¿Sabía usted que en las regiones de Los Ríos y de Los Lagos existen aproximadamente 325 mil hectáreas de suelos Ñadi, lo que constituye el 19% del área útil para la agricultura? No es un dato menor, pues en Chile, estos suelos están distribuidos, mayoritariamente, desde el extremo sur de la provincia de Cautín hasta el norte de la isla de Chiloé cubriendo un área aproximada de 475 mil hectáreas, lo que representa el 9% de los suelos volcánicos del país.
Debido a la creciente presión sobre los recursos naturales, cada día, aumenta la necesidad para usar este tipo de suelos, implementando, sistemas de drenaje, pero sin una mayor evaluación del impacto que esto puede tener sobre el ecosistema Ñadi y sobre el ambiente en general, explica del Dr. José Dörner, académico del Instituto de Ingeniería Agraria y Suelos de la Facultad de Ciencias Agrarias y Director del Centro de Investigación en Suelos Volcánicos (CISvo) de la Universidad Austral de Chile (UACh).
El Profesor Dörner lidera el proyecto FONDECYT 1130546 “El cambio de uso de suelo y drenaje de un Ñadi (Aquands) en el sur de Chile: efectos sobre propiedades estructurales de suelo, el funcionamiento físico de los poros, las propiedades químicas y las emisiones de gases efecto invernadero”.
El objetivo general de este estudio es evaluar el impacto del cambio de uso y drenaje de un suelo Ñadi sobre la variabilidad temporal y espacial de la altura de la napa freática y sus consecuencias sobre el funcionamiento fisicoquímico del suelo y la emisión de gases de efecto invernadero.
En este contexto, agrega, este proyecto aportará “nuevos conocimientos al manejo sustentable de los suelos Ñadi en el sur de Chile, como una forma independiente de contribuir constructivamente al uso adecuado de este importante recurso natural para la zona sur”.
Lo anterior, tomando en cuenta que los problemas de drenaje de estos suelos, son “una gran preocupación para el Gobierno y, por ello, se han implementado varias alternativas de manejo para mejorar el drenaje y, así incrementar, la profundidad efectiva de los suelos Ñadi”.
El proyecto se desarrolla en el sector de Tepual, a diecisiete kilómetros al noroeste de Puerto Montt, en el predio Chaqueihua de propiedad del Sr. Alfredo Nuñez, en la Serie de Suelo Alerce, en la Región de Los Lagos.
Objetivos propios de la investigación
Los investigadores plantean evaluar el efecto del cambio de uso de suelo sobre los cambios temporales y espaciales de la altura de la napa freática de un Ñadi y sus consecuencias sobre la dinámica del agua, temperatura del suelo y la emisión de gases de efecto invernadero.
Así mismo, se analizará la dinámica de las propiedades físicas y químicas del suelo, en Ñadi con y sin drenaje, y se determinará el impacto del drenaje sobre el funcionamiento del suelo.
También se estudiará la resistencia y resiliencia física del suelo luego de someterlo a eventos de estrés por compactación y secado intenso. Otro foco de atención será la emisión de gases efecto invernadero (CO2, CH4 y N2O) desde la superficie del suelo y su relación con la actividad de microorganismos y el comportamiento térmico del Ñadi.
Por último, el proyecto busca proponer un sistema de drenaje que permita la conservación del agua durante el período estival con impacto mínimo sobre la emisión de gases efecto invernadero y la productividad de la pradera.
Se difundirá y valorará el rol ecosistémico de los suelos Ñadi con el fin de incentivar su uso sustentable así como una alternativa de conservación de la biodiversidad y se generará colaboración internacional en investigación.
Desde el punto de vista académico, se contribuirá a la formación de profesionales del área de las ciencias silvoagropecuarias por medio de la ejecución de trabajos de titulación de pregrado.
Distintos aportes del Proyecto
La investigación cuenta con una etapa de evaluación de procesos y patrones físicos, químicos y biológicos en el suelo, según los ambientes presentes en el área de estudio: bosques nativos y praderas. Este periodo inicial de evaluación es de dos años y, actualmente, el estudio se encuentra en el segundo año de ejecución.
Para la Dra. Dorota Dec, Profesora del Instituto de Ingeniería Agraria y Suelos de la UACh, uno de los hitos actuales, es el análisis de los datos del primer año de ejecución de este estudios, con el fin de diseñar un sistema de drenaje que permita la conservación del agua durante el período estival.
“Esto significa que estos suelos, comparados con un sistema de drenaje convencional, deberían almacenar agua aprovechable para las plantas por más tiempo, entregando mejores condiciones para el crecimiento de los cultivos y, finalmente, traduciéndose en aumento de su valor agronómico y un beneficio para el agricultor”, sostiene la Profesora.
En tanto, el Dr. Leadro Paulino, Profesor de la Facultad de Agronomía en la Universidad de Concepción, opina que “se cree que el ciclo de secado/rehumectación del suelo- a raíz del manejo por drenaje de los mismos y sujetos a saturación hídrica- afectan propiedades relacionadas con el contenido volumétrico de agua, tensión hidráulica, temperatura y gases del suelo”.
“El efecto que producen estos cambios, inciden en la actividad biológica y ciclos de nutrientes, los cuales son precursores de estos gases que se forman naturalmente en el suelo. Estamos interesados en saber si estos cambios, generados por el drenaje del suelo, afectan consecuentemente los patrones de emisión de estos gases, es decir, si aumentan o disminuyen los flujos de emisión”, subraya el Dr. Paulino.
El Dr. Oscar Thiers del Instituto de Bosques y Sociedad de la Facultad de Ciencias Forestales y Recursos Naturales de la UACh, explica que los suelos poseen diferentes funciones ecológicas-productivas y una de ellas, corresponde a la función de reserva de biodiversidad, la cual incluye desde microorganismos hasta grupos de animales y plantas mayores.
Por lo tanto, “lo anterior sugiere, que las opciones de uso de un suelo -tipos de manejo por ejemplo- podrían afectar en diferente medida la biodiversidad presente en él y con ello, las características y propiedades químico-nutritivas y físicas de los mismos, condicionando el tipo e intensidad de uso propuesto”, subraya el profesor.
Expresa que “los resultados del proyecto aportarán a comprender cómo diferentes tipos de uso del suelo (bosque, matorral y pradera) se relacionan con la biodiversidad presente y ello con el desempeño de una serie de funciones y servicios ecosistémicos de los suelos Ñadi”.