Recordando una columna hace un tiempo acerca del salmón, señalaba su comportamiento económico y contaba que la elasticidad precio de la demanda (mide la variación de la cantidad demandada debido a la variación en el precio) tiene importancia, en este caso, ante un pequeño cambio de precio, hay una importante variación en la cantidad demandada. Al acceder al Informe trimestral de Exportaciones de Salmón, Primer trimestre de 2022, nos damos cuenta de que esta elasticidad precio, en algo ha cambiado.
Un poco de historia para explicarlo
Este rubro es de vital importancia económica para las regiones de La Araucanía, Los Lagos, Los Ríos, Aysén y Magallanes y Antártica Chilena. Aquí operan más de 4.200 organizaciones que participan de la cadena de valor del clúster. CORFO señala que genera más de 70 mil empleos directos e indirectos y la empresa privada dice que son casi 80.000.
A principios de 1990 (FAO), la cosecha total del cultivo acuícola en Chile no excedía las 80.000 toneladas y al 2004 ya habían llegado a 688.000 toneladas. En plena pandemia durante el año 2020 se exportaron 779.004 y el 2021, 723.689. Esto da cuenta que el negocio ha sido resiliente, igual, experiencia tienen si recordamos el tema virus ISA.
El precio promedio del primer trimestre 2020 fue de USD 6,5, el 2021 USD 5,9 y este año USD 8,2. Esto nos arroja una variación de más de un 38% en el precio en relación con el año anterior, esto a pesar de la baja en toneladas, ya señaladas (-7,8%). Aquí estamos hablando que el producto se ha ido reposicionando en los mercados y que ha disminuido la elasticidad precio de la demanda, porque no ha importado que el precio suba, ya que igual seguimos vendiendo. Usted me dirá, pero ha disminuido la cantidad, sin embargo, la proporción no ha sido de la envergadura en que ha subido el precio. Esto da cuenta de la consistente demanda mundial por nuestro salmón y es una buena noticia ya que no hay nada mejor que seguir vendiendo a pesar de que se sube el precio de cualquier producto. Además, debemos recordar que sus exportaciones representan un 13,1% de las exportaciones distintas del cobre, dato no menor en el mundo comercial. Igual, no todo es miel sobre hojuelas ya que tenemos un aumento de los costos de distintos insumos a todo nivel. Tarea para seguir trabajando es lo que señala Salvador Vercher en su libro “El plan de gestión” acerca de la necesidad de invertir la tendencia que se genera en cualquier tipo de negocio: “Por su propia inercia, los ingresos tienden a disminuir y los gastos a aumentar”.
Otros espacios de trabajo por parte de la industria son los Objetivos de Desarrollo Sostenible, promovidos por las Naciones Unidas (ODS) y de los cuales declaran que trabajan más de 11 de los 17 declarados. Esto está en concordancia con la posibilidad de seguir funcionando de manera exitosa, buscando la licencia social para operar.
Mirada positiva para aprovechar los buenos precios, lo que seguramente ayudará con mejores oportunidades laborales para las personas y seguir corrigiendo el trabajo diario para dejar un mundo más amable, algo, que tanto necesitamos.