Estudiantes de Ingeniería en Conservación de Recursos Naturales de la UACh participaron de una actividad de aplicación en un ejemplo de bosque comestible en la Isla del Rey.
La actividad estuvo a cargo del profesor del Instituto de Conservación, Biodiversidad y Territorio de la Facultad de Ciencias Forestales y Recursos Naturales de la UACh, Dr. Rafael Coopman y del biólogo australiano Daniel Harris-Pascal, experto en bosque comestibles.
El profesor Coopman valoró el interés que manifestó el grupo en participar de esta jornada de jardines forestales. “Ésta es la segunda vez que, posterior a la instrucción teórica, terminamos con esta instancia de aplicación en campo, que plantea encontrar la combinación de especies que en mayor medida incrementen los bienes producidos, en base a propiciar interacciones benéficas entre especies nativas y exóticas. En ambas ocasiones, la calidad del ejemplo visitado y la motivación de los estudiantes ha generado un eficiente y fluido proceso de aprendizaje en torno a esta forma innovadora de restaurar bosque siempre-verde costero”, afirmó.
Conservación y producción
“Normalmente se separa la conservación de la producción, pero es posible hacer ambas cosas en el mismo sitio y pensar en formas de producción, por ejemplo, con árboles perenne, frutas, madera o flores. Este predio es uno de los mejores ejemplos que he visto en la zona donde se encuentran árboles frutales, una huerta, un invernadero. Un lugar perfecto para que los estudiantes conozcan qué está haciendo Don Sergio, el dueño del predio, y cómo ellos pueden aplicar el conocimiento de hoy en otros aspectos del curso para apoyar a todos los campesinos de la zona a tener campos más amigables con la fauna”, explicó Daniel Harris.
Luego de recorrer el predio y analizar lo observado, los estudiantes debieron proponer un diseño de bosque comestible y exponerlo en terreno, trabajo que definieron como un aporte para sus estudios. “Después de recopilada la información y evaluar las condiciones ambientales, nuestra propuesta fue establecer plantas nativas en posiciones estratégicas para que generaran bienes y servicios; comida y productos de medicina natural para abastecer a los habitantes y vender el excedente a posibles turistas en el futuro”, explicó el estudiante Rodrigo Osorio.
Agregó que “esta salida a terreno en particular me aportó conocimientos sobre el potencial productivo ecológico que puede tener un terreno con el uso adecuado. Se agradece que se haya realizado en un lugar tan lindo como lo es Isla del Rey. Éstas son las situaciones que nos enriquecen como estudiantes de Ingeniería en Conservación de Recursos Naturales, ya que nos muestran en la práctica la aplicación de los conocimientos adquiridos y cómo el diseño de jardines forestales o bosques comestibles puede ser una oportunidad laboral”.
Por otro lado, la estudiante Paz Zamorano expresó que “la experiencia en la Isla del Rey fue muy buena para nosotros, se aprende haciendo”.
La actividad finalizó con una convivencia donde estudiantes y profesores tuvieron la oportunidad de compartir y analizar el trabajo realizado.