El cambio de hábitos implica que debemos generar un esfuerzo y salir de nuestra zona de confort, porque muchas veces se torna como una acción y una toma de decisión compleja, dado que debemos cambiar aquello de lo que estamos acostumbrados o acostumbradas a hacer.
Constantemente vivimos una vida acelerada y de muchas responsabilidades, lo que nos implica detenernos un minuto para mirarnos y decidir generar cambios positivos y lograr una vida más plena y saludable según nuestras propias expectativas.
Hace algunos días, en el Centro Clínico y Comunitario UACh (lugar donde realizamos tratamiento por consumo de drogas), se realizaron dos altas terapéuticas, dos emocionantes egresos que demuestran que este cambio es posible a pesar de toda la adversidad. Testimonios de vidas difíciles y que a pesar del sufrimiento han podido generar este anhelado cambio.
Escuchando el testimonio de estas personas, que han podido superar una adicción, teniendo todo en su contra y a pesar de ello, lo han logrado ¿tú, aun crees que el cambio en tus hábitos no es posible?
No existe una varita mágica, pero sí se puede generar cambios en los hábitos que quiero para mi vida y como desafío personal, potenciando aquellas que más destaco de mí y mejorando aquellas que no me gustan de mí.
Algunas recomendaciones para generar este cambio: principalmente observar y ser consciente con uno mismo de aquello que no nos hace bien, como aquellas personas o situaciones que nos invitan a actuar de esa manera que sabemos nos hace daño; dar un paso, junto a la voluntad de comenzar a crear pequeños cambios, esos aspectos que a veces postergamos porque decimos no tener tiempo para realizarlos, ahora darnos el tiempo y actuar. Un año nuevo, es una buena instancia para el cambio de hábitos y rutinas, por ello, cuidemos aquellos aspectos esenciales como es la conciencia de uno mismo, cuidemos la calidad del sueño y la alimentación, rodeémonos de personas saludables, hagamos ejercicio físico y principalmente pidamos ayuda cuando sabemos que no podemos generar el cambio por nosotros mismos.
Esta columna de opinión fue publicada en El Calbucano, El Llanquihue, La Estrella de Chiloé y El Insular.