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El pasado miércoles 22 de abril, alrededor de las 18:00 hrs. se registró la inesperada erupción del volcán Calbuco, ubicado en la provincia de Llanquihue, Región de los Lagos, ocasionando la alarma y preocupación de los habitantes aledaños al macizo.
La explosión volcánica generó la inminente evacuación de la zona, instancia que fue coordinada por las autoridades regionales, ONEMI y el Servicio Nacional de Geología y Minería (Sernageomin).
Tras este escenario, el Dr. Manuel Schilling, geólogo, especialista en Petrología Ígnea, Geoquímica, Patrimonio Geológico y académico de la Escuela de Geología de la Facultad de Ciencias de la UACh, reveló detalles sobre este fenómeno natural y las implicancias que tendrá para las comunidades que viven en los alrededores de la zona de erupción.
Historia y volcanes
“La historia volcánica de Chile, si lo queremos mirar desde la geológico, tiene registros desde el periodo triásico, hace 250 millones de años atrás, donde se han presentado la primeras subducciones y por ende vulcanismos. Realidad que es parte de este continente, siendo un ejemplo; los relatos de la cosmovisión mapuche del Trentren Vilu y Caicai Vilu”, indicó Schilling.
El académico agregó como ejemplo para este tipo de fenómenos la labor que realiza la vulcanología, que es la encargada de entender la historia de un volcán, sus antecedentes, puesto que ningún macizo es igual a otro y, por lo mismo, tienen distintas reacciones.
Al describir nuestro actual sistema volcánico, el Dr. Schilling señala que “Chile se construye en una zona de convergencias de placas y eso determina que tenemos una cadena de volcanes, en este sentido, todos los volcanes del país y de todos los Andes y si lo queremos extrapolar, de todo el Pacífico, lo que se conoce como el – cinturón de fuego-, están conectados geológicamente en un proceso mayor de tectónica de placas. Ahora, localmente, no hay evidencia –al menos hasta hoy- de una conexión subterránea de las cámaras magmáticas de estos volcanes”.
Relación Erupción volcán Calbuco con Villarrica
Para el geólogo no existen pruebas ni evidencias químicas sobre una posible relación de los magmas del volcán Calbuco con el Villarrica, “composicionalmente son totalmente distintos, no hay una conexión real, una especie de tubería que se pudiera imaginar”, destaca Schilling.
A su vez agrega que “en nuestra zona coincide que tenemos los volcanes más activos, como son el Villarrica y el Llaima y también los que están hacia el sur, tuvimos hace unos años el Puyehue – Cordón Caulle, ahora Calbuco, antes fue el Chaitén, con una erupción muy parecida a lo que estamos viendo ahora, etc. Estamos en un país volcánico, y la ciudadanía no se termina de acostumbrar, es nuestra realidad y ese es un gran problema”.
Proyecciones y cuidados
Tras el despliegue a la zona de autoridades, investigadores e instituciones especialistas en la materia, el académico indicó que “lo más peligroso es la reacción de la gente tras estos fenómenos, por lo mismo Sernageomin tiene claro que los peligros más altos, están en la cercanía del volcán, por lo mismo se ha cerrado el acceso por un radio de 20 kilómetros”.
“Tenemos magma muy viscoso, pero cuando llega a la superficie se transforma en material muy explosivo, entonces los principales peligros están en las zonas aledañas al volcán, en los cauces de los ríos, por la formación de lahares, otro peligro potencial son los flujos piroclásticos”, señaló el investigador.
Finalmente, el geólogo indicó que “con la tecnología que se tiene es imposible predecir cierto tipo de fenómenos naturales y anticipar estos eventos de gran magnitud”.