El estudiante Sebastián González Bahamonde, de último año de Arquitectura de la Universidad Austral de Chile, se encuentra trabajando actualmente en su tesis sobre la preservación de la memoria y puesta en valor del patrimonio subacuático de Valdivia y cómo la ciudad ha estado profundamente ligada al río. El trabajo de tesis está siendo dirigido por la docente Camila Mancilla.
En este contexto, el estudiante realizó una visita a la carpintería de ribera de Cutipay conocida como Astillero Cutipay de los hermanos Villanueva, ubicada en las orillas del río del mismo nombre. Se trata de una familia pionera en la construcción de embarcaciones y ampliamente homenajeada y destacada por su aporte al patrimonio cultural local.
Los hermanos Villanueva fueron reconocidos por el SIGPA como tesoros humanos vivos en la categoría de prácticas de interés artesanal, con conocimientos y usos relacionados con la naturaleza y el universo. A los pocos años, en 2018, se les otorgó la categoría de cultores de manifestaciones tradicionales. De esta forma, su reconocimiento ha sido valorado por diversos medios tantos nacionales como internaciones.
En el resumen de su proyecto, el estudiante aborda cómo la ciudad “se comunica localmente con el territorio y el mundo entero a través de muelles y embarcaciones, generando un sin fin de viajes que hoy en día solo se encuentran plasmados en el relato y hay investigadores que han corroborado la existencia de conjuntos de vestigios que forman parte de un Valdivia mitológico, como si de la misma Odisea se tratase”.
Con esta premisa en mente, el proyecto busca generar una escenografía en donde el patrimonio fluvial en su conjunto sea el actor principal, donde se contenga y presenten diversas embarcaciones inspiradas en los bestiarios del siglo XVI.
Sobre la metodología del trabajo, el estudiante indicó: “Todo el proceso de tesis ha sido bastanteaste complejo, desde el buscar un tema hasta formular el proyecto, pero todo comenzó al salir a caminar por distintas partes de la ciudad. En mis viajes me fui encontrando distintos vestigios de borde río. Lo bonito de las ruinas es que uno a simple vista puede identificarlas, saber que tienen una historia detrás y al ver las partes faltantes puede imaginarse cómo fue su proceso para llegar hasta su estado actual”.
“Después de esto surgió la idea de trabajar con muelles patrimoniales y con ellos llegaron las embarcaciones, por lo cual surge la idea de plasmar toda esta gran red fluvial. Esto ha llevado a recolectar la mayor cantidad de información posible con el fin de poder crea una imagen mental de las distintas épocas de Valdivia, y que busco plasmar en los distintos collages que he ido haciendo. El proyecto es una materialización arquitectónica de estos collages”.
El estudiante agregó: “Previo a mi visita al Astillero Cutipay había leído y visto imágenes sobre su trabajo, pero al momento de llegar y verlo en persona, fue una experiencia sublime. En el astillero tenían a la vista muchas embarcaciones en distintos avances de construcción, por lo que tuve el agrado de poder ver todo el proceso de construcción de un bote, desde que nace hasta que muere».
“El lugar está bastante aislado, pero la experiencia de estar ahí fue enriquecedora, sobre todo el poder hablar con don Nicolás Villanueva, a quién entrevisté, hice que dibujara lo que me iba contando, y de esta forma me pude dar cuenta que todo lo que yo solo había leído en libros de una manera casi fantástica existe efectivamente en algunos tesoros de la ciudad como la formas de ver la vida de este grupo de cultores. Así, estoy usando como vehículo la fantasía, como si se tratase de un cuento de hadas que en lo personal me gustaría retratar”.
Por su parte, Camila Mancilla, arquitecta collagista, Magíster en Patrimonio Cultural por la UC y docente a cargo de dirigir dicha tesis, agregó: “Sebastián ha logrado realizar una investigación articulada a través de la creatividad, proceso en el que a medida que va recolectando información, la sintetiza a través de signos en el espacio. Ha sido un levantamiento de información activa, en el que no es solo un observador, sino que también un actor en lo que va conociendo y analizando».
Esta forma ha provocado que se plantee en el tiempo desde una perspectiva no lineal de épocas, sino más bien establece un punto en el que ocurren todas las épocas a la vez.
«Debido a la pandemia, el trabajo de campo ha sido sumamente fenomenológica, sin embargo, en los últimos meses, ha podido interactuar con más gente y, sin duda, conocer a los hermanos Villanueva fue una experiencia fundamental en la generación de conocimiento para su proyecto”.