A 51 años de su muerte y a medio siglo del lanzamiento del aplaudido título Defensa de la Tierra, la Universidad Austral de Chile organizó dos actividades para homenajear la obra y legado del destacado escritor Luis Oyarzún Peña (1920-1972), ex Director de Extensión de la UACh. Mientras el Sistema de Bibliotecas de la casa de estudios (SIBUACh) inauguró una colección especial en su nombre, en el Centro de Extensión Los Canelos se realizó un coloquio para reflexionar sobre su texto más emblemático.
Pionera en el ámbito del pensamiento ambiental y ecológico, no solo en Chile sino que en América Latina, la publicación lanzada de manera póstuma en 1973 por la Editorial Universitaria, y reeditada por Ediciones UACh en 2020, sirvió de pretexto para generar un encuentro necesario, donde resaltó la lucidez y vigencia del autor, así como la atemporalidad de su relato sobre la pasión de ver y descubrirse como seres humanos y como naturaleza.
En la ocasión participaron Claudio Valdés (académico del Instituto de Comunicación Social), Yanko González (Director de Ediciones UACh), Mariana Vidangossy (conservadora-restauradora del SIBUACh) y Arnaldo Donoso, experto en la obra de Oyarzún (investigador de la Facultad de Letras de la PUC).
Para el escritor Yanko González, fue tremendamente significativo “haber editado esta obra de Luis Oyarzún, volver a poner en circulación una de las plumas más brillantes que ha dado no sólo la literatura y el pensamiento estético, sino humanístico, en nuestro siglo XX chileno”.
“Libros como Defensa de la Tierra definen muy bien la identidad intelectual de Oyarzún, ´un escritor tábano´, como decía Gabriela Mistral, una pluma extraordinariamente aguda y sutil en sus observaciones, que incordia en estratos más profundos que la mera diatriba o invectiva, pues nos cuestiona a nivel idiosincrático, cultural, en las antípodas, como Oyarzún solía repetir, de la ´de las ideas´: siempre con delicadeza, con ojo lúcido y pluma punzante. Y preciso es recordarlo: esta obra no solo es fundamental para nuestra Universidad por su cariz pionero, sino porque interpela directamente la definición de nuestra propia Universidad en su compromiso con el conocimiento y decididamente con la naturaleza”, añadió.
Entre los asistentes también estuvieron varios integrantes de la familia de Luis Oyarzún, entre ellos su sobrino Eugenio Oyarzún. “El rescate de su obra y sobre todo pensando en las nuevas generaciones, que conozcan no solamente este libro, es motivo para nosotros de mucha satisfacción y muy entrañable familiarmente. Qué bueno que se mantenga vivo su mensaje, que es muy urgente hoy día”.
En tanto, cinco mil textos contempla la nueva colección de la biblioteca personal de Luis Oyarzún que puso a disposición el Sistema de Bibliotecas de la Universidad. Los textos donados por su familia pueden nuevamente estar al acceso de la comunidad gracias al importante trabajo de rescate que realizó durante estos años el equipo a cargo.
Mariana Vidangossy, del SIBUACh, presente también en el coloquio, destacó que “instancias como estas nos permiten mostrar a otro público el trabajo que se hace en biblioteca, es una instancia diferente a lo que se hace comúnmente. El trabajo en biblioteca es bastante desconocido, más allá de lo que pasa en el mesón, del préstamo del libro. Muchas veces no se conoce el trabajo que hay detrás: catalogación, búsqueda de material, digitalización, preservación, y biblioteca tiene un gran acervo de libros y un gran acervo patrimonial”.