Los docentes y terapeutas ocupacionales Leonardo Cárcamo y Valeria Barría, junto con los profesionales de apoyo docente Sebastián Herrera y Daniel Guzmán, desarrollaron diversas actividades de docencia clínica que lograron beneficiar a la comunidad valdiviana junto a personas mayores, comunidades educativas y niños, niñas y adolescentes bajo resguardo del Estado.
Así, las y los estudiantes de tercer año de Terapia Ocupacional de la Universidad Austral de Chile pudieron abordar los diversos desafíos que implica la práctica profesional, con experiencias de aprendizaje asociadas al autocuidado, autonomía y contención emocional, favoreciendo instancias orientadas a la inclusión social a través de metodologías lúdicas y educativas de carácter grupal, mediante la utilización de herramientas terapéuticas como técnicas corporales, musicoterapia y ludoterapia, entre otras.
“Se utilizaron diversos recursos terapéuticos para evaluar e intervenir en problemáticas tensionando el despliegue de habilidades procedimentales y con ello el razonamiento profesional para la aplicación de contenidos teóricos combinados con la correcta utilización de sus habilidades personales. Dicho proceso generó un alto nivel de ansiedad y nerviosismo, sin embargo, con la guía y acompañamiento, durante el pasar de las sesiones fue posible generar un vínculo de carácter terapéutico con las y los usuarios, evidenciándose mayor dominio de conceptos teóricos y desplante de carácter profesional acorde a lo esperado a su nivel de formación”, comentó el académico Leonardo Cárcamo.
Una de las comunidades beneficiadas fueron las personas mayores del Centro Comunitario de Salud Familiar (CECOSF) Mulato, donde se llevó a cabo el taller “Envejecimiento saludable: Taller de salud integral” con eje en personas con patologías crónicas, utilizando actividades grupales de educación para la salud y autocuidado, estimulación funcional, cognitiva y el abordaje de problemas de equilibrio y desequilibrio ocupacional. La iniciativa culminó con un conversatorio sobre personas mayores y demencias, promoviendo la conciencia comunitaria sobre el envejecimiento y sus desafíos.
De igual forma, el grupo de adultos mayores de la comunidad San José perteneciente a la Pastoral de Acción Social de la capilla Santa Inés de Isla Teja pudo vivenciar estrategias innovadoras centradas en la estimulación cognitiva, ejercicios teatrales y musicoterapia, trabajando en el desarrollo y la autonomía del grupo desde una perspectiva de cuidado de la salud colectiva, proceso caracterizado por una alta asistencia y activa participación.
“Ambas instancias permitieron contribuir a mejorar la calidad de vida de los participantes, proporcionándoles estrategias para aumentar su autonomía e independencia física y mental”, agregó el profesor Cárcamo.
En cuanto a población infanto-juvenil, tanto en el contexto escolar como en la comunidad, los procesos terapéuticos estuvieron orientados principalmente al desarrollo de habilidades sociales, autonomía, resolución sana de conflictos y la convivencia en contextos escolares y comunitarios, aspectos sustanciales para este grupo etario.
La principal herramienta utilizada fue el juego, que facilita la planificación y ejecución de actividades, orientado a los objetivos terapéuticos planteados para cada grupo o individuo. Dichos procesos fueron desarrollados con población del CECOSF Mulato, residencias de protección del Servicio Mejor Niñez (ex SENAME), con la Escuela de Oficios y Liderazgo de la Corporación Cambiando Destinos y con las comunidades escolares del Colegio Nuestra Señora del Carmen e Instituto Salesiano.
“Respecto a la comunidad escolar, los procesos de prácticas integradas lograron extenderse a diversos grupos de la comunidad educativa del Instituto Salesiano de Valdivia, en los cuales se proporcionó apoyo en sala a cursos de primeros básicos, colaborando estrechamente con los docentes para fortalecer y actualizar las dinámicas de clase, adoptando un enfoque inclusivo y basado en derechos. También se realizaron intervenciones con los docentes de educación parvularia y educación básica mediante un taller de autocuidado utilizando herramientas disciplinarias y un enfoque de educación popular y cuidado colectivo; en dicho proceso se implementaron estrategias que los docentes puedan integrar en sus jornadas laborales”, destacó Cárcamo.
Y agregó: “Con las iniciativas desarrolladas en contextos grupales y en contexto comunitarios se demuestra el compromiso continuo de generar impacto positivo en la salud y bienestar en diversas esferas de la sociedad valdiviana junto con favorecer la formación profesional situada en problemáticas atingentes de la sociedad. Los buenos resultados evidenciados en amplio sentido han permitido proyectar la continuidad para el próximo año de los escenarios interventivos realizando las adaptaciones y mejoras que sean necesarias para dicho fin”.