Actualmente, existen aproximadamente 900 millones de personas mayores de 60 años en el mundo, y se espera que este número se duplique para el año 2050. Este incremento global de la población mayor trae como consecuencia mayor cantidad de demandas en el ámbito social y económico, afectando las distintas políticas de gobierno; sobre todo los sistemas sanitarios que deben asegurar calidad de vida en la última etapa de los individuos. El tal sentido, un incremento de enfermedades crónicas no transmisibles; constituyen hoy en día, la primera causa de muerte global y de años de vida ajustados por discapacidad.
Nuestro país se aproxima vertiginosamente a los números observados en países desarrollados, con una población mayor de 65 años que representa un 11,4% del total de la población chilena; siendo catalogado como uno de los países que envejece con mayor rapidez a nivel continental. A nivel local, la Región de los Lagos, también posee un alto índice de envejecimiento, alcanzando un 82,3%.
En este contexto, la Universidad Austral de Chile -como institución integrante de Puerto Montt Superior – promueve un permanente diálogo con nuestra comunidad Sur Austral, lo que se ha visto materializado en el constante apoyo a proyectos en el área de vinculación. Bajo este alero, académicos del área de Salud de la sede UACh-Puerto Montt, que incluye las carreras de Enfermería, Fonoaudiología, Tecnología Médica y Terapia Ocupacional, se encuentran trabajando una iniciativa que lleva como título “Envejecimiento Positivo: Porque importo… No me Rindo”; intervención multidisciplinaria que pretende fomentar el bienestar biopsicosocial en la Comunidad de Residentes del Establecimiento de Larga Estadía (ELEAM), ubicado en el sector de Alerce, Puerto Montt; institución única en nuestra región que atiende necesidades de adultos mayores en estado vulnerable y con cierto grado de dependencia.
Como investigadores jóvenes, docentes y formadores de futuros profesionales del área de salud, tenemos un importante rol en crear instancias que procuren incentivar la participación estudiantil y comunitaria, en función de fortalecer sustancialmente la responsabilidad social y empatía frente a la realidad de nuestros adultos mayores. Desde el punto de vista académico, fomentar el desarrollo de competencias atingentes a la profesión que ejercerán nuestros estudiantes, en consonancia con el modelo educacional y el enfoque curricular de nuestra institución.
Desde tal perspectiva, resulta evidente la necesidad de trabajar en el desarrollo de un envejecimiento saludable y activo, siendo de gran importancia la participación de la comunidad en general; a fín de mejorar la calidad de vida de la población mayor, por ende, de nuestra futura sociedad.