Con más de cien asistentes virtuales se desarrolló la primera sesión del año 2020 de Cátedras Abiertas: Seminario Interdisciplinario en Humanidades y Ciencias Sociales, organizado por la Facultad de Filosofía y Humanidades de la Universidad Austral de Chile (UACh), instancia que se enmarca en los lineamientos del actual Plan Estratégico de dicha macrounidad.
La jornada fue presidida por el Decano Dr. Mauricio Mancilla, quien fue el encargado de dar la bienvenida a los asistentes y presentar al destacado filósofo y académico de la Universidad de Chile.
“Para nosotros es un agrado contar con un invitado de tan alto nivel para abrir nuestro ciclo de cátedras mensuales y reflexionar sobre un tema tan contingente como lo es capitalismo cognitivo. Es sumamente importante discutir sobre el destino de la universidad como institución y plantearnos preguntas como ¿Puede prescindir la Universidad del mañana de las humanidades y las artes?, teniendo como premisa que tradicionalmente cultivamos al interior de la actual universidad el pensamiento crítico, el cual es tributario en la vinculación de la universidad con algunos actores externos”, indicó el Decano.
Conferencia
En oportunidad, el Dr. Carlos Ossa Swars ofreció la conferencia “Capitalismo cognitivo y el debate sobre las humanidades y las artes”, en la que partió explicando que se trata de un concepto se debe abordar desde una perspectiva teórica y que también está marcado por una lectura existencial.
“Para analizar el capitalismo cognitivo es necesario mirar la historia académica de ese momento en que pasamos de una Universidad que está anclada en la producción de conocimiento, a otra Universidad que se mueve hacia la producción del saber y que por tanto, plantea lo que podríamos decir, la función de las disciplinas y también la naturaleza de las prácticas tanto de creación, investigación, docencia y extensión”, indicó.
En ese sentido, el Dr. Ossa mencionó que la noción de capitalismo cognitivo se ha movido entre distintas aristas y múltiples desarrollos —a veces contradictorios y heterogéneos–, lo que permite inferir que el capitalismo cognitivo no sea una experiencia homogénea de una manera global en todas partes.
“Las realidades de las distintas universidades y de los modelos de conocimiento en atención a los territorios, la geopolítica, tipos de economía, desarrollo tecnológico, los modelos de financiamiento al rol del Estado, entre otras cosas, hacen inviable que esta categoría pueda ser aplicada de manera horizontal en todas partes, sino que hay que leerla según las realidades específicas y particulares que van a existir en las distintas modalidades. No hay un solo concepto de Universidad”.
Asimismo, el académico mencionó que para comprender el capitalismo cognitivo es necesario tener en cuenta la transformación de la función del conocimiento y su vinculación con la irrupción de las políticas neoliberales en los años 90´s.
“La transformación de la función del conocimiento ya no se orienta solamente hacia el ámbito de desarrollo nacional y los procesos de industrialización, sino que se orienta a redefinir la relación entre lenguaje, subjetividad y servicio. La transformación está derivada del hecho de que las políticas neoliberales restringen el papel del Estado en las áreas prioritarias como la salud, educación, entre otras, para que el mercado pueda desplegar ofertas alternativas que no alteren la expansión de áreas pedagógicas como la oferta universitaria”, puntualizó.
En ese sentido, el expositor manifestó que cuando comienza a operar dicho modelo, la noción de universidad compleja y transversal empieza a ser discutida ya que las casas de estudios superiores comienzan a vincularse a ramas específicas y ámbitos estratégicos con el fin de que entren a operar entes privados.
“Se comienzan a ver privilegios de rentas y leyes, que permiten incrementar la oferta alternativa en los diseños educativos y se comienzan a ofrecer servicios. Se traslada la investigación tecnológica desde las universidades a centros que se van a orientar a satisfacer las demandas del mercado. Esto trae como consecuencia que las universidades no produzcan tecnología sino que servicios complementarios para poder implementar esas tecnologías en diversas áreas como las económicas, culturales, sociales o políticas”.
Subjetividad
En esa propuesta, las transformaciones en las que se cimientan las bases del capitalismo cognitivo traen consigo la producción de subjetividad en los conceptos de conocimiento y saber.
“La demanda que se le hace a todo el régimen del conocimiento para que su tarea sustantiva tenga que ver con la generación de subjetividad. Una subjetividad que pueda ser medible, proyectarle y capitalizable. En ese sentido, cómo circula la subjetividad con elementos que permiten materializarse como flujo permanente de creatividad (innovación, emprendimiento, etc.), así como también la circulación a través de nuevas propuestas, flujo incesante y permanente. Todo lo anterior dentro de los marcos de un mínimo de estandarización y máximos de flexibilización”.
Humanidades y las artes
Dentro de la exposición, el académico no ahondó específicamente en el desarrollo de las artes y humanidades, pero explicó que todos los cuestionamientos establecidos en el marco del capitalismo cognitivo tienen que ver con esas áreas.
“Lo que esos ámbitos significan y el sentido que tienen todavía en esta ‘Universidad Frankenstein’ — la universidad pública chilena— ya que tiene pedazos de todos los cuerpos y que no concilia ninguno y que, por tanto, nos sumerge en múltiples contradicciones porque, mientras producimos un texto crítico al mismo tiempo somos parte de una comisión de acreditación. En ese sentido, estamos atrapados en una dinámica donde somos conscientes y actores responsables. Se trata de una condición cínica del mundo neoliberal respecto a la tragedia, ya que somos actores de esa tragedia, porque se nos viene encima una reforma muy sustantiva no del conocimiento, sino de las maneras de circular ese conocimiento”, recalcó.
Actualidad
Finalmente, en la conferencia el Dr. Ossa reflexionó sobre el momento actual que vivimos como país y la tensión que existe a la continuidad del modelo existente.
“Creo que fue muy bueno que primero existiese la revuelta social y no pandemia, porque la revuelta suspendió históricamente al neoliberalismo por lo menos tres meses y nos hizo cuestionarnos ¿Qué hacemos aquí?, y esa misma pregunta la estamos haciendo ahora desde nuestras casas. Me parece que esta especie de trilogía pagana que se dio con el levantamiento feminista, la revuelta estudiantil y la pandemia, nos ofreció tres momentos que ni la universidad ni la sociedad pudo imaginar, que es que iban a suspender y la iban a destituir al neolibelismo. Ahora la cuestión está en hoy la tecnología que nos reúne donde el tiempo real nos separaba y cuando volvamos al tiempo real, hay que volver a reunirnos”, concluyó.
Revisa la conferencia “Capitalismo cognitivo y el debate sobre las humanidades y las artes” del Dr. Carlos Ossa Swars en el siguiente enlace: