*La Directora del Proyecto Prof. Elisa Cordero y los estudiantes responsables de la creación de la maqueta, hicieron la entrega oficial a la directora del centro.
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Diseñar una propuesta de color en arquitectura y áreas verdes, para el Centro de Docencia de Atención Integral Ambulatoria de Valdivia (CENAIA) y fomentar la Responsabilidad Social en los estudiantes UACh, fue el objetivo del proyecto de extensión que se adjudicó la académica del Instituto de Arquitectura, Prof. Elisa Cordero, el año 2014.
Es así como trabajaron en el diseño 39 estudiantes de arquitectura y 31 estudiantes de antropología junto a las académicas UACh Elisa Cordero y Debbie Guerra. Además se contó con la asesoría de la paisajista Claudia Salinas, y la trabajadora social y experta en agricultura orgánica, Claudia Levicoi.
La confección de la maqueta final y el diseño de la carpeta fue realizada por los estudiantes de arquitectura, Pablo Muñoz, Michelle Vallette y Álvaro Zúñiga.
La Directora del proyecto Prof. Elisa Cordero, contó que esta iniciativa se enmarcó, dentro del curso de color que se dicta en segundo año de arquitectura y que además se inserta en el proyecto UACh Vive Color, que ella dirige y cuyo objetivo es crear diversas iniciativas de color para la comunidad. “Los colores del barrio o calle donde vivimos gran parte del día influyen en nuestra vida, aunque muchas veces no sea de manera consciente. Un ambiente cuyos colores son agradables para quien lo habita, puede mejorar la calidad de vida de las personas que viven en él”, explicó.
Respecto a esta iniciativa la académica contó que “el realizar el diseño de color, paisaje y huerta del CENAIA ayudó a los estudiantes a fomentar, en una etapa temprana de su formación, el sentido de la responsabilidad social, sello de los egresados de nuestra universidad”.
Por otra parte, la directora del centro, Dra. Loreto Podestá, destacó la iniciativa indicando que “me encantó el proyecto, sobre todo los colores y el hecho que esté basado en un trabajo de estudiantes y en el cual existe además la opinión de las personas que se atienden y trabajan acá. Es un trabajo muy integral”.
El proceso de diseño de color
La metodología con la que se abordó el proyecto fue a través de visitas al lugar por parte de los estudiantes de arquitectura para realizar un estudio de lo existente a través de croquis de color, fotografías, relevamiento cromático, estado de construcción y los jardines entre otros.
Los estudiantes de antropología realizaron entrevistas a los pacientes, algunos médicos y funcionarios, indagando sobre las preferencias de colores y sentimientos de confort del lugar. Toda la información fue sintetizada y tras un intenso proceso de diseño, los estudiantes de arquitectura, organizados en equipos entregaron sus propuestas de color. “Estas fueron expuestas durante dos semanas en forma de láminas impresas en el CENAIA, y se llamó a los usuarios a votar por el proyecto que más les gustaba. Finalmente se elaboró una propuesta final a partir de una síntesis de las preferencias, la que finalmente se plasmó en una maqueta”, dijo la académica, Elisa Cordero.
Propuesta
El interior se trabajó a partir del concepto de oposición de pares complementarios: amarillo-morado y rojo-verde, los que fueron modificados en saturación y tonalidad para adecuarlos al uso del edificio. “Se planteó una base de blanco mate general para darle más iluminación al recinto, donde los cuatro colores se usarán en detalles como puertas y ventanas y su prolongación hasta el techo. Las oficinas tienen una pared de un color y el resto de blanco” explicó la docente.
Por otra parte, a partir de las entrevistas, se detectó una clara preferencia por un color amarillo para el exterior, porque daría más vida al lugar, como un sol permanente. “Se decidió unificar todo el edificio del mismo color incorporando el techo, para dar más fuerza a la idea de un polo de luz, sol, salud y bienestar que sea visto desde lejos. Al igual que en el interior, se jugó con detalles de colores para dar más dinámica a la fachada” dijo.
Jardines interiores
Así también se concluyó que todos los usuarios valoraban los jardines, pero que deseaban que tuviesen flores, fuesen hermosos y bien cuidados. El personal del CENAIA manifestó por su parte, la conveniencia de cultivar hierbas medicinales, las que podrían ser usadas por los mismos pacientes. “Se decidió entonces diseñar un jardín de hierbas medicinales, que tuviera en su centro un árbol frutal de agradable aroma”.
Acerca del CENAIA
El CENAIA UACh fue construido – anexo al Consultorio Externo de Valdivia (CEV), Avenida Francia 2980 –, a través del proyecto Mecesup AUS 9906, con el objetivo de fortalecer la formación de pregrado de los estudiantes de las diversas carreras de la Facultad de Medicina, en el nivel de atención primaria con un enfoque familiar y comunitario, respondiendo a las demandas de innovación curricular y además entregando un importante servicio a la comunidad acorde a la actual reforma de salud.
Activo desde el 2002, también realiza una trascendental labor de atención comunitaria, logrando cubrir el 10% del total de atenciones del CEV al año (11.325 pacientes aprox.), en diversos tipos de consultas y patologías.