En la Facultad de Medicina de la Universidad Austral de Chile se están realizando diversas investigaciones relacionadas con patologías y enfermedades que afectan a gran parte de la población, como es el Alzheimer y también enfermedades estacionales como es el Hantavirus.
Carola Lissette Otth Lagunas, nacida y criada en Valdivia, casada con tres hijos, es una mujer muy orgullosa de su ciudad. Estudió Bioquímica en la UACh “porque podría desarrollar todas las habilidades en cuanto a investigar y saber el porqué de las cosas”, dice.
Recién titulada, Otth trabajó en una empresa de biotecnología orientada al área forestal y ahí encontró su vocación en la investigación.
“Ingresé a estudios de postgrado, gracias a una beca Conicyt, realicé un Doctorado en Ciencias mención Biología Celular y Molecular en la UACh, en el que estudié los mecanismos neurodegenerativos relacionados con el Alzheimer”, comenta la investigadora.
“Fui contratada el 2004 por la Facultad de Medicina de la UACh, para desarrollar docencia e investigación en el área de la virología, a través de un proyecto Mecesup para fortalecer la docencia de pregrado. Me incorporé al Instituto de Microbiología Clínica, donde funciona desde 1997 el Laboratorio de Referencia para el Diagnóstico del Hantavirus”, recuerda la docente.
“Desde esa época comencé a desarrollar dos áreas de trabajo, la del Hantavirus y la de los posibles daños neuronales ocasionados por infección con herpes simplex virus tipo 1, con apoyo de la Fundación Andes y Fondecyt”, asegura.
Alzheimer
Una de las líneas investigativas de la Dra. Otth, tiene relación con el daño neuronal e inflamatorio ocasionado por el herpes simplex virus tipo 1 como factor de riesgo de la enfermedad del Alzheimer, enfermedad neurodegenerativa que se manifiesta como deterioro cognitivo y trastornos conductuales. Se caracteriza por una pérdida de la memoria inmediata y de otras capacidades mentales, a medida que mueren las células nerviosas y se atrofian diferentes zonas del cerebro. La enfermedad suele tener una duración media aproximada de 10 años después del diagnóstico, aunque esto puede variar en proporción directa con la severidad de la enfermedad al momento de su detección.
¿Podría explicar su investigación en el tema de la relación del herpes con el Alzheimer?
-El herpes simplex virus tipo 1 (HSV-1) presenta una alta prevalencia en los humanos, aproximadamente entre el 80 y 90% de la población de la población adulta está infectada; sin embargo sólo el 20 o 40% de ellas desarrolla sintomatología clínica evidente (vesículas y aftas herpéticos en la zona facial o bucal principalmente).
Este virus se caracteriza por establecer una infección persistente latente en las neuronas de sus hospederos, afectándolos de por vida, con frecuente reactivación, con o sin sintomatología.
Diversos estímulos que comprometen el estado inmunológico del individuo (fiebre, exposiciones prolongadas a la luz UV, quemaduras severas, cambio hormonal o estrés) el virus puede reactivar desde su estado latente, provocando recurrencia de las lesiones herpéticas (vesículas o aftas faciales).
Por otra parte, se ha demostrado que HSV-1 infecta estructuras del sistema nervioso central, similares a las dañadas por la enfermedad de Alzheimer, sugiriéndose como un factor de riesgo de desarrollo de patologías neurológicas crónicas y neurodegenerativas -sobre todo relacionadas a envejecimiento- donde repetidos ciclos de reactivación viral puede contribuir a generar daño neuronal progresivo.
Asimismo, se ha estimado que el virus se encontraría presente en el Sistema Nervioso Central, en aproximadamente el 70% de la población mayor de 50 años, sugiriendo la posibilidad de reactivaciones recurrentes en estos individuos.
Al respecto en la actualidad, se desconoce si una neurona, que experimenta reactivación viral y produce partículas infecciosas, sobrevive y reanuda latencia, sufre disfunción y/o muere, o si nuestro sistema inmunológico tiene estrategias que permiten tener controlada la infección. Es aquí donde está el interés de investigación de nuestro equipo, destaca Otth.
¿El herpes simplex es algo con lo que nacemos?
-Es un virus que se transmite por contacto con la zona infectada, a través de las mucosas, como por ejemplo a través de besos y tal como lo comenté previamente la prevalencia es bastante alta.
¿Qué significa trabajar con el tema del Alzheimer?
-En ese sentido, nuestro grupo de investigación fue pionero a nivel internacional, en demostrar que durante la infección neuronal por HSV-1 se produce el deterioro de los procesos neuríticos, eventos tempranos de neurodegeneración y neuroinflamación asociados con la enfermedad de Alzheimer, y modulación de vías de señalización de estrés. En concordancia, al utilizar un modelo murino de infección in vivo con HSV-1 se obtuvo resultados similares.
Este trabajo ha sido reconocido por investigadores de destacadas universidades a nivel mundial, lo cual queda reflejado en un reciente artículo publicado por diversos investigadores liderados por la doctora Ruth Itzhaki, University of Manchester, donde fui invitada a participar y que intenta poner esta hipótesis de trabajo a nivel mundial, titulado Microbes and Alzheimer´s Disease.
El editor de la revista científica Journal of Alzheimer Diseas, Dr. Perry, comentó que “teniendo en cuenta el gran impacto social y económico de la enfermedad de Alzheimer, y el lento progreso de una cura, es imprescindible que el campo esté abierto a explorar vigorosamente enfoques alternativos que son compatibles con los resultados experimentales”.
Dentro de los resultados de la investigación, ¿qué puede comentar?
-Considerando la expectativa de vida de la población mundial, este tipo de investigaciones es de mucha importancia, en especial los tendientes a identificar factores de riesgo asociados con enfermedades neurológicas, a fin de identificar posibles terapias preventivas o educar a la población sobre medidas de prevención.
Al respecto, uno de mis últimos trabajos apunta a evaluar nutracéuticos (como suplementos alimenticios de origen vegetal) como potenciales neuroprotectores y antivirales, donde se identificó derivados de los flavonoides tales como Resveratrol (presente en la uva negra, pasas y vino tinto) y Quercetina (presente en el té verde), los que tuvieron un efecto neuroprotector frente a la acción del HSV-1.
Sin embargo, todo este trabajo no lo he hecho sola, sino que lo he realizado con el apoyo de las Dras. Margarita Concha y Angara Zambrano, y gracias a mis estudiantes, quienes también han sido fundamentales en el desarrollo de esta investigación.
¿Cuál es la importancia de los fondos que se entregan para investigar?
-Para los investigadores es fundamental seguir contando con el apoyo del gobierno a través de los fondos para investigación Fondecyt, ya que es la principal fuente de financiamiento que nos permite aportar con nuestras investigaciones.
-Es importante señalar que aunque este tipo de investigaciones se vean de lento avance, hay beneficios que van a ir directo a la comunidad.
En el caso del herpes con el Alzheimer, hay una investigación previa, que nos dice cuál es el patógeno que puede dañar la célula, y nos puede orientar de qué manera este patógeno pudiese estar generando un daño, aunque sea mínimo, en una zona de nuestro cerebro que es fundamental para la memoria y el aprendizaje.
Por lo tanto identificarlo y darle la importancia que conlleva este patógeno, da el pie para que se puedan generar drogas que puedan ayudar a combatir este patógeno.
¿Cuál es la meta de esta investigación?
-La idea es avanzar en el conocimiento sobre la interacción entre el herpes y el sistema nervioso, identificando los posibles factores de riesgo asociados a daños neuronales vislumbrando una alternativa d tratamiento contra el Alzheimer.
Hantavirus
La Dra. Otth también está trabajando en una investigación relacionada con diagnóstico y epidemiología de infección por Hantavirus.
“En esta área ha sido importante el desarrollo de convenios y proyectos realizados en asociación con el Servicio de Salud Valdivia, junto con la Dra. Maritza Navarrete, y centros de investigación estadounidenses”, comenta.
Además, en conjunto con la investigadora Claudia Muñoz de la Universidad de Minessota y con el Dr. Gerardo Acosta, investigador del Instituto de Medicina Preventiva Veterinaria de la UACh, se generó la base para la postulación del proyecto al Fondo de Innovación para la Competitividad (FIC) del Gobierno Regional y que actualmente está ejecutando la UACh.
Dicha investigación previa estuvo orientada a identificar conductas y percepción de riesgo de adquirir la infección por Hantavirus. “Lo que nosotros buscamos es producir un componente reactivo al virus esencial para realizar el diagnóstico, que en nuestro país ha sido donado por otros países, y que gracias al proyecto FIC y a la experiencia del Dr. Gonzalo Mardones del Instituto de Fisiología de la UACh, lo estamos produciendo en Valdivia”, dice Otth.
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