Gurltia paralysans es el nombre de un parásito que afecta a los gatos y ha sido investigado por científicos de Universidad Austral de Chile con el objetivo de describir su morfología, establecer su ciclo de vida y contribuir en la generación de un test que permita su diagnóstico in vivo, prueba que no existía hasta unos meses atrás pero que fue desarrollada por investigadores de esta casa de estudios superiores permitiendo revelar su presencia tempranamente, contribuyendo así al desarrollo de tratamientos y estudio de sus principales características y ciclo de vida.
Este nematodo (gusano redondo) al ser ingerido por los felinos se aloja en la medula espinal causándole una parálisis en las extremidades posteriores (ver vídeo), sumándole además una hipersensibilidad del área lumbar y disminución de los reflejos espinales e incontinencia urinaria y fecal.
El Dr. Marcelo Gómez, profesor de neurología y anatomía veterinaria de la UACh, explicó que esta enfermedad ha sido estudiada desde el año 2005 identificándose el problema en gatos domésticos que viven en sectores rurales y semirurales del sur de Chile.
“Hemos encontrado casos en las regiones de la Araucanía, Los Ríos y Los Lagos, la mayoría son felinos domésticos que no tienen antecedentes de desparasitación ni de vacunas; son gatos que los tienen en las casas para control de plagas pero lo más importante es que tienen acceso al exterior donde mantienen sus hábitos de caza y de esa forma ingieren el parásito”, indicó.
Esto último es relevante debido a que el Gurltia paralysans, infectaría a través del consumo de huéspedes intermediarios, es decir, que probablemente estos parásitos viven en otras especies que son consumidos por lo gatos.
“La familia a la que pertenecen estos parásitos viven parte de su ciclo de vida en babosas, y aunque no es probable que un felino domestico se coma una babosa si es factible que un roedor o lagartija (huésped paraténico) se coma a una babosa o secreciones de esta que contengan el parasito y así el gato se infecte”, explicó el científico.
Diagnóstico
La primera referencia de esta neuroparasitosis felina en nuestro país tiene como fecha el año 1933 y siendo determinada sólo por medio de la realización de necropsia donde es posible observar la medula espinal afectada y la presencia de los nematodos.
“En otras enfermedades parasitarias uno puede examinar muestras de fecas o fluidos donde se ven los huevos y/o estados juveniles del parásito, pero en este caso si bien el parasito elimina huevos no se han encontrado en las fecas ni en fluidos, entonces es muy difícil el diagnostico in vivo permitiendo solo tener una sospecha de que se trata de esta enfermedad debido a los antecedentes recabados en cuando a signos clínicos, procedencia del animal y su control parasitario”, agregó este profesional.
Los análisis por parte del Dr. Gómez y su grupo de investigación se intensificaron el 2012 gracias a la adjudicación del proyecto Fondecyt “Studies on Gurltlia paralysans, an emerging neuroparasite in domestic cats: morphological, genetic, life cycle, epidemiological and diagnostic features”, el cual les permitió viajar a Alemania y llevar este gusano hasta la Universidad Justus-Liebig (Giessen) para analizarlo en su Instituto de Parasitología de la Escuela de Veterinaria gracias a la colaboración del investigador de esa casa de estudios, Dr. Carlos Hermosilla.
“Se hizo una secuenciación de su material genético del nematodo y a través de eso se elaboró una prueba molecular donde fue posible amplificar su ADN. En este caso específico se elaboró una técnica llamada semi nested PCR que a partir del líquido cefalorraquídeo y suero de los animales vivos demostró la presencia del parasito”, manifestó el Dr. Gómez.
Actualmente, el tratamiento a animales afectados por Gurltia paralysans consiste en suministrar antiparasitarios que son efectivos en casos sospechosos y en el que este gusano posea una presencia inicial en los felinos, de lo contrario el daño es irreparable. Asimismo, el reporte de esta enfermedad indica que existen casos también en Argentina, Uruguay, Brasil y Colombia.
“Es un parasito que probablemente está extendido en Sudamérica y nosotros somos los primeros en tener esta técnica molecular que nos permite el diagnostico in vivo lo cual consideramos que es un avance muy importante para la investigación de esta enfermedad. El siguiente paso es continuar con su estudio, ya que si bien es específico en gatos domésticos existe la posibilidad de que afecte a felinos silvestres; además de analizar qué tan presente está la enfermedad en nuestro país”, concluyó Marcelo Gómez.
Cabe señalar, que parte del grupo de investigación está integrado además por los Dres. Manuel Moroni, Pamela Muñoz, Marcelo Mieres Francisco Morera, Fredy López, Mixsy de la Valle y Gerardo Acosta-Jamett, todos pertenecientes a la Facultad de Ciencias Veterinarias de la Universidad Austral de Chile.