Investigadores de la Región de Los Ríos lograron producir una proteína que es fundamental para determinar rápidamente si una persona se encuentra infectada con el virus hanta. Antes de este avance las detecciones eran realizadas con éxito. Sin embargo, el reactivo necesario para hacerlo –la proteína– sólo podía ser conseguido a través de donaciones enviadas desde Estados Unidos o Argentina.
Hoy ya existe el conocimiento para producir el reactivo en Chile y lo están fabricando en el Campus Isla Teja de la Universidad Austral de Chile, específicamente en el Laboratorio de Biología Celular Estructural, que depende de la Facultad de Medicina.
El científico que logró desarrollar esta proteína es el bioquímico y Doctor en Ciencias Biológicas Gonzalo Mardones, quien además es el encargado del laboratorio. Explicó que “en el diagnóstico de infecciones por hanta existen varios test. Uno de ellos se debe hacer lo antes posible porque la patología evoluciona muy rápido durante los primeros días. Al diagnosticarse la infección de manera temprana se pueden tomar las medidas clínicas más efectivas, por eso es importante hacerlo y para realizar ese diagnóstico inicial se requiere el reactivo”.
Anteriormente se recibía desde el Centro para el Control y la Prevención de Enfermedades (CDC) de Atlanta, Estados Unidos, pero Mardones indicó que “los virus de hanta son distintos en las diferentes regiones geográficas. El que se mueve en América del Norte no es igual al de acá. Entonces, como material de diagnóstico, era de menor calidad que el argentino. Sin embargo, la llegada del argentino era fluctuante y significaba una incertidumbre”.
Según aseguró el especialista, poder producirlo en Chile es una gran ventaja. “Ahora tenemos la capacidad de producir una gran cantidad de reactivo. Contamos con autonomía”.
Además, destacó que fabricar esta proteína no es costoso. Aunque indicó que no puede revelar los montos, explicó que “con la primera producción que hicimos teníamos cubierto el diagnóstico para diez años”. Con respecto a la calidad, aseguró que “al comparar el producto con los que estaban disponibles nos dimos cuenta que era superior al de Argentina y mucho más efectivo que el de Estados Unidos. Está todo validado”.
¿Por qué no se podía elaborar esta proteína antes? Gonzalo Mardones dijo que “no existe mucha experticia en Chile en el campo de la producción de proteínas. Además, hay que considerar el costo, la cantidad que se va a producir y que el producto se comporte de acuerdo a lo esperado. Esto limita el desarrollo de la biotecnología. Pero esta es un área con mucho potencial, de lo que se dieron cuenta hace tiempo los países desarrollados”.
Proyecto FIC
Todo se logró gracias a un proyecto financiado por el Fondo para la Innovación y Competitividad del Gobierno Regional de Los Ríos, que aportó con 59 millones 100 mil pesos. La iniciativa es liderada por la bioquímico y Doctora en Ciencias Biológicas Carola Otth. Se titula “Referentes en vigilancia activa de hantavirus andes y seoul en roedores de la región de Los Ríos” y comenzó a ser ejecutada a a comienzos de este año. Uno de sus objetivos es capturar roedores en distintos lugares de la región y hacerles una prueba para conocer si tienen hanta, de esa manera se podrá elaborar un mapa con las zonas donde existe más riesgo de que las personas se contagien. Para implementar la técnica, era necesario contar con la proteína fabricada por Gonzalo Mardones. La directora del proyecto, Carola Otth, destacó que “ahora tenemos tanta cantidad que podemos incluso ofrecer estudios a otras regiones. También podremos apoyar al país con material para el diagnóstico en humanos”.
Actualmente los investigadores del proyecto se encuentran diseñando el plan que seguirán para la captura de los roedores en la Región de Los Ríos, que se desarrollará entre noviembre de este año y abril de 2017. “De acuerdo a los antecedentes previos consideramos que es importante concentrar esfuerzos en Corral”, dijo Otth.
Luego de tener el material biológico, se llevará al laboratorio para ejecutar las pruebas. “Al tener identificadas las zonas en las que circula el roedor positivo se podrán diseñar campañas preventivas y transmitir la información a nuestras autoridades regionales para que con ello tengan herramientas concretas sobre dónde dirigir los esfuerzos. El Departamento de Epidemiología de la Seremi de Salud hace esto, pero los recursos no son suficientes y no se pueden hacer los estudios periódicamente. El gran impacto de este proyecto es que ahora no tenemos la limitante del reactivo ni de los equipos”. Esperan contar con los resultados finales a partir del segundo semestre del próximo año.
Proyecciones
La producción de este activo en el país también ayudará a desarrollar sectores como el turismo, la agricultura o la industria maderera. ¿Cómo?
La especialista Carola Otth destacó que “al mantener informadas a las autoridades se tomarán las precauciones. Se puede, por ejemplo, desmalezar senderos; mantener el control de la basura y de los vectores con mayor rigurosidad para garantizar un turismo seguro. El área agroforestal se puede beneficiar, ya que siempre en las épocas de mejor clima se concentran sus principales labores. Saber de forma anticipada permitirá tomar mejores decisiones desde el ámbito de la seguridad de los trabajadores, ayudará a instruir a la población, a los estudiantes de escuelas rurales. Será como cuando se colocan las banderas verdes o rojas durante la temporada de playas”.
LEER ARTÍCULO EN EL DIARIO AUSTRAL REGIÓN DE LOS RÍOS