“Biofertilizantes en base a rizobacterias para disminuir el uso de nutrientes fosforados en trigo y cebada”, se denomina el proyecto Fondef D08I-1039 ejecutado por investigadores de la Facultad de Ciencias Agrarias de la Universidad Austral de Chile.
La iniciativa comenzó a ejecutarse este año 2010, tendrá una duración de 48 meses y un financiamiento que supera los 483 millones de pesos.
El Dr. Luigi Ciampi, Director del proyecto y académico del Instituto de Producción y Sanidad Vegetal de esta Facultad, señaló que el propósito del proyecto es “detectar, establecer, y bioformular cuatro nuevos tipos de bacterias solubilizadoras de fósforo, con el fin de evaluarlas en pruebas de campo y aplicarlas como prototipos funcionales para cultivos de trigo y cebada”.
Esta propuesta se relaciona con el uso innovador de microorganismos y el desarrollo de productos a base de rizobacterias solubilizadoras de fósforo.
“Utilizando tecnologías ya diseñadas en proyectos exitosos anteriores, se presenta la oportunidad de estructurar productos biológicos que aplicados a cultivos como trigo y cebada, permiten disminuir el aporte de fertilizantes fosfatados”, explicó el Dr. Luigi Ciampi.
En ese contexto, señaló que esta iniciativa será una “contribución para optimizar el uso de fertilizantes artificiales, por unos más amigables para las personas y para el medio ambiente, pues las rizobacterias son microorganismos que encontramos de manera natural en las raíces de las plantas”.
Diseño de los prototipos
El fósforo es uno de los principales macronutrientes de las plantas, en primer lugar está el nitrógeno, en segundo, el fósforo y en tercero, el potasio. “En el sur de Chile hay fósforo que está adsorbido a las arcillas de origen volcánico y que no está disponible como nutriente, por lo tanto, lo que hacen las bacterias solubilizadoras, es ponerlo a disposición de las plantas”, explicó el Dr. Mauricio Schoebitz, integrante del equipo del proyecto.
En esta iniciativa se van a diseñar tres procesos, el primero es de agregaciones de multi-capas de bacterias con roles definidos a la semilla, es decir, lograr que una vez que la semilla germine las bacterias benéficas inoculen lo antes posible las raíces de las plantas.
La segunda técnica que se diseñará, es incorporar a microcápsulas microorganismos seleccionados de suelos chilenos, esta innovación permitirá incorporar a la siembra las bacterias solubilizadoras de fósforo.
La tercera, es el desarrollo de concentrados líquidos bacterianos deshidratados mediante técnicas específicas y agregados durante etapas relevantes de crecimiento de los dos cultivos propuestos.
“La idea del proyecto es aislar, caracterizar y formular inoculantes biológicos microencápsulados deshidratados y semillas politizadas para ser aplicadas a los cultivos de trigo y cebada, con el propósito de evaluarlas en pruebas de campo y aplicarlas como prototipos funcionales para estos cultivos”, explicó el Dr. Schoebitz.