En el Cine Club de la Universidad Austral de Chile se exhibió la mañana del martes 13 de diciembre el cortometraje documental «Voces de Reparación», el cual fue presentado por la Corporación ProMujer Chile y dirigido por el actor y director valdiviano Samuel González Vera. (Vea galería de fotos).
La invitación a esta exhibición gratuita fue realizada por el Comité Triestamental de Género y Diversidad UACh, convocando a estudiantes, funcionarias, funcionarios y docentes que integran la comunidad universitaria.
La Secretaria Ejecutiva del Comité Triestamental de Género y Diversidad UACh, Susana Rebolledo, señaló que “como Universidad y comunidad universitaria debiésemos propiciar que estos espacios se desarrollen más a menudo para que nos reunamos a conversar y reflexionar sobre estas temáticas que nos atraviesan a todos, todas y todes de manera cotidiana, pero diversa y diferente”.
Por su parte, la Directora Ejecutiva y fundadora de la Corporación ProMujer Chile de Valdivia, María Soledad Montoya, agradeció “la oportunidad que nos da la Universidad Austral de Chile de poder llegar a sus estudiantes y generar un impacto positivo desde ahí”. Con una trayectoria de 6 años como agrupación, agregó que realizan “acciones y actividades concretas para difundir y generar sensibilización que es lo que más nos importa en la temática de la violencia”.
«Voces de Reparación»
En el cortometraje documental de 17 minutos dos mujeres y un hombre transgénero exponen sus relatos íntimos sobre el cuerpo, su memoria y reparación. Cada uno de los bloques dura 5 minutos.
La realización contó con financiamiento del Gobierno Regional de Los Ríos y es la primera obra de no ficción que dirige Samuel González. La institución venía trabajando en un Plan de Mitigación con Perspectiva de Género e integró a González para el desarrollo de nuevas propuestas vinculadas al área cultural. Así entonces tomó forma la idea de hacer una obra de no ficción, protagonizada por Pascual André, Valentina Díaz y Antonia Araya, quienes han sufrido de bullying, abuso y violencia.
El actor y director valdiviano valoró que “espacios como el Cine Club permitan este tipo de instancias, lo que es maravilloso. Es lo que justamente necesitamos: que haya espacios para poder difundir proyectos realizados y producidos acá en la región. Así es que muy contento con lo que sucedió hoy día en el Cine Club por la convocatoria y por los comentarios”.
Samuel González, quien también es profesor de la Escuela de Creación Audiovisual UACh, comentó que el objetivo del documental era “poder impactar, generar reflexión y cuestionamiento sobre la violencia y la diversidad de género. Se puede y está generando lo que buscábamos, así es que estamos contentos”.
Tres historias que generan cambios
Una de las historias fue contada por Pascual André quien participó en el conversatorio y mencionó la relevancia de que el documental sea visto por “personas que están creciendo en el ámbito universitario y el día de mañana van a ser profesionales que son las nuevas generaciones que están más abiertas a lo que está pasando hoy en día y que son las discriminaciones y la diversidad. Entonces es importante que ellos como profesionales el día de mañana puedan generar un cambio tanto como con sus usuarios con los que van a trabajar”.
También interactuó con el público en la sala la protagonista Antonia Araya, para quien “es muy bonito compartir estos mensajes y que las personas que vean el documental se puedan sentir identificadas con las historias”. A su juicio, que vean este trabajo las personas más jóvenes “es bacán porque están justo en la edad donde más absorben todo, ya que sea bueno o malo. Ojalá absorban más lo bueno”. Mencionó que “de repente uno se encierra en sus dolores, en sus malestares, pero hay muchas personas que pasamos por lo mismo, que sufrimos lo mismo y creo que es muy importante visibilizar para acompañarse”.
La tercera protagonista fue Valentina Díaz, quien envió un audio a través del cual entregó un mensaje de esperanza, ya que finalmente su caso pudo ser escuchado, generándose un castigo para el agresor. “Tuve que contarlo más de 70 veces a lo largo de estos tres años a distintas instituciones”, planteó, mencionando que logró “cerrar un capítulo que fue muy difícil en mi vida” y donde “el apoyo de los amigos y la familia es fundamental”.