Con el terremoto que azotó a nuestro país el pasado 27 de febrero colapsó un instrumento que ha existido en nuestra universidad desde la década del ´60, se trata del único sismógrafo mecánico que aún funcionaba en Chile. La pesada estructura metálica que sostiene una tonelada de peso, se movió de su base, haciendo que las partes más pequeñas fueran removidas de su lugar.
El académico del Instituto de Geociencias, de la Facultad de Ciencias UACh, Prof. Carlos Rojas, indicó que “cerca del equipo de gran tamaño existe un moderno sismógrafo, el cual envía los datos, vía Internet, directamente al Departamento de Sismología de la Universidad de Chile, quienes son los encargados de recopilar esta información de equipos en todo el país, y procesarlos”.
Junto con comentar el funcionamiento del sismógrafo, el académico UACh, que en estos momentos está preparando una publicación sobre el terremoto del ´60, aprovechó para tranquilizar a la comunidad, sobre todo después de las últimas alertas de tsunami que despertaron alarma en la población.
“Nos sirve la experiencia del terremoto de 1960, donde aparentemente no hubo destrucción en la ciudad de Valdivia producto del maremoto. He escuchado en algunos medios de comunicación que los humedales, como por ejemplo el Santuario de la Naturaleza, se formaron con agua del mar que quedó estancada, lo que es un mito. Lo que sí ocurrió es que los terrenos se hundieron producto del terremoto y aquellos que estaban cerca de los ríos fueron inundados por sus aguas, pero no fue por el tsunami”.
El Prof. Rojas enfatiza que es imposible que una ola de tsunami alcance las partes topográficamente altas de Valdivia, “como por ejemplo, el Campus Isla Teja, el sector de la Plaza de la República, el sector Regional, el sector del Coliseo, entre otros. Las zonas más vulnerables son las costeras como la Bahía de Corral, Niebla, Curiñanco, Mehuín, por nombrar algunas”.
También señaló las diferencias de movimiento e intensidad en las ondas que son percibidas durante los movimientos sísmicos, “todo dependerá de la distancia en que nos encontremos con respecto al epicentro, mientras más lejos estemos podremos diferenciar las ondas que se producen durante el terremoto. Las primeras son las denominas “ondas P”, y luego las “ondas S”, las cuales son más ondulantes, como el movimiento de un barco”.