El teléfono ha sustituido, en gran medida, a los cajeros automáticos, a las tarjetas físicas y hasta a los ordenadores, para que podamos operar con nuestras cuentas bancarias. También, ha dejado de lado a otros dispositivos cuando queremos ver una serie o enviar un correo. Este panorama implica retos, pero también oportunidades laborales en el terreno de la ciberseguridad.
Una amenaza para todo el mundo
Se ha comprobado que la mayoría de las personas emplea un único password para sus cuentas en diversos sitios de Internet. Es probable que estos datos se puedan extrapolar a otros países, y resulta preocupante. ¿El motivo? Solo con una intervención a un servidor, los ciberdelincuentes podrían atacar diversos registros de estos usuarios en múltiples servidores. Y no solo hablamos de usuarios individuales: las empresas, las organizaciones y hasta países enteros podrían ver alterado su funcionamiento a causa de las ciberamenazas.
Y es que los datos se consideran el petróleo de la economía digital del siglo XXI: quien los controle, y los sepa interpretar, contará con una ventaja competitiva sin igual.
La pesca de arrastre que emplean los ciberdelincuentes
Seguramente, las compras online formen parte de tu rutina. Por lo tanto, no te sorprendería recibir un SMS de alguna de las compañías encargadas de repartir paquetes en tu zona. De esta confianza se alimentan los ciberdelincuentes para llevar a cabo una práctica llamada “phishing”: pescar tus datos personales y bancarios a través de un enlace en ese SMS que envían haciéndose pasar por estas compañías de reparto. ¿Y cómo se puede combatir esta ciberamenaza? Para empezar, prestando atención a los detalles: fijándote en faltas de ortografía y comparando el link del mensaje con la página oficial de la compañía de turno.
Pero no todo acaba aquí: las ciberamenazas pueden alcanzar proporciones enormes. El “whaling”, o “caza de ballenas”, lo prueba. Consiste, básicamente, en cazar a “peces gordos” de compañías grandes haciéndose pasar por ellos y solicitando datos sensibles, sin, en apariencia, levantar sospechas. La manera de operar en este caso puede abarcar múltiples formatos: mensajes de texto, correos electrónicos y hasta correo postal. Los ciberdelincuentes que practican el whaling han estudiado las compañías que quieren atacar con detalle y emplean sofisticados trucos, con el fin de engañar a las personas que tienen acceso a datos sensibles, como los bancarios, y así hacerse con ellos.
Los expertos en ciberseguridad entran en escena para poder salvar los datos y los ingresos de las compañías. Cada vez más, las compañías toman conciencia de la importancia de contar con profesionales cualificados para garantizar su buen funcionamiento.
Profesionalizar la respuesta
Los expertos afirman que las empresas prácticamente no tienen ciberseguridad en absoluto. Este dato nos indica que la búsqueda de talento en este campo puede ser alta, en especial en las compañías que están orientadas a innovar de manera responsable y, por lo tanto, más preparadas para afrontar los retos del futuro.
Seguro que te suena la palabra “bootcamp”, una formación intensa y exigente que, en un período breve de tiempo, te prepara para dar un salto en tu carrera profesional. El concepto de bootcamp está conectado con el de lifelong learning, o aprendizaje a lo largo de la vida, clave para crecer en un mercado laboral impactado por la digitalización. Apostar por estas formaciones puede hacer de tu perfil mucho más interesante para las empresas.
El desarrollo tecnológico y económico pasa por la implantación de medidas de ciberseguridad rigurosas y completamente actualizadas. Con la formación adecuada, tú puedes ser una pieza clave de este sector básico para cualquier sociedad actual.
Fuente: www.universia.net