En la Sala Paraninfo de la Universidad Austral de Chile (UACh) se llevó a cabo la inauguración de Año Académico del programa de Magíster en Historia del Tiempo Presente.
La jornada contó con la presencia de estudiantes de pregrado y postgrado, académicos de la Escuela de Graduados y del Instituto de Historia y Ciencias Sociales de la Facultad de Filosofía y Humanidades.
En la oportunidad, el Director del Magíster en Historia del Tiempo Presente, Dr. Fabián Almonacid, destacó el aumento paulatino del número de inscritos en el programa desde su creación.
“Es el tercer año que hacemos esta actividad, nos tiene muy contentos el aumento considerable de la matrícula de este programa y, sobre todo, la incorporación de estudiantes provenientes de otras universidades y de otras profesiones. Desde el año 2017 hemos instaurado la política de inaugurar el Año Académico de nuestro magíster, como una forma de dar la bienvenida a nuestros estudiantes y fortalecer el trabajo con profesores invitados que nos colaboran durante el año en distintos cursos”, indicó.
Asimismo, el Dr. Almonacid mencionó que dentro de las líneas del Magíster en Historia del Tiempo Presente existe una importante preocupación por la profundización del conocimiento historiográfico.
“La línea de trabajo del Dr. Jaime Flores nos permite hablar y conocer qué usos pueden tener otras fuentes de la historia que no son los documentos y fuentes tradicionales. En este caso, él trabaja otras fuentes iconográficas como imágenes y mapas, que fue lo que mostró en la charla de hoy, pero ha usado fuentes como memorias, diarios de viajes y otros tipos de insumos para el conocimiento. Es interesante que los estudiantes conozcan otras fuentes, porque cuando trabajas en historia del tiempo presente muchas veces las fuentes oficiales son escasas y otras no están disponibles”, puntualizó.
Charla magistral
En la jornada se llevó a cabo la charla magistral “La Araucanía hacia el 1900: Iconografía como fuente de análisis”, por el académico de la UFRO Dr. Jaime Flores, el cual colabora en una asignatura de historia regional con el profesor del Instituto de Historia y Ciencias Sociales Ricardo Molina.
“Hoy fue posible demostrar cómo fuentes iconográficas, en este caso fotografías, mapas y planos, pueden ser medios con los cuales uno puede aproximarse a la historia, pero para hacerlo tenemos que utilizar metodologías que permitan hacer un análisis crítico y avanzar en la reflexión del tipo de fuente y el tipo de investigación que estamos desarrollando. Aquí se presentó cuan frágiles somos desde la historia para el análisis de las fuentes visuales, siendo que para otro tipo de fuentes como las escritas contamos con ciertas certezas, por lo que necesitamos un empoderamiento informativo mayor”, puntualizó.
Finalmente, el académico ejemplificó la tensión existente entre una fotografía y un plano. “Basándonos en la reconstrucción de un territorio como la comuna de Pucón, es posible inferir que el plano es, más bien, una ciudad imaginada y como la fotografía contradice lo que dice el plano, en tanto muestra una ‘realidad’ tal cual es, porque la fotografía es una construcción de realidad. Esto nos demuestra que hay que tener mucho cuidado al momento de tensionar estas dos fuentes en la investigación”.