Miles de mujeres científicas realizan un importante trabajo en la investigación biomédica a lo largo del mundo. Sin embargo, el posicionamiento que han logrado en la investigación ha tomado bastantes años y ha requerido el esfuerzo persistente y obstinado de aquellas mujeres audaces que han obtenido el reconocimiento y frutos.
Dra. Carola Otth Lagunas, formó parte de este grupo de mujeres que con coraje, interés y disciplina han hecho camino como profesionales e investigadoras en el sur de Chile. Sus más cercanos la recuerdan como una científica y académica preocupada, humana, cariñosa, humilde.
Carola Otth ha dejado un legado científico y académico.
Carola Otth estudió bioquímica en la Universidad Austral de Chile y obtuvo el grado de Doctora en Ciencias, mención Biología Celular y Molecular. Durante su trayectoria lideró importantes investigaciones en el área de la salud. Sus principales líneas de investigación fueron los estudios neuropatológicos, analizando posibles daños neurodegenerativos, disfunción neuronal y activación crónica de mediadores de respuesta inmune innata ocasionados por virus neurotrópicos como los virus herpes simplex.
Sus últimas dirigencias científicas tienen referencia con la realización de “Prototipo de test rápido para detección de infección por Hantavirus” (2018-2019) y “La infección por el virus Herpes Simplex tipo 1 altera la Homeostasis y Proteostasis neuronal: Un vínculo posible con la patogénesis de la enfermedad de Alzheimer”. (2018-2022)
En el año 2018 asume como Prorrectora de la Universidad Austral de Chile, responsabilizándose de las cuestiones estratégicas de la Universidad y también de liderar las labores del Comité Paritario de Género y Diversidad.
En este contexto es que la profesora de Antropología, Debbie Guerra, agradeció su importante rol en esta tarea. “Tu curiosidad y deseos de aprender sumadas a tu inteligencia, especialmente emocional, nos permitieron avanzar rápidamente en nuestro trabajo por una universidad más igualitaria y respetuosa de la diversidad. La implementación de los reglamentos de la comisión contra el Acoso Violencia y Discriminación y el trabajo de sus comisiones nos colocaron en la avanzada en estos temas entre las casas de estudio del CRUCH”.
Una persona que merece ser recordada por siempre
Carolina Ávila, ex estudiante y tesista que compartió con la Dra. Otth en su formación de pregrado, también dedicó unas palabras. “Te recordamos no solo por todos tus logros académicos y personales sino que también por la naturaleza de tu personalidad, cualquier homenaje queda chico”.
“Amante de las selfies. Pudiste combinar el talento con la sencillez, y un carácter fuerte de escorpiona. Tu legado quedó, formaste muchas personas, incluyendo tus bellos hijos”, escribió su querida amiga Patricia Burgos Hitschfeld.
“De perfil estricto, dinámica y con un ánimo cordial de entregar tal conocimiento, con avidez que me hacía concluir que su presencia era sinónimo de disciplina, trabajo arduo y con un cariño profundo por tal labor, que el enseñar era fundamental, en mi mente y en mi corazón viven el ahínco y la emoción de cómo la personalidad pragmática se desvaneció y la inspiración voló en aquella sala”, son las palabras que le dedicó su ex estudiante, Fresia Figueroa Sánchez.
Una mujer recordada por la pasión que le ponía a todo, preocupada por los detalles y las solicitudes que llegaban a ella. Sus virtudes la convierten en una persona que jamás será olvidada, por esta razón, es venerada hoy con profundo respeto y cariño, para valorar su herencia. Debbie Guerra, agregó además que la labor de la Doctora Otth ha permitido “sumar el fruto de su compromiso al de nuestras antecesoras. Nuestra historia se construye de la mano con quienes nos anteceden y nos sucederán”.
Su amistad con la Dra. Pamela Ehrenfeld
Pamela Ehrenfeld, actual Directora de la Escuela de Graduados y docente de la Facultad de Medicina de la Universidad Austral de Chile, comienza agradeciendo a la Dra. Otth por toda la energía, pasión, amor y compromiso que puso en su paso por la Escuela de Graduados, y que, se traduce hoy en día, en dos nuevos programas de especialidad, dos de subespecialidad y un magíster. Además, la beca otorgada por el programa de Doctorado en Ciencias Médicas llevará el nombre de la Dra. Carola Otth en homenaje y reconocimiento a su legado.
Desde una mirada más íntima, como compañera de trabajo, Ehrenfeld cuenta detalles de su sincera amistad con la Dra. Otth:
“Tuve la suerte de conocer a una bacana, a una gran mujer. Ubicaba a Carola desde siempre que otorga mi permanente caminar por nuestra universidad, pero la conocí solo cuando tuve el ingrato y amargo sabor de no poder continuar investigando por falta de financiamiento y su constante preocupación por cada uno/una de nosotros/as la llevó a tocar mi puerta”.
“En esa conversación más íntima, más pausada, más larga pude darme cuenta la generosidad que emanaba de ella, sin búsqueda de fines personales, siempre con una mirada de bienestar colectivo, de trabajo en equipo, terminó diciéndome Ya mi querida, te vamos a ayudar, hablaré con las personas de mi Lab. Con el paso del corto tiempo logramos adjudicar nuevos fondos, realizar investigación juntas, sumar a otros. Sin embargo, ella impulsaría en mí otros desafíos desde la gestión, tendientes a hacer crecer nuestra facultad y casa de estudios. Recuerdo que siempre que yo tenía miedo o inseguridad, dada principalmente por la sobrecarga de actividades, ella tomaba mis manos, me miraba con esos bellos e intensos ojos y decía: Mi querida tú puedes con eso y mucho más, yo voy a estar siempre para ayudarte. Con el tiempo la bauticé como ‘Mi Madrina’, en el fondo, era eso en mi día a día, me enseñó a entregar con más calma esa pasión desbordada en lo que hago y cómo me relaciono, a ver el lado siempre positivo de todos/as y de todo, la entrega desinteresada, pero con objetivos claros, lo relevante de los tiempos para los que amas, para tus amigos, el perseguir tus sueños, el enfrentar todo desde la tranquilidad que lo has hecho lo mejor posible y estás en paz. Nuestra relación se convirtió en una profunda y bella amistad, estaré siempre agradecida del universo por ello y deseo para ella lo mejor desde donde sea que nos siga cobijando. Yo mientras tanto, desde esta vida terrenal, intentaré seguir su ejemplo, procurar el bienestar colectivo, lograr que cada uno/a vuele más alto, más lejos, unidos/as, apoyándonos, en un clima de respeto y amor”.
Agradecemos eternamente su paso e inteligencia por nuestra casa de estudios, por nuestra Escuela de Graduados y por nuestras vidas. Mantener su legado es nuestra tarea porque mujeres como ella son personas que han hecho historia.