«Anual Conferencie of the International Law Society of Public Law – ICON•S 2022» se tituló el evento desarrollado entre el 4 y 6 de julio, donde participó el profesor del Instituto de Derecho Público UACh, Dr. Felipe Paredes, junto al estudiante de la Facultad de Ciencias Jurídicas y Sociales de la UACh, Esteban Oyarzún.
Ambos expositores de Derecho UACh participaron, de manera online, del panel #80 «Neurorights: ¿new human rights?», cuyo objetivo fue discutir la necesidad de crear o no nuevos derechos humanos frente a los vertiginosos avances en neurociencia, pero en ausencia de un debate académico en profundidad.
La neurociencia se ha desarrollado a un ritmo extraordinariamente rápido, ofreciendo innumerables beneficios a la humanidad que se mejoran cuando se asocian con la inteligencia artificial. Sin embargo, estos avances también plantean interrogantes sobre cómo afectan a las funciones cerebrales, dado que son capaces, por ejemplo, de alterar el propio comportamiento humano.
La ponencia de profesor Felipe Paredes se tituló «Dilemas en la regulación chilena de los neuroderechos», donde aborda la pionera regulación chilena de los llamados neuroderechos, incluyendo una reforma constitucional aprobada y un proyecto de ley, actualmente, en discusión en el congreso.
“La cuestión central ha sido si los neuroderechos deben considerarse o no como derechos humanos autónomos y distintivos. Algunos estudiosos consideran que los derechos humanos son herramientas adecuadas para hacer frente a los hilos del progreso técnico. Por el contrario, otros afirman que los conceptos jurídicos podrían verse desbordados por los avances científicos, lo que justifica el desarrollo de otros nuevos. La Constitución chilena y el proyecto de ley en curso oscilan entre estas dos estrategias”, explicó el académico.
En tanto, el estudiante Esteban Oyarzún presentó junto al profesor Antonio Jorge Pereira, junior de la Universidad de Fortaleza, la ponencia sobre «El santuario más profundo de la intimidad mental: Las Américas y la protección de los neuroderechos humanos».
En nuestra presentación -señaló Oyarzún- partimos de la base de que, en los últimos años, el avance y desarrollo de la neurotecnología no solo ha tenido repercusiones en el mundo científico y empresarial, sino que sus consecuencias se han extrapolado a otras dimensiones, incluso el área del derecho.
“En el ámbito jurídico la preocupación por este tema ha sido incipiente y son muy pocas las legislaciones nacionales que han comenzado a discutir y legislar sobre el asunto, con el propósito de regular y limitar los efectos que podría llegar a tener el uso de la neuroteconología en los seres humanos. Lo mismo ocurre en el ámbito internacional, contexto en el que son pocas las organizaciones que se han ocupado de manera profunda sobre el tema”, comentó el estudiante.
La presentación de ambos expositores se dividió en dos partes: primero, cómo el uso de la neurotecnología puede tener un impacto, tanto positivo como negativo, en una serie de derechos humanos internacionalmente reconocidos, tales como: la dignidad humana, el libre desarrollo de la personalidad, la identidad, la autonomía, la libertad de expresión o la salud.
Segundo, cómo un buen tratamiento del asunto ha sido ejecutado por la Organización de los Estados Americanos a través del Comité Jurídico Interamericano, “organización que ha avanzado en la agenda de esta problemática, sobre todo a partir de la aprobación de la ‘Declaración del Comité Jurídico Interamericano sobre Neurociencia, Neurotecnologías y Derechos Humanos: nuevos desafíos jurídicos para las Américas’, publicada en agosto de 2021. Esta declaración cobra especial sentido y constituye un avance significativo en materia, a nivel internacional e interamericano”, puntualizó Esteban Oyarzún.