Durante la pandemia científicos de la Universidad Austral de Chile identificaron un poderoso nanoanticuerpode una alpaca llamada Buddha -dentro de cientos- que podía neutralizar el coronavirus, hallazgo que se denominó W25. Hoy, el Alumni de Bioquímica UACh Guillermo Valenzuela Nieto, Doctor en Ciencias e Investigador del Laboratorio de Biotecnología Médica de la casa de estudios, quien fue parte del descubrimiento, participa de distintas líneas de trabajo a raíz de dicha experiencia, desarrollando nanoanticuerpos que pueden contrarrestar distintos patógenos virales, como el virus Hendra y Nipah, que han mantenido en alerta a la comunidad científica por brotes -principalmente- en Australia e India, respectivamente, y que pueden llegar a provocar encefalitis febril grave.
“El Nipah es un virus zoonótico que pasa de animales a personas y que es altamente letal de un 30% a un 70%. Uno de los nanoanticuerpos que detectamos y que lo llamamos DS90 sirve tanto para el Nipah como para el Hendra”, detalló Guillermo Valenzuela.
“El anticuerpo ha funcionado profilácticamente en animales, rescata al 100% de los animales desafiados con el virus, por lo que es claramente una herramienta fundamental que pudiera servir para frenar un brote de Nipah. Nuestra idea es pasar de esa etapa a la fase clínica en pacientes y tener una herramienta terapéutica”, apuntó.
Como destacó el Alumni UACh, el anticuerpo tiene tanto la capacidad de prevenir la enfermedad -como herramienta diagnóstica- así como tratarla posterior a la infección, existiendo la posibilidad de ser aplicado a través de nebulización.
“Una lección aprendida del mundo científico es que el SARS-CoV-2 nos pilló a contrapié y tuvimos que hacer muchas cosas sobre la marcha, y dijimos que había que comenzar a desarrollar herramientas contra los patógenos en general que pudieran ser candidatos para una próxima pandemia o para un próximo brote muy grave, y tomamos las listas de la OMS y sugerencia de colaboradores expertos en virología enfocándonos en ébola, dengue, lassa, fiebre amarilla y el virus Nipah”, comentó.
Colaboración Internacional
Por lo mismo, el investigador indicó que se trabaja en colaboración con la U. de Queensland y el Instituto de Virología de Wuhan. “La ciencia es colaborativa y cada laboratorio tiene una expertiz y hay distintas etapas de validación para llegar de forma segura a un paciente. Por ejemplo, el Instituto de Virología de Wuhan tiene unbioterio, con nivel de bioseguridad nivel cuatro, que es necesario para tratar un patógeno tan peligroso como el Nipah”, explicó.
“En cuanto a la U. de Queensland trabajan desde la producción de antígenos virales hasta ensayos de neutralización, quienes han sido un gran apoyo”, concluyó.