Más de 60 pequeños productores de ovinos de la Región de los Ríos participaron en un “Día de Campo” en el que conocieron distintos aspectos de las investigaciones conducidas por los académicos Daniel Alomar e Ignacio López, del Instituto de Producción Animal (IPA) de la Facultad de Ciencias Agrarias de la Universidad Austral de Chile (UACh).
Los asistentes, provenientes de las comunas de Lanco, Máfil y Corral, concurrieron – el martes 25 de noviembre pasado- a la Unidad Ovina de la Estación Experimental Agropecuaria Austral (EEAA) de la UACh, ubicada en el predio Santa Rosa, sector Cabo Blanco, comuna de Valdivia para conocer el desarrollo de los proyectos Fondecyt que ejecutan los citados profesores.
Los participantes pertenecen al Programa de Desarrollo Local (Prodesal) de sus comunas y forman parte del Nodo Ovino para la Región de Los Ríos, proyecto financiado por CORFO que está a cargo de la Sociedad Agrícola Ganadera de Osorno, SAGO A.G.
En la ocasión, el Profesor Alomar explicó los objetivos y alcances del proyecto que dirige (Fondecyt Nº 1141043) adjudicado en el Concurso Regular 2014 “Comparación de una pradera de chicoria-plantago versus una pradera permanente, para producción ovina en el sur de Chile: dinámica del crecimiento del forraje, consumo, producción de leche y crecimiento de corderos”.
“Los productores conocieron en terreno lo que estamos haciendo en el proyecto, en el que estamos comparando una mezcla forrajera en base a hierbas forrajeras (chicoria y siete venas), con una pradera permanente más tradicional, en base a ballica inglesa, bromo, trébol blanco y otras especies. Se destacaron aspectos relacionados con el establecimiento y la utilización de estas hierbas no tradicionales, que hasta hace poco solo se consideraban como malezas de hoja ancha. Complementariamente, revisamos las precauciones a tomar en su utilización, tendientes a evitar que desaparezcan en la segunda o tercera temporada”, sostuvo el Profesor Alomar.
También se enfatizó el potencial de crecimiento de estas especies, junto a la buena calidad del forraje que producen, bajo condiciones de sequía en primavera y verano. Fue una muy buena experiencia en lo personal, los productores participaron activamente, mostrando interés por estas alternativas forrajeras, inquiriendo por sus características, condiciones de establecimiento y utilización, entre otras materias.
Agregó que esta actividad, “ayuda a potenciar el contacto de la universidad con el medio, es de ida y vuelta: por una parte, los productores pueden conocer nuevas alternativas tecnológicas e informarse de las actividades desarrolladas por la academia. Pero los investigadores, a su vez, se pueden nutrir de las problemáticas que enfrenta este sector productivo y orientar su actividad académica en sintonía con el medio”.
El Dr. Ignacio López coordinó la actividad, y mostró y explicó cómo la producción y composición botánica de una pradera son la expresión del estado del suelo y del manejo del pastoreo, todo ello en el marco del Proyecto Fondecyt Nº 1130795 “Mejoramiento Sustentable de Praderas y su relación en la Calidad de Suelo” de su responsabilidad.
El especialista indicó que este proyecto “muestra como métodos de mejoramiento de praderas degradadas permiten aumentar en forma considerable los rendimientos de pradera en el corto plazo y cómo a la vez el suelo se va recuperando. Para esto son buenas alternativas la cero labranza, el establecer praderas compuestas por mezclas de especies, y nunca hay que descartar el mejorar la pradera tan solo encalando y fertilizando. El control del pastoreo es clave para el éxito del proceso de mejoramiento de la pradera“.
Es destacable – expresó- que este tipo de actividad se realice porque permite entregar conocimientos prácticos en terreno a los productores, para que luego los apliquen en sus predios, y a la vez son siempre importantes las conversaciones que surgen sobre los problemas que los aquejan y posibles caminos de solución a seguir.
De igual modo, dijo que uno de los aspectos “más destacables en este tipo de actividad fue la posibilidad de entregar conocimientos prácticos a productores que los utilizarán en su trabajo, es una manera muy positiva de desarrollar extensión y de vincularnos con el medio”.