A nombre de la Asociación de Facultades y Escuelas de Medicina Veterinaria (AFEVET), quisiera recordar que el pasado 7 de Octubre se celebró un aniversario más de la promulgación en el Diario Oficial de la ley 11.901, fecha en la que se constituyó Colegio Médico Veterinario de Chile y que actualmente es festejado como el “Día del Médico Veterinario”. Este año tal aniversario tiene un componente especial, ya que estamos celebrando los 250 años desde que nuestra profesión comenzó a enseñarse en forma profesional con la creación de la primera Escuela de Veterinaria en Lyon, Francia.
No quisiera reiterar todos los aspectos en que los médicos veterinarios participamos en la mantención de la salud humana y animal en el mundo. Basta con señalar que la OIE ha desarrollado numerosos talleres y conferencias bajo el mensaje “un mundo, una salud”; destacando las actuales condiciones de globalización que vinculan estrechamente las enfermedades que afectan al hombre con aquellas que tienen su origen en los animales.
En nuestro país este nuevo aniversario nos sorprende en medio del movimiento estudiantil más importante de las últimas décadas, en el que los estudiantes no sólo han hecho un llamado a mejorar la equidad en el acceso a la educación superior y a eliminar el lucro en las universidades, sino que además demandan una mejoría sustancial en la calidad de la educación y una mayor transparencia y regulación de parte del Estado sobre las creación de carreras universitarias. Este último punto se ha ido perdiendo de vista en el fragor de la discusión, la cual se ha centrado, primero en el lucro y posteriormente en la gratuidad. Sin embargo, para nuestra Asociación la regulación del Estado sobre la creación de carreras y la exigencia de una adecuada acreditación de ellas es algo inmediato y que no requiere de ingentes recursos económicos.
Es por esto que consideramos urgente la instauración de un mecanismo de obligatoriedad de acreditación de todas las carreras de medicina veterinaria, devolver la acreditación a manos del Estado desde donde nunca debió salir, y crear un mecanismo nacional de certificación de la calidad profesional de los médicos veterinarios formados en las distintas universidades que imparten la carrera.
Finalmente, en toda esta discusión por la calidad de la educación a nivel nacional se extraña la participación y la opinión de los colegios profesionales, ya que son ellos los llamados a opinar sobre este tema, por esta razón sería conveniente considerar restaurar la obligatoriedad de registrarse en los distintos colegios profesionales una vez titulados, para de esa forma contar con organizaciones que controlen la idoneidad del profesional que se está formando actualmente.
Néstor Tadich, MV, PhD
Decano
Facultad de Ciencias Veterinarias
Universidad Austral de Chile
Presidente AFEVET