Cuando se habla del virus que causa la inmunodeficiencia humana VIH, la mayoría de las personas piensan en SIDA; produciendo inevitablemente un estado de alerta y temor, y porque no decirlo, de angustia o pánico al siquiera imaginar ser portador del mismo. Esto bien sea, por evocar: las veces de haber incursionado en un contacto sexual sin protección, casual, esporádico o bajo la influencia o no de alguna sustancia.
En los casos de ser la primera incursión sexual y hacerlo bajo la influencia de alguna sustancia, sin conocer la historia sexual de la otra persona, tener un embarazo no controlado.
Aquellos que no conocen todavía en que consiste esta enfermedad, vienen a representar el porcentaje más alto de casos VIH/SIDA del mundo, alarma detonada a finales de los años 80’ e inicios de los 90’ hasta nuestra actualidad. Convirtiéndose en una de las pandemias más largas de la historia y que todavía no tiene cura. Sólo tratamiento que ha evolucionado para ser más amigable en dosis y mecanismos llamados Antirretrovirales. Lo más reciente y que viene a traer una luz de una posible cura, son dos casos aislados en estudio y seguimiento desde hace más de cinco años, estas personas han estado sujetas a la aplicación de técnicas de trasplante de médula y fármacos en los cuales se tiene esperanza de sanidad.
Esta enfermedad predice que existe un pronóstico de vivencia entre 27 a 35 años, luego del diagnóstico e inicio del tratamiento antirretroviral. Más del 30% de la población por ejemplo de África está infectada por el virus de inmunodeficiencia humana (VIH), país con mayor porcentaje mundial registrado.
Este virus ataca y destruye gradualmente el sistema inmune y lleva a las personas a sufrir una variedad de síntomas y enfermedades oportunistas [tuberculosis, infecciones micóticas, infecciones bacterianas graves y algunos tipos de cáncer] definidas entonces como SIDA.
Todos los países del mundo, incluyendo el nuestro, reportan cada vez mayor el número de personas que padecen de esta pandemia. Aun cuando hay organismos internacionales de salud y gobiernos haciendo su máximo esfuerzo por legislar y controlar su avance, con expectativas que han logrado disminuir el número de muertes, hay mayor sobrevida y se sigue luchando por menos contagios; sin embargo, es insuficiente la educación y toma de conciencia de las personas expuestas y sobre cómo prevenir esta enfermedad. Se repiten vivencias dolorosas, en el seno de familias iniciadas de manera precoz, que han quedado sin uno o ambos miembros de la pareja por muerte o abandono de tratamiento, huérfanos, abuelos criando a sus nietos enfermos; concomitantemente sin sostén económico para cubrir el alimento o el tratamiento y poder sobrevivir.
Ahora una mirada local sobre este virus como causante importante de infecciones de transmisión sexual (ITS) y la relación que existe cuando esta enfermedad se contrae producto del goce y desconocimiento sobre la misma en nuestra juventud. Cerca de un millón de infecciones de transmisión sexual (ITS) son transmitidas a diario según la OMS, por conductas de riesgo. Más de 500 millones de personas, entre hombres y mujeres de edades comprendidas entre 15 a 49 años en el mundo contraen alguna ITS en las Américas y el Caribe. Un estudio de Walsh JL (2014) registra la sólida teoría que relaciona el consumo de alcohol con el comportamiento sexual de riesgo, asociación fuerte entre el consumo de alcohol y el uso inadecuado de condones o preservativos. También Álvarez M. (2018) en su último estudio registra que el consumo de Cannabis incrementa el riesgo de padecer una ITS comparativamente a aquellos jóvenes que no tienen dicha ingesta. El uso de sustancias problemáticas sí que tiene una relación directa con la probabilidad de padecer una Infección de transmisión sexual.
Según datos Nacionales de Chile, existen 84.000 personas que viven con VIH registradas en el 2021. El 65% de los nuevos casos ingresan en etapa de SIDA.
Al 31 de diciembre 2021, en el Hospital de Puerto Montt estaban en control 1.226 personas y en octubre del 2022 se suman 124 personas atendidas en el sector público y 44 personas atendidas en el sector privado. Es decir, en menos de un año se registra un incremento de 168 nuevos casos de la Región de Los Lagos. Es perceptible que estos datos siguen en aumento.
Sólo queda mencionar esta frase muy popular, que dice: “Todos pueden contagiarse de VIH/SIDA, pero todos también pueden prevenirlo. Todos podemos hacer algo.”
Esta columna fue publicada en El Calbucano y El Insular, tanto en su versión impresa como digital.