Para el Dr. Juan G. Navedo, el sur de Chile es una zona única en el mundo para estudiar la ecología de las aves playeras migratorias, dado que representa el área más extrema hasta donde se desplazan las poblaciones procedentes del Ártico. Esta característica es una de las razones principales por las cuales decidió postular al cargo en la UACh.
El actual académico del Instituto de Ciencias Marinas y Limnológicas realizó sus estudios de pregrado en la Universidad de Oviedo, para luego continuar con su postgrado en la Universidad de Cantabria.
Una vez alcanzado el grado de doctor, Navedo buscó la forma de realizar una contribución en su área de estudio siendo contratado por la U. de Extremadura para diseñar y coordinar un proyecto con el objetivo de evaluar el papel de los humedales antrópicos existentes en una cuenca del suroeste de España para las poblaciones de aves acuáticas migratorias.
Más tarde, viaja hasta México para realizar un postdoctorado en la Universidad Nacional Autónoma de México, cuya línea de investigación estuvo dirigida hacia los posibles efectos del cambio climático en aves playeras migratorias, estudiando las capacidades fisiológicas de diversas especies para adaptarse a las modificaciones del ambiente.
Del trabajo en terreno, de la observación e intuición, surgió la investigación sobre las granjas camaroneras, que actualmente causan mucho impacto en la biota, pero que también generan un subsidio trófico importante que es aprovechado por varias especies de playeras migradoras y otras aves acuáticas.
A su regreso a España, el investigador no logra volver a insertarse en la academia, por lo que continúa como consultor, lo que lo lleva a desempeñarse asociado a la U. de Cantabria en un proyecto del Programa de Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD) en El Salvador, momento en el cual recibe el correo del concurso abierto en la Universidad Austral de Chile.
«Cuando abrí las bases me di cuenta que el concurso estaba hecho a mi medida, ya que buscaban a un doctor con experiencia en ecología de aves acuáticas y marinas, por lo que ni siquiera tuve que adecuar mi currículum; lo vi como una buena oportunidad y aquí estoy».
El investigador recuerda que «cuando indagué sobre la UACh, pude comprobar que era una universidad tradicional y con un prestigio ganado, situación que me interesó; además contaba con una estación de campo relativamente cercana, con acceso restringido a un área intermareal donde poder desarrollar estudios y experimentos, la Estación Estuarial de Quempillén, lo que representó para mí uno de los aspectos claves a la hora de tomar la decisión».
Juan G. Navedo fue nombrado hace unos meses director de esta estación ubicada en Chiloé, lo que genera un desafío importante para el académico. «En el Instituto de Ciencias Marinas y Limnológicas existe un buen ambiente, me he sentido bien acogido y espero estar a la altura de las expectativas generadas», finalizó.