Rodrigo Reeves presentó la temática sobre instrumentación astronómica, sus complejidades y las oportunidades que abre ese desafío científico para un trabajo multidisciplinario de las ingenierías y ciencias en Chile, en el marco de la charla organizada por el Instituto de Electrónica y Electricidad de la UACh.
¿Qué oportunidades tienen las y los científicos del sur de Chile para participar del trabajo astronómico a partir de los datos que se recolectan en los observatorios del desierto? Esa fue la principal pregunta que planteó Reeves durante su charla.
Instrumentación astronómica
Para Reeves, la instrumentación astronómica fotónica corresponde a “cualquier desarrollo tecnológico que detecte señales cósmicas que tienen una cobertura en el rango de las longitudes de onda, que son extremadamente amplias”.
En términos de infraestructura, hay distintas formas de ejecutar la observación astronómica con sistemas: están los telescopios ultra gigantes y de una pieza como es el “Fast” ubicado en China, el que tiene 500 metros de diámetro. Mientras que también está la técnica de síntesis de apertura, que consiste en múltiples telescopios de menor tamaño capaces de tomar muestras y sintetizar una imagen sin necesidad de una mega estructura.
Esta dimensión de la instrumentación astronómica “involucra cada una de las áreas de desarrollo tecnológico que permite realizar las operaciones de estos observatorios: desde el software, desarrollo de cúpulas, la electrónica, mecánica, la obra civil, todo tiene que ver con la implementación”, menciona Reeves.
¿Cómo comenzar?
El desarrollo de ciencias básicas se hace en las universidades, mayoritariamente. Una fórmula que ha probado el académico es potenciar el entrenamiento y la participación de estudiantes en proyectos científicos.
“Estudiantes tengan la oportunidad de rozar trabajo con instrumentación de primer nivel y entregarle a la sociedad qué significa la tecnología y la ciencia”, y son la principal forma de crear esta masa crítica y una buena divulgación científica a la sociedad, explica el ingeniero de la Universidad de Concepción.
Es así como Reeves comentó la experiencia de divulgación y promoción de la instrumentación astronómica desde el Centro Para la Instrumentación Astronómica (cePIA), donde se han realizado 10 tesis de pregrado y 4 de postgrado desde 2015. A esto, se suman los ramos de astronomía observacional, en los que se enseña la instrumentación óptica, y el de Fundamentación de instrumentación óptica.
Reeves recuerda que hace unos años en uno de los ramos construyeron instrumentación astronómica con estudiantes.
“Los estudiantes se motivan entre más compleja la tarea, entonces nos planteamos hace unos años atrás medir el fondo de radiación de fondo cósmico desde Concepción. Alguien podría decir que no están las condiciones, pero eso da lo mismo. Se diseñó y montó un sistema colectivamente que cubrió entre 12 y 18 giga-hertz, con instrumentación asequible y reciclaje de cosas”, relata el investigador.
“Esto nos permitió medir la parte radiométrica del telescopio, tal como se hace en la astronomía profesional y, por lo tanto, nos obligó a usar softwares de análisis, tal como se hace en un proyecto profesional”, puntualizó.
Problemas de las ciencias en Chile
Para el académico, no es un problema solo de las zonas alejadas a los observatorios, sino también de cómo se produce ciencia en Chile.
Desde los problemas por la inexistencia de una política para crear laboratorios nacionales hasta el aún escaso financiamiento permanente para una estructura multidisciplinaria científica a nivel país son parte de los obstáculos que cualquier investigador(a) debe sortear.
Sin embargo, también hay luces de avance. Para Reeves, la universidad es un lugar ideal para nutrir una masa crítica que permita asentar una política nacional científica, lo cual es una tarea que han comenzado a realizar instituciones de educación superior como la UdeC y la UACh, entre otras.
Si bien “puede sonar pesimista, pero la verdad es que estamos en el comienzo del desarrollo, en una etapa bien inicial (…) El nacimiento del Ministerio de Ciencias y Tecnología indica que podría ocurrir algo distinto de aquí en adelante en esto”, dice Reeves.
Círculo virtuoso
También Rodrigo Reeves explica la importancia del círculo virtuoso en el desarrollo de la ciencia, el que establece que “la ciencia coloca los modelos observacionales, que le indica a la ingeniería qué se necesita construir para hacer las mediciones que se requieren, y luego el análisis y los resultados son entregados a los científicos que harán nuevamente la interacción que hará modificar el diseño original para seguir con esta rueda”.
De no seguir este círculo virtuoso, está la amenaza de crear tecnología poco útil. “Si yo me arranco a desarrollar tecnología que no esté enlazada a una idea científica relevante, probablemente va quedar trunca y quedará como una bonita pieza de laboratorio”, concluyó.
Sobre el investigador
Es director del CePIA (Centro Para la Instrumentación Astronómica) de la Universidad de Concepción. Se dedica a la investigación y desarrollo de tecnologías de punta para uso astronómico, su posible utilización en ciencias afines y aplicaciones de interés amplio.
Obtuvo su Doctorado en Ingeniería Eléctrica en 2009 en la Universidad de Concepción. Fue postdoctorante en Caltech entre 2009 y 2011. En 2012 fue contratado como senior scientist en el mismo instituto, cargo que desempeñó por dos años. Se integró como profesor asistente del Departamento de Astronomía de la UdeC en abril de 2014.