La Dra. Romina Abarca Oyarce, académica del Instituto de Ciencia y Tecnología de los Alimentos (ICYTAL) de la Universidad Austral de Chile, se adjudicó un proyecto FONDECYT que desarrollará recubrimientos que permitirían disminuir la contaminación en las líneas de procesamiento de la industria láctea.
Lo anterior a través de un recubrimiento formado por polímeros (macromoléculas) y bacteriocinas con posible aplicación como sistemas de recubrimiento en superficies y equipos usados en esta industria. “Tendrá un impacto muy positivo, pues permitiría reducir la formación de biopelículas y la posterior contaminación en las líneas de procesamiento de alimentos, que constituyen uno de los principales problemas de este sector productivo”, explica la Prof. Abarca.
El proyecto se titula “Antimicrobial composites based on polymers and bacteriocins with potential application as coatings systems on surfaces and equipment of the dairy industry to reduce the formation of biofilms and subsequent contamination in food processing lines”.
La investigadora afirma que este estudio “nace para generar soluciones a una de las problemáticas que afectan a la industria láctea, lo cual afecta directamente la calidad de la materia prima y, por ende, del producto final. Dentro de los problemas asociados, el más grave es la contaminación microbiológica a la que está expuesta la industria láctea. Esto debido al ataque de microorganismos patógenos, como Listeria monocytogenes, Escherichia coli, Staphylococcus aureus, Pseudomonas aeruginosa, entre otros”.
“La incidencia de este tipo de bacterias en las contaminaciones es bastante recurrente, debido a la composición rica en nutrientes de su materia prima: la leche. La mayoría de estas bacterias generan un sistema de resistencia formado por comunidades complejas de microorganismos, que crecen incrustados en una matriz orgánica polimérica de producción propia y adheridos a una superficie viva o inerte, y que pueden presentar una sola especie microbiana o una variedad de especies diferentes; esta forma de subsistencia se conoce como Biofilm”, indica la docente de la UACh.
La Dra. Abarca resalta que las “consecuencias de este tipo de contaminación pueden conducir a pérdidas económicas debido al rechazo necesario del producto e, incluso, al desarrollo de enfermedades. En concreto, el proyecto desarrollará un recubrimiento que se aplicará sobre materiales ya existentes en la industria”.
El proyecto tiene una duración de 3 años (a partir de 2019), para lo cual se desarrollarán los recubrimientos, se efectuará una etapa de caracterización y se realizarán pruebas mecánicas y antimicrobianas.