Esta semana comenzaron las obras del nuevo Pabellón Docente en la avenida Dr. Eduardo Morales Miranda, en el Campus Isla Teja de la Universidad Austral de Chile. El proyecto, adscrito a la Vicerrectoría Académica, fue concebido desde un principio para dar el mayor confort a los estudiantes y responder a los nuevos tiempos minimizando al máximo los impactos ambientales en los procesos de construcción y posterior funcionamiento.
En edificios con certificación CES (Certificación Edificio Sustentable), la UACh es pionera entre las universidades chilenas, debutando en 2018 con la Sala Cuna para Hijas(os) de Funcionarios en el Campus Isla Teja y la Clínica Psicológica en el Campus Miraflores, experiencia que ahora se recoge para un edificio pensado para la docencia, que será el primero con ese destino que cuenta con altos estándares de sustentabilidad en la zona sur.
Programa piloto para manejo de residuos
Pero el proyecto que ha sido diseñado por el equipo de la Dirección de Infraestructura y Desarrollo Físico de la casa de estudios, y que será ejecutado bajo su supervisión, va más allá de las exigencias CES, denotando el compromiso que tiene la Universidad con la sustentabilidad, al incorporar procedimientos asociados al manejo de residuos que ni la normativa chilena ni el sello que se espera obtener demandan.
“Sabemos que la industria de la construcción es una de las que más contamina en nuestro planeta, por lo que hemos trabajado fuertemente en la creación de las bases técnicas para mitigar los residuos de la construcción en las obras dentro de la Universidad, y en este proyecto hemos considerado un Programa Piloto de Residuos de la Construcción y Demolición (RCD)”, indicó Wilson Aravena, Director de Infraestructura y Desarrollo Físico.
Y no es un programa menor. En Chile muy pocas empresas constructoras se han atrevido a manejar los RCD en obras, no así en países como Inglaterra, Dinamarca, Holanda, Suecia y China, que ya han internalizado estas prácticas enmarcadas en la economía circular como parte del desarrollo sostenible (ver Objetivos de Desarrollo Sostenible: 9 y 11).
“No sólo queremos marcar tendencia, sino también mostrar a la región que es posible construir con una mayor conciencia ambiental en la línea de lo que promovemos en los campus sustentables; ser un ejemplo para las empresas, comunidad universitaria y la sociedad en general”, precisó Wilson Aravena, destacando este primer paso que da la UACh como mandante, al exigir el manejo de RCD en las obras de construcción.
Espacios de encuentro
El arquitecto Mauricio Silva, en tanto, resalta la estrategia urbana que subyace al diseño. “El edificio no sólo mantiene la escala del campus, sino que también busca generar nuevos espacios públicos de carácter cívico para la comunidad universitaria”, precisó. Con ese sentido se contempla unir la plaza de la Facultad de Ciencias Jurídicas y Sociales con la nueva plaza del Pabellón Docente, formando entre ambas un gran espacio de encuentro en forma de “U”.
Con una superficie total de 2591,65 metros cuadrados, el edificio que se levantará en dos volúmenes en forma de “L”, de 2 y 3 pisos, da cuenta desde varios ángulos el nivel de coordinación y experiencia del equipo de la Dirección de Infraestructura y Desarrollo Físico de la UACh. “Con el apoyo de Rectoría decidimos asumir el doble desafío de diseñar un edificio de envergadura, certificarlo para la Universidad y prescindir de servicios externos”, destacó el arquitecto Felipe Stolzenbach.
Y el desafío es grande ya que la Certificación Edificio Sustentable es un sistema que permite evaluar, calificar y certificar el comportamiento ambiental de edificios de uso público en Chile, tanto nuevos como existentes, basándose en el cumplimiento de un conjunto de requerimientos obligatorios y voluntarios que entregan puntaje (ver más).
Eficiencia energética
Entre los principales principios de sustentabilidad considerados en este edificio destaca la eficiencia energética, que va de la mano con lo impulsado por el Sistema de Gestión Energética, al implementar medidas que ahorran energía para iluminación y calefacción, además de agua. El aprovechamiento de la luz natural, envolvente térmica, artefactos de ventilación cruzada, de iluminación y calefacción de bajo consumo, figuran entre las más importantes.
De acuerdo con datos de la CES, basados en los edificios construidos en Chile bajo esta certificación, el consumo de energía se reduce del 25% a 38%. Las ventajas de estas construcciones también se reflejan en la productividad de las personas, aumentando en un 23% cuando la iluminación del lugar mejora y un 11% en el caso de la ventilación. A ello se suma un aumento de un 10 a un 25% de las funciones mentales y de memoria, cuando mejora el acceso a la vista exterior en un entorno como el del Campus Isla Teja.
Aires de modernidad
Para la Constructor Civil Marcela Garrido, este edificio aportará aires nuevos y modernidad, ya que las dependencias no sólo brindarán espacios confortables a sus usuarios, sino que también estarán a la altura de los tiempos. Para tal efecto, una comisión académica elaboró un informe de requerimientos enfocado en la distribución de espacios y tipología de salas de clases.
“Las aulas de clases están diseñadas para el uso de nuevas tecnologías y metodologías de la educación. Hay salas que facilitan el trabajo grupal, así como otras que facilitan la expresión del cuerpo y de la voz. En el tercer nivel están las salas TIC diseñadas con el apoyo de la Dirección de Tecnologías de Información, que serán dotadas de mobiliario conectado a
pantallas para la proyección de documentos, imágenes o planos”, detalló.
Para la realización de conferencias vía streaming considera un auditorio con capacidad de 253 personas, que ofrecerá muy buenos estándares acústicos y las mejores condiciones para equipar con tecnología, modernas butacas con conexión eléctrica y posibilidad de traducción.
“Es un edificio que será ocupado por estudiantes de todas las facultades, por eso considera la diversidad de los aspectos descritos y tiene espacios de encuentro como la plaza y una gran cafetería cowork con acceso independiente”, acotó Stolzenbach. En ese contexto, también contempla criterios de inclusión y de accesibilidad universal presentes en los baños y los pavimentos podotáctiles, respectivamente.
Cabe señalar que las obras las ejecuta la empresa Constructora e Ingeniería Alejandro Emilio Niño Solís EIRL y la construcción se proyecta para 13 meses, aproximadamente. En cuanto al emplazamiento específico del edificio, se ubica en el tramo comprendido entre el edificio de la Facultad de Ciencias Jurídicas y Sociales (Avda. Elena Haverbeck) y el edificio Ciencias II (avenida Gastone Mascetti).