“Early Detection of Lameness-Associated Pain in Dairy Heifers: A Innovative Approach Using Specific Biomarkers” y “Unveiling the Protective Immune Host Responses to Neospora caninum in Bovine Fetuses”, son los títulos de las iniciativas adjudicadas por académicos de la Facultad de Ciencias Veterinarias de la Universidad Austral de Chile, en el concurso Fondecyt de Iniciación 2012.
El primer proyecto de investigación, corresponde al dirigido por el Dr. Hedie Bastamante, profesional perteneciente al Instituto de Ciencias Clínicas Veterinarias, quien explicó que su trabajo abordará el dolor asociado a la cojera en bovinos, problema que posee implicancias en relación al bienestar de los animales, pero que además se traduce en grandes pérdidas económicas para la industria lechera.
Las cojeras o claudicaciones son la manifestación clínica de cuadros dolorosos que afectan a una o más de las extremidades de un animal. Su causa es multifactorial, participando tanto aspectos de manejo como medio ambientales. El dolor crónico asociado a las cojeras desencadena dificultades en el desplazamiento de los animales, disminución en la ingesta alimenticia, baja en la respuesta inmunitaria, entre otras alteraciones.
“Por lo general en la industria lechera las cojeras se diagnostican mal y se tratan inadecuadamente o de manera tardía, identificándose en los predios vacas está cursando un cuadro doloroso intensos y de tipo crónico”, expresó el Dr. Bustamante.
En esta línea, expuso el experto que el objetivo principal de la investigación es identificar algunos bíomarcadores sanguíneos que permitan detectar la transición entre dolor agudo y crónico, esto porque el dolor crónico es muy difícil de tratar y no responde a los tratamientos convencionales.
“La clave está en encontrar esos marcadores sanguíneos que nos digan tempranamente que la vaca está cursando un cuadro doloroso temprano, dándonos la posibilidad de estandarizar un tratamiento oportuno que evite dolencias crónicas posteriores las cuales provocan pérdidas en la producción de leche y un bienestar animal deficiente”, agregó Bustamante.
Finalmente, comentó que dentro del concepto de bienestar animal el dolor no ha sido intensamente explorado, debido principalmente a que no se han logrado estandarizar adecuadas pautas de evaluación clínica, estando además el uso de biomarcadores sanguíneos específicos de dolor aún en etapa de análisis e investigación.
“Hoy día la Facultad de Ciencias Veterinarias de la UACh posee un Grupo de Bienestar Animal posicionado como uno de los mejores de Latinoamérica, por ello estamos en condiciones de incorporar esta unidad de análisis la cual que nos va a permitir tener una visión global del manejo del dolor como factor estresante”, manifestó el Dr. Bustamante.
Parásitos emergentes
Del mismo modo, el proyecto “Unveiling the Protective Immune Host Responses to Neospora caninum in Bovine Fetuses” liderado por la Dra. María José Navarrete, académica del Instituto de Patología Animal de la UACh, se enfoca en el estudio de un agente considerado altamente perjudicial para la industria bovina nacional.
El objetivo principal de este trabajo científico, es analizar la respuesta inmune natural de los fetos bovinos frente a la infecciones por Neospora caninum, parásito considerado como una de las causas más importantes de aborto en el ganado para carne y leche, que además produce en los fetos lesiones a nivel del sistema nervioso central.
Según explicó la profesional, esta enfermedad comienza a tener importancia en Chile después de que se instauró el programa de control de brucelosis bovina y hasta la fecha no ha sido lo suficientemente investigada, situación que este proyecto busca revertir con el apoyo del Instituto de Patología Animal de esta unidad académica.
“Los animales pueden adquirir este parásito a través de una infección de la madre hacia el feto por vía trasplacentaria, sin embargo este agente forma parte de un ciclo mayor donde están involucrados animales silvestres y el perro principalmente; esto porque por ejemplo los canes consumen los restos de las placentas de los nacimientos en los potreros y carne de animales infectados, dispersando este agente por el predio y llegando nuevamente hasta la vaca cuando se alimenta a través del pastoreo”, explicó la Dra. Navarrete.
En esta línea, manifestó además que la iniciativa se abocará a desarrollar y probar distintas pruebas diagnósticas para establecer la más idónea y aplicarla a un grupo de fetos, esto con el objetivo de evaluar los genes relacionados a la respuesta inmune que se induce en el cerebro de estos fetos.
“Vamos a utilizar tecnologías innovadoras como son los microarreglos de DNA, herramienta molecular para evaluar la expresión génica masiva. Durante el primer año estaremos recibiendo muestras de animales infectados con Neospora caninum de toda la Región de Los Ríos, también grupos de animales abortados por otras causas y grupos controles, es decir, al inicio estaremos recolectando estos animales y desarrollando los métodos diagnósticos para posteriormente enfocarnos en la parte genética”, indicó la académica.
Asimismo, recalcó que se sabe muy poco de cuál es la real perdida económica por abortos bovinos en la producción de leche y carne.
“Hay estudios de los años ochenta en California que indican que un aborto de más de cien días, cualquiera sea su causa, equivale a 600 dólares de pérdida económica sólo por el hecho de que se perdió un feto; no obstante hay otros menoscabos asociados que hacen importante su estudio en nuestro país desde el punto de vista productivo”, agregó la experta.
Finalmente, expuso que de los abortos recepcionados en el Laboratorio de Patología Animal UACh existe aproximadamente un 30 % que no cuenta con una causa correctamente establecida debido a que no existen las técnicas diagnosticas óptimas, escenario que esta investigación busca cambiar con un enfoque en el parásito de la Neospora caninum.