Ver fotografías de la inauguración aquí
El artista visual chileno de profesión arquitecto, Manuel Marchant Rubilar expone su obra el “El discurso de Diógenes” en la Galería Replica.
La obra, que está constituida por imágenes que denuncian la precariedad de todo objeto material, surgió de “observar la finitud de los objetos constituyéndose así una crítica a la sociedad de consumo”.
“El Discurso de Diógenes, es una de las críticas más radicales al poder y la acumulación de riqueza que hemos heredado de la antigüedad griega, por eso llama la atención la contradicción de señalar hoy como el Síndrome de Diógenes a la delirante acumulación de basura y abandono del ser” cuenta el artista.
“La oferta de Alejandro Magno a Diógenes. –Pideme y te lo concederé- es la oferta utópica del mercado capitalista en su actual modo de acumulación delirante y no reciclable, es decir los bienes no circulan en el ámbito de la naturaleza, del ciclo del día solar, de su egreso e ingreso a la tierra, al contrario, los mega equipamientos de mercancía, aspiran a la desmesura, a estar abiertos las 24 hrs. La respuesta de Diógenes- no me des sombra-, es la respuesta desde la naturaleza del ser original, es el sol la máxima aspiración del sabio, la luz”, destaca Marchant.
Para quienes deseen asistir, la Galería Réplica se ubica en Avenida Los Laureres 047, Isla Teja. La entrada es liberada y su horario de atención es de lunes a viernes de 10 a 13 hrs., y de 15 a 17 hrs.
El académico de la UACh, Dr. Breno Onetto, realizó una reflexión respecto a la obra del destacado artista:
La sociedad del gasto, del consumo, de la basura: La sociedad de Diógenes
Hoy resulta bastante habitual representarse el relato sobre Diógenes como el discurso homocéntrico de una patología que se ve agravada y describe normalmente una acumulación extraordinaria de objetos o de materiales innecesarios, de basura incluso perniciosa para los demás, que rodea a un individuo socialmente aislado y viejo. Sin embargo, se podría igualmente hacer la pregunta aún más de fondo, por la etiología de aquel síndrome: ¿qué es lo que acumula este Diógenes moderno (puesto que el histórico, de Sinope, parece más bien privarse de toda acumulación y seguir una vida austera) en una época en que todo parece tener tanto sentido y a la vez no tenerlo: pues todo producto surge al parecer por una necesidad casi natural para su uso y consumo. Y la fuente de indagación de las imágenes aquí presentes del artista, son indiscutiblemente espacios, o lugares que fueron usados y que cumplieron su ciclo útil experiencial, y que ahora únicamente acumulan el desgaste, pero asimismo los restos de incendios que tornaron aún más evidente el polvo que cubre la basura, a la espera de su próximo uso nunca natural aunque sí necesario. Y es quizás ese vestigio de una fulguración que dejan las cenizas o el detrito acumulado en cada sitio con el tiempo, quien mejor da testimonio del abandono o del vencimiento del uso y valor formal de los espacios productivos, o lugares donde encontrar cierta arqueología productiva.