claro quién es el adversario, y conocer tanto sus fortalezas como sus flancos débiles. En el caso de ustedes, y en general de nosotros, el adversario es el Gobierno de Chile. El adversario no es la Universidad Austral. La Universidad, por el contrario, es vuestro refugio y es vuestro apoyo. Por lo tanto todo daño que se le haga a ella es un triunfo para el adversario.
Están ustedes llamando a un plebiscito para decidir si iniciar o no el segundo semestre académico. La razón de ese plebiscito es, obviamente, decidir cuál será la alternativa que más impacto tendrá sobre el Gobierno y que más posibilitará vuestro triunfo de calidad y gratuidad.
En caso de que el resultado sea una mayoría por no realizar el semestre, puedo con sincera convicción asegurarles lo siguiente: 1) El impacto sobre el Gobierno será nulo. Cuando mucho será una presión moral, leve por lo demás, en un mundo de la política actual en que los valores morales son cada vez más escasos. 2) El gran impacto destructivo será sobre la Universidad. 3) El no al segundo semestre implicaría un déficit de no menos de $ 10.000.000.000 (diez mil millones de pesos) que difícilmente permitirá la supervivencia de la Universidad como la conocemos. 4) Unos 1.600 funcionarios entre académicos y administrativos quedarían en riesgo de perder su ingreso y su trabajo. 5) Investigaciones, experimentos y aportes importantes al conocimiento quedarían truncos, lo que representa un costo incalculable. 6) Por último el daño sobre ustedes mismos como estudiantes no preciso detallarlo porque lo evaluarán ustedes mismos.
¿Nos podemos dar el lujo de que con el fin de mejorar la educación, nos quedemos sin educación? ¿Se sentirían ustedes triunfadores si muere la Universidad Austral de Chile? La responsabilidad que tienen ustedes en este momento es gigantesca y puede afectarlos por el resto de sus vidas. Como uno de los académicos más viejos, con muchas luchas en su curriculum, les confieso que en este momento siento mucha angustia y mucho miedo.
Sólo espero que podamos colaborar entre todos, diseñando nuevas estrategias y tácticas para continuar la lucha, pero sin destruirnos a nosotros mismo. Es muy absurdo morir por causa del fuego amigo.
Prof. Dr. h.c. Manfred Max-Neef
Profesor Titular Catedrático