Gracias al proyecto “Sei: Viajera de los Mares”, ejecutado por la Fundación Aysén Mira el Mar y el trabajo de la comunidad, pobladores y visitantes podrán visitar las osamentas del cetáceo que estará de manera permanente en el lugar, a partir del mes de diciembre.
La iniciativa, que es financiada por el Programa Ciencia Pública del Ministerio de las Ciencias, Tecnología, Conocimiento e Innovación; busca contribuir al conocimiento del patrimonio natural de la Región de Aysén a través del montaje y exhibición de un esqueleto de ballena Sei al interior de la Escuela Básica Gabriela Mistral de la localidad de Puerto Río Tranquilo.
Jaqueline Boldt Corvalán, directora de la iniciativa, indicó que las osamentas del cetáceo fueron rescatadas el año 2019 por un grupo de pobladores de la localidad y otras instituciones asociadas en una travesía de varios días, que los llevó desde Puerto Tranquilo al Golfo de Penas, lugar desde donde proviene el esqueleto.
“Este proyecto nace de los propios vecinos de Puerto Río Tranquilo, sobre todo de los padres y apoderados de la Escuela Gabriela Mistral que tienen una especial vinculación con el mar, toda vez que trabajan en el Parque Nacional Laguna San Rafael. Ellos tuvieron la mala fortuna de ver el varamiento de ballenas ocurrido en 2019 en el Golfo de Penas. Esto los motivó a realizar esta iniciativa como una manera de vincular el espacio marino de la zona y generar conocimiento sobre estos cetáceos”, explicó.
El equipo del proyecto “Sei: Viajera de los Mares” está conformado por profesionales de la geografía, educación, ecoturismo, arquitectura, museología y antropología. Las capacidades locales existentes tanto en la comunidad de Puerto Río Tranquilo como en la Región de Aysén se apoyan con instituciones del patrimonio, investigación y educación, como el Museo Regional de Aysén, Museo de Historia Natural de Río Seco y el Campus Patagonia de la Universidad Austral de Chile. Así también con la Ilustre Municipalidad de Río Ibáñez, la AG Hielo Norte, la Escuela Gabriela Mistral y el Museo de Puerto Tranquilo, entre otras organizaciones comunitarias.
Finalmente Boldt señaló que “el impacto del proyecto está directamente relacionado con la puesta en valor del patrimonio y el aporte al conocimiento, pero no desde los datos, sino que desde abrir el conocimiento, haciéndose preguntas al respecto, impactando a las nuevas generaciones, dándole valor desde la escuela, desde la educación formal”.