Los árboles no solo son los pulmones verdes del mundo, sino que también son grandes bibliotecas que albergan en sus troncos una gran cantidad de información sobre la historia de nuestros ecosistemas y nuestro paso por el mundo. En sus anillos de crecimiento, los árboles dejan registrados los eventos a los que, con mucha resilencia, han tenido que hacer frente a lo largo de su vida, y es a través del análisis de estos anillos, es que científicos de todo el mundo han podido descubrir eventos climáticos, geomorfológicos y ecológicos del pasado, así como reconstruir parte de nuestra historia que permanecía oculta. ¿Qué es la dendrocronología? ¿Qué tipo de información podemos encontrar en los troncos de los arboles? ¡A continuación te contamos todo sobre esta hermosa ciencia!
Nuestra memoria es muy corta, solo recordamos algunas decenas de años. Sin embargo los árboles almacenan información de cientos y en algunos casos de miles de años, y tienen mucho que contar sobre nuestra historia.
Árboles como la queñoa (Polylepis tarapacana), el ciprés de la cordillera (Austrocedrus chilensis), la lenga (Nothofagus pumilio) o la araucaria (Araucaria araucana), habitan sectores de Sudamérica desde hace miles de años, siendo testigos de muchos eventos históricos del pasado. Pero los árboles no son simplemente espectadores, ya que ellos guardan rastros de los eventos ambientales que viven cada año, lo que queda reflejado en el ancho de sus anillos. Así, los árboles se convierten en verdaderos archivos climáticos, geomorfológicos, ecológicos, hidrológicos y arqueológicos.
Leer artículo completo en este enlace.